Compañerismo hermandad y amistad

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Compañerismo hermandad y amistad

Es importante saber diferenciar y escoger el tipo de personas que queremos que nos rodee; que en realidad aporten a nuestra vida y no resten. De ahí radica la importancia de saber lo que es el compañerismo hermandad y amistad.

A diferencia de la compañía que algunas personas nos puedan dar, bien sea por interés, gusto o simplemente costumbre, el acompañamiento que Dios de manera permanente nos da, viene desde antes que se fundara el mundo.

Un acompañamiento de esos va por todas las circunstancias, pasa por todo lo adverso de la vida, las causas, los momentos, las alegrías, las tristezas, la soledad, y todo lo que queramos, ese es el verdadero compañero.

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Compañerismo hermandad y amistad.

¿Cómo podemos definir el compañerismo?

Es calidad de compañía, es el acompañarse.

Un compañero es alguien que acompaña un tramo, recorrido, causa, circunstancia, trabajo o estudio.

Es también el que se sienta a nuestro lado, el que empieza a hacer un recorrido hasta donde vayamos, y hasta allí puede terminar su compañía.

Hay otros que acompañan en una causa o en una lucha, y son quienes, diríamos nosotros, van por un periodo de tiempo hasta que se logra tal objetivo.

También hay compañeros de vida, en caso de la mujer, el mismo Adán dijo “La mujer que me diste por compañera, me dio y yo comí”.

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Si miramos dónde acaban las compañías, esto se da cuando ya los caminos cambian; por ejemplo, tenemos como compañía a la familia hasta que nos casamos y hacemos nuestra propia familia.

Hay compañías que terminan en un momento dado, y en algunos casos sin explicación alguna.

Dice la Biblia que cada uno ayudó a la destrucción de su compañero, y podríamos pensar que cómo es posible que alguien vaya a ayudar a la destrucción de su compañero, pero sí, así es la vida.

Claro ejemplo es Judas, que nunca fue amigo de Jesús, pero Jesús si fue amigo de Judas.

A la luz de la palabra, a nosotros nos sorprende Dios como compañero, porque comienzan las compañías, pero aun así tenemos presente que Dios viene acompañándonos, y en este y todos los papeles, es muy especial.

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Dios no es un compañero para un momento, para la circunstancia, para la causa, un espacio de tiempo y ya.

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Alguien terminó cantando esa canción, divino compañero del camino, y no nos puede dejar al momento del peligro, del que estamos solos, en el momento en que nos angustiamos, no nos suelta, no nos deja.

Claramente dice la Biblia “Porque este Dios es Dios nuestro, eternamente y para siempre, y él nos acompañará aún más allá de la muerte”.

¿Qué es la hermandad?

Es la calidad de hermano; los que son cercanos, hermanos de una causa, hermanos de patria, los que son hermanos de sangre, por crianza, y los que son más unidos que un hermano, pero que no son.

Mencionemos los dos primeros hermanos, Caín y Abel, de lo cual ni siquiera mencionarlos, porque Caín es como el tipo del hermano cruel, el que nunca pensó en su hermano.

Uno los encuentra y sabe dónde va la hermandad, muchas veces se viene de la compañía, de dónde nacemos o el vientre de dónde venimos.

La Biblia dice de David que los hermanos no podían hablarle amigablemente, siempre le hablaban golpeando, y llega un momento en el que la hermandad se afecta o se daña.

Si es un reino donde haya hermanos, la Biblia también dice que muchos se levantaron y mataron a sus hermanos para quedarse con el reino.

Otros mataron a sus hermanos para quedarse con la herencia, porque no es fácil, y lo que se trata es que llega un momento dado en que hay amigos más unidos que un hermano.

¡Jesús como hermano!

Pero nos llama la atención Dios como hermano, Jesús como hermano, porque lo que dice la Biblia es que él fue el primogénito entre muchos hermanos, y cuando ellos no creían en él, se burlaban de él.

Y sus hermanos lo veían bajando con trozos de madera para poder darles de comer, porque él era carpintero, pero la última vez que lo vieron, no lo vieron bajando con un madero.

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Lo vieron subiendo con un madero, y allí estaba, para darle de comer a sus hermanos, nosotros, una manada de hambrientos, y lo que nos dio de comer fue su carne.

Ya vemos que cuando va subiendo al Gólgota la hermandad termina.

¿Qué herencia tiene Jesús?

Sencillo, es nuestro hermano mayor, es el dueño de todas las cosas, no hay porqué pelearse, como hermano él es único.

Si hacemos daño, nos hacemos daño a nosotros mismos, pero gocémonos con el que Dios se goza.

¿Cómo defines tú la amistad?

Amigo hay incluso más unido que un hermano; si nosotros tuviéramos tal amistad ¿Quién entre los amigos?

Abraham amigo de Dios, él no estaba buscando a Dios, Dios lo buscó a él, porque eso es amistad.

Hay momentos en que no buscamos a Dios, pero Dios nos busca a nosotros.

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Hay que efectuar un juicio en Sodoma y Gomorra, y les dijo a los ángeles:

“Vayan ustedes, y miren a ver si la maldad ha sido colmada, y yo después lo veré, pero me quiero quedar aquí con mi amigo Abraham”.

Es que en la casa de un amigo nos amañamos, y que hermoso cuando uno puede ver a ese amigo ahí en la casa.

La amistad va más allá del servicio a Dios, por eso Jesús no nos llamó siervos, dijo “No os llamaré siervos, os llamaré amigos” .

La diferencia entre el siervo y el amigo es una, el siervo tiene conocimiento de lo que le toca hacer a él, el amigo tiene revelación.

Por esa razón, el que sepamos que Jesús es Dios, que él es Padre, y todo eso que esté ligado precisamente a la doctrina sana.

No es por otra cosa sino porque él se reveló a nosotros, y las cosas que se revelan son secretos, y esos solo se revelan a los amigos.

En el compañerismo, hermandad y amistad, sin duda alguna Jesús es el mejor de todos.

Pastor: Guillermo Cabeza

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