Conversatorio la música y sus efectos

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Conversatorio la música y sus efectos

La música ha hecho parte de la vida del hombre en todos los tiempos, a través de la historia ha evolucionado y servido para muchas cosas. Hablaremos sobre el tema: «Conversatorio la música y sus efectos».

En el mundo secular se utiliza como terapia, como medio del hombre desahogarse de penas y dolores y en algunos casos hasta para quitarse la vida.

Otros la usan también en la agronomía para obtener algunos beneficios de sus cultivos.

En nuestro medio cristiano la usamos para rendirle culto a Dios y por medio de ella adorarle y alabarle.

¿Cree usted que es importante tener en cuenta sus efectos a la hora de hacer y producir canciones? Y ¿Por qué?

Definitivamente sí, el músico tiene que tener conciencia de que su música, sea cual sea está produciendo un efecto en la gente.

De alguna manera la música va a afectar positiva o negativamente a la gente.

A veces el efecto inmediato y el único que efecto que produce nuestra música, efecto meramente emocional pero a veces procuran es sacarle una lágrima a la gente.

El pueblo también debe tener cuenta esto porque el cantante o músico puede estar manipulando las emociones y las sensaciones de la gente y jugando con eso.

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Uno no puede confundir la manifestación de la presencia de Dios con la manifestación de mis emociones.

Si una canción me hace llorar no quiere decir que es una respuesta de parte del Señor.

A nosotros nos debe interesar es que Dios le hable a las personas.

“No hay causa sin efecto, por obvias razones no hay efecto sin causa”.

Si la fe no está fundada es Dios es muerta, no tiene sentido.

Lo mismo se puede decir de una alabanza a Dios, si el centro de alabanza no lo motiva Dios el efecto será sin causa, y si lo motiva Dios el efecto será maravilloso.

Riesgos que hay en los músicos que hacen música para Dios, quedarse con esos efectos que produce lo música.

Es posible que nos conformemos con ellos porque hay resultados, cambios.

El músico como instrumento no debe quedarse con esos límites naturales, debe ir más allá de lo natural, Dios es el que llega más allá.

Ritmos y géneros urbanos

La música es un lenguaje universal por el cual nos comunicamos y expresamos nuestros sentimientos.

En nuestro medio lo usamos para rendir culto a Dios pero en las últimas décadas han surgido varios géneros entre ellos la champeta, el reggaetón, el rap, entre otros, estos ritmos son conocidos como música urbana.

Qué posición tiene la Iglesia Pentecostal ante estos géneros que están surgiendo en nuestro medio cristiano y que desde su aparición en el mundo secular han sido criticados por sus letras satíricas y cargadas en algunos casos de morbo.

La música es una construcción, la música se hace, cualquiera que puede hacer música no es más importante lo que hace sino con qué lo hace.

Haciendo referencia a los elementos básicos o primarios que son de Dios.

Es decir, la materia prima, de ahí partimos de que eso es de Dios y lo que él nos dio.

Repartió dones a los hombres, llevó cautiva la cautividad, incluso a los incrédulos e independientemente de quien quiera que sea a los seres humanos.

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Conversatorio la música y sus efectos.

Cuando tenemos conciencia de las cosas Dios juzga nuestra conciencia, no las inconciencias, ese punto de partida no permite hacer las clasificaciones a quién le hago música, para qué hago música.

La música se usa con el objetivo para el cual fue creada y la gente tiene conciencia de eso, cuando hacemos un análisis exhaustivo de los géneros musicales.

Si el primer objetivo de mi canto es Dios, debo preguntarle si a él le gusta cómo le canto.

Preguntarle a Dios antes de tomar una posición porque si a él le gusta al pueblo le va a gustar.

Yo no puedo forzar a Dios a recibir algo que a lo mejor no quiere recibirlo.

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El evangelio es transcultural y es error decir, que tal género le agrada a Dios porque somos plurietnicos y pluriculturales.

La Biblia dice, que hay que cantar con sabiduría y con el entendimiento, a esto de los géneros hay que ponerle el filtro de Filipense 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

Según la psicología el músico o todas las personas que ejercen y arte tienden a desarrollar los dos hemisferios del cerebro, llevando esto a que muchas veces el músico en su forma de actuar es diferente a la de los demás.

No desconociendo que Dios trabaja en el ser humano y por la palabra él nos ubica ¿Qué tan real es esto? Y ¿Qué deben saber los pastores quienes son los que deben lidiar con los músicos que a veces pareciera que nadie los entiende?

Una cosa es música para los otros y otra cosa es música para el músico, tanto el que compone como el intérprete.

Es verdad que nuestro cerebro tiene dos hemisferios, cuando un músico tiene una construcción musical desde pequeño obviamente la riqueza musical.

Si hablamos de los músicos nuestros, cuando la parte musical afecta la conducta que se sale un poco de los principios, no en su totalidad pero si viene algo pequeño que ante lo típico tiende a ser como un desorden.

Y dicen: “bueno, y porque los músicos son tan desordenados”, no tanto en el juego, en la chanza, sino en su conducta.

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Conversatorio la música y sus efectos.

Es porque hay placer al hacerlo, es decir, hay una liberación de hormona llamada dopamina en esa conexión de los dos hemisferios.

Entonces hay tendencias a moverse, a identificarse con el público porque es que el músico crea una empatía con el oyente, con el público, es decir, se identifica con ellos.

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Esta hormona tiende a trasformar la conducta y la persona cuando pierde el control tiende a perder la coherencia.

El hecho de que un muchacho sea músico y tenga desarrollado sus dos hemisferios, eso no le da licencia a él para comportarse mal.

Entonces a ese músico hay que pedirle que aun sus dos hemisferios funcionen bien, debe comportarse como cristiano.

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