El nuevo nacimiento es necesario

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El nuevo nacimiento es necesario

La gente necesita es entender el evangelio para recibir el Espíritu Santo, una vez esto se da, podemos tener la certeza de que: El nuevo nacimiento es necesario.

Algunos dicen que “El que no tiene el Espíritu de Cristo, tal no es de él”, ese es un versículo mal predicado que incluso ha sacado a gente de la iglesia.

Porque si una persona ha oído el evangelio, ha creído, es bautizado y el pastor le dice esto, entonces él dirá ¿qué hago yo aquí?

No está hablando del bautismo del Espíritu Santo, ese es el problema de los textos sin contexto, no se le olvide las reglas elementales:

  • ¿Quién lo dijo?
  • ¿A quién se lo dijo?
  • ¿Cuándo lo dijo?
  • ¿Por qué lo dijo?
  • ¿Para qué lo dijo?

Si usted no usa eso, va a usar mal la palabra de Dios y en consecuencia no va a ser un obrero aprobado de Dios porque no traza bien la palabra de verdad.

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Ahí se está refiriendo al comportamiento cristiano, el contexto dice “Los que son de la carne, piensan en las cosas de la carne y en las cosas de la carne se ocupan”.

Cuando se encuentran por ahí con alguien que se rebotó y usted dice ¡este hermano tiene mal espíritu! se está refiriendo al comportamiento, no al Espíritu Santo.

Además, las cartas fueron escritas a la iglesia, todas las cartas tienen un encabezamiento, Pablo Apóstol de Jesucristo a los santos y fieles en Roma, en Corinto, Galacia, Éfeso, etc.

Entonces los destinatarios de las cartas eran personas que habían sido bautizadas y habían recibido el bautismo del Espíritu Santo.

No se les olvide que en los evangelios están los mandamientos y las promesas de Jesús.

En los Hechos está el cumplimiento pero la doctrina está en las epístolas, la enseñanza, el Señor Jesús solo habló de la iglesia dos veces.

“Más yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Mateo 16:18.

“Y si no oyere a ellos, dilo a la iglesia: y si no oyere a la iglesia, tenle por étnico y publicano”. Mateo 18:17.

Hasta que no hubo 12 hombres que supieran a ciencia cierta quién era él, no habló de la iglesia, no se encuentra la palabra “Iglesia” antes de estos versos.

Pero Pablo escribió 13 cartas y en todas ellas habla de la iglesia y Pablo escribió una carta en Efesios.

Que es la carta que describe la iglesia desde su origen, hasta su presentación en el cielo por el mismo Señor.

Pablo resumió el propósito de la iglesia en 4 Hechos que están ahí en la carta a los Efesios.

Cristo amó la iglesia antes de la fundación del mundo, se entregó así mismo por ella, el cumplimiento de los tiempos.

Para santificarle, purificarle en el lavado de agua por la palabra a fin de presentarse sin mancha y sin arruga.

En esos hechos está encerrado todo el propósito de la iglesia y eso está en Efesios.

O sea, que la doctrina está en las cartas, no la busque en los evangelios, mucho menos en el Antiguo Testamento.

Todos los destinatarios de esas cartas ya habían recibido el bautismo del Espíritu Santo por eso hay que seguirlo repitiendo porque eso es lo que es la enseñanza.

“En él también vosotros habiendo oído la palabra de verdad del evangelio de salvación y habiendo creído fuisteis bautizado por el Espíritu Santo que es las arras de la herencia”.

Noten en Efesios que es la carta de la iglesia, habla en dos tiempos:

“Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa que es arras de la herencia hasta la redención”.

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención”.

“Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos de Espíritu”.

Una persona recibe el Espíritu Santo porque es salvo y porque es hijo de Dios, eso está claro, eso no es un argumento, eso está en la Biblia.

Yo no predico argumentos porque la palabra de Dios es la que imparte la vida, la fe.

“El que oye mi palabra tiene vida eterna”.

La historia de la humanidad está dividida en tres partes: antes de la ley, la ley y después de la resurrección de Cristo.

Los principios no cambian, eso de que el bautismo es el nacimiento de agua no es así, eso tiene una advertencia antes.

“Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación…»

«Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”.  

El bautismo es la sepultura, no puede ser igual la sepultura y el nacimiento.

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La salvación es un lavamiento y ese lavamiento lo produce la palabra.

Entonces el nacimiento de agua es nacer de la palabra de Dios, el bautismo es el acto de sepultarlo, el bautismo es una semejanza.

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“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo…»

«A fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva».

«Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”.

Eso era lo que Jesús le estaba diciendo a Nicodemo y que él no quería entender.

Recordemos que estamos desarrollando el tema: El nuevo nacimiento es necesario.

Jesús se reservó la doctrina del nuevo nacimiento para dársela precisamente a un príncipe de la religión.

Jesús no le habló del nuevo nacimiento a María Magdalena que era una endemoniada, ni a la samaritana que era una campeona del divorcio.

Tampoco a la mujer que le lavó los pies con sus lágrimas, ni a Zaqueo el ladrón publicano, ni al ladrón de la cruz porque los grandes pecadores saben que están perdidos.

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Pero la gente recogida y especialmente los religiosos piensan que por lo que hacen y lo que no hacen están en buen puesto delante de Dios.

Nicodemo vino creyendo y reconociendo.

“Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”.

Con todo ese reconocimiento que Nicodemo le hace, Jesús le responde.

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.

Así como Jesús habló de la iglesia solo dos veces pero no explicó más nada, sino los apóstoles.

Así también Jesús le habló del nuevo nacimiento a Nicodemo y le dijo cómo nacer pero no le dio más explicaciones.

La manera de Dios tratar con la gente es por medio de la fe, tengan presente siempre que el sistema de Dios ha sido, es y será por la fe.

La fe es el elemento básico de la vida cristiana y la fe la produce la palabra de Dios, hay que predicar.

La palabra de Dios es la simiente de Dios, cuando esa palabra es engendrada, dice que puede salvar nuestras almas.

El nacimiento de agua es el nacimiento de la palabra porque uno nace de lo que fue engendrado, eso es un principio que nadie lo puede cambiar.

La simiente de Dios es su palabra por eso no hay que correr y que preguntarle a los que se van a bautizar porqué quieren bautizarse.

Porque a veces los familiares los acosan para que se bauticen y hay gente que se bautiza con una convicción sencillamente porque están acosados o por otro interés.

Teniendo en cuenta que el tema que estamos desarrollando es: El nuevo nacimiento es necesario, todo lo que dice este libro es el resultado de dos cosas.

Primero que Dios hizo promesas y sin promesas no hay fe, por eso el evangelio es el que produce la fe.

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Si usted predica otra cosa no va a sembrar fe, el evangelio es la promesa de Dios de salvar al hombre y Dios ha hecho promesas.

Y segundo Dios ha encontrado quien se las crea y cuando Dios cumple sus promesas, honra sus palabras y honra la fe del que le creyó.

Hebreos 11, es una lista de cómo Dios honró la fe.

Por eso si queremos las señales, si queremos que la gente reciba el Espíritu Santo, tenemos es que predicar el evangelio porque el evangelio es el que produce la fe.

Pastor: Eliseo Duarte

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