El mejor préstamo

Hay un principio popular que dice: «se cuida más lo ajeno, que lo que es de nuestra propiedad»; si te prestan un carro lo cuidas mucho más que el tuyo, evitas los huecos, lo mantienes limpio y con todo el mantenimiento y papeles al día y todo porque no quieres que le pase nada al carro y luego al momento de devolverlo tener que pasar vergüenza con el dueño. Hoy hablaremos de El mejor préstamo.

Que bueno sería que tuviéramos este principio aplicado a la vida (espíritu) que se nos ha prestado de parte de Dios.

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La palabra de Dios dice: «y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio» Eclesiastés 12:7.

La vida que tenemos hoy ha sido prestada por Dios para su gloria y tarde o temprano volverá a su dueño y se nos pedirá cuentas de como la cuidamos.

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Por lo anterior, la mejor forma de cuidar y disfrutar lo que se nos ha prestado «la vida», es tratándola como a su dueño. A Jesús le gustaría tratarla en santidad, amor, integridad, sacrificio entre otras cosas.

Hoy te animo a que no malgastes lo que te queda de vida en cosas vanas, en mentiras e ilusiones, mejor deja que el dueño te guíe, para que cuando te la pida de regreso puedas quedarte con él.

«El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará». Juan 12:25.

Por: Eduardo Cuadros