El cristiano en busca de la plenitud

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El cristiano en busca de la plenitud

Muchas personas necesitan estimulantes para experimentar estados de exaltación extrema, de afecto y pasiones para sentirse alegres, para sentirse liberados de sí mismos; hablaremos sobre el cristiano en busca de la plenitud.

Entre los estimulantes que la gente usa para sentirse bien, romper el hielo y así soltar su lengua, con el propósito de sentirse bien.

Porque de lo contrario no lo logran, están las drogas, si no se valen de ellas, aseguran que no van a tener la libertad.

Mientras, para nosotros como cristianos la necesidad constante en la vida, es la búsqueda de la plenitud de nuestra alma.

Es decir buscar la llenura del Espíritu Santo, en esto no debemos conformarnos.

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¿Sirven las drogas para mitigar el dolor?

Cuando nosotros vemos a algunas personas que llamamos indigentes, inhalando alguna solución, de una manera muy apresurada solemos juzgarlos.

Pero resulta que muy detrás de esa vida, ellos quieren mitigar el dolor, el hambre.

Incluso tratan de pasar por alto esa situación en la que están y que la vida corra.

Ellos lo hacen para sentirse mejor, que la vida les pase y no sentir el dolor, de pronto a veces lo hace para olvidarse de las penas, pero no estamos justificando la droga en ningún momento.

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Otros necesitan alcohol, y notamos que hay hombres que son valientes cuando están en estado de embriaguez.

Pero cuando están normales no mueven un dedo, pero es porque está bajo el efecto del alcohol.

Otros necesitan de diversiones peligrosas, pero casi todo esto es porque quieren sentir algo diferente, y como que lo necesitan porque de lo contrario no se sentirían bien.

Estamos hablando sobre: «El cristiano en busca de la plenitud».

¿Cuál es la estimulación del cristiano?

El cristiano es estimulado a llenarse de la plenitud del Espíritu, y el que logra esto, tiene experiencias sublimes, que se salen de lo normal.

Llenarse del Espíritu es permitirle a Dios que él consiga más de nosotros; alguien puede recibir el Espíritu Santo, pero no le permite al Espíritu Santo obrar.

Así que ser lleno del Espíritu es conocer el camino y permitirle a Dios que haga lo que tiene que hacer en nuestra vida, es dejar que el Espíritu de Dios ejerza control en nuestra vida.

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El Espíritu Santo no vino solamente a la vida de nosotros para hablar en lenguas, las lenguas son el resultado, la señal que nos está diciendo que el Espíritu vive en nosotros.

Lo que el Espíritu Santo quiere, es hacer cosas mucho más extraordinarias, y es allí donde tenemos que aprender a morir nosotros, para que Dios viva.

Cuando morimos, Dios vive, y es cuando vamos a permitir que Dios nos use en la dirección que él quiera.

Si morimos nosotros y dejamos que Dios viva, él se va ensanchando en nosotros, de allí que dice la Biblia: “Es Cristo en vosotros la esperanza de gloria”, eso es permitirle a Dios que tome el control en nosotros.

Estamos hablando sobre: «El cristiano en busca de la plenitud».

Ejemplo

La muchacha tiene el novio, y el Espíritu le dice “ese no es”, “pero es que yo lo quiero” y en la iglesia casi todo el mundo “muchacha por ahí no es” y ella “pero es que este es” y se enredan.

Pero resulta que es el Espíritu Santo que le está diciendo “es por otro lado” y después vienen “ay, por qué no hice caso”, pero es demasiado tarde, porque omitió todo cuando Dios le dijo.

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Ser guiado por Dios y ser lleno de él, nos permitiría llevarnos este mundo por delante y Dios haría cosas extraordinarias.

Por eso se presenta un contraste entre embriagarse con vino, y ser lleno del Espíritu.

“No os embriaguéis con vino” porque la persona que se embriaga con vino, queda bajo el efecto del alcohol, dominado y controlado por el alcohol.

Pero el que se llena del Espíritu, y le permite al Espíritu obrar, es controlado y guiado por Dios.

Esta debe ser la plenitud que como cristianos debemos buscar, ser llenos del Espíritu Santo.

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Pastor: David Alomia

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