El señorío de Cristo, fundamento de todo cristiano

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El señorío de Cristo, fundamento de todo cristiano

En la vida cristiana hay verdades fundamentales, que si realmente llegáramos a tenerlas, todo lo demás caería un su sitio por su propio peso. Hablaremos sobre «El señorío de Cristo».

Verdades fundamentales de la vida cristiana

• El señorío de Cristo
• La muerte de Cristo
• Resurrección de Cristo
• La segunda venida de Cristo

Las demás cosas del cristianismo son dependientes de las verdades fundamentales de la vida cristiana.

Es importante que tengamos claras estas verdades que la Biblia enseña, para que nuestra vida esté fundamentada y lista para recibir al Señor.

Muchas personas tienen una imagen distorsionada de Cristo.

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Estamos hablando sobre El señorío de Cristo.

Si usted escogiera al azar un grupo de personas y les da un papel y les dice: digan ¿Cuál es la imagen que usted tiene de Cristo?

El 90% escribiría una de dos, o el niño Dios en el pesebre o el crucifijo, esas son las dos imágenes que la gente tiene de Dios.

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El problema es que si yo tengo una imagen de Cristo como un bebé, un bebé es un niño indefenso no se puede alimentar solo.

No se puede bañar solo, no puede ir a ninguna parte solo, lo tienen que llevar, lo tienen que cargar, lo tienen que alimentar, le tienen que comprar todo.

Si usted tiene un bebé no va a ir a la cuna a decirle mijito, ¿qué hago? o llora o se ríe, pero el niño no le va a decir qué hacer.

Entonces la gente piensa pobrecito el niño Jesús, porque tiene esa imagen en su cabeza y no se ha dado cuenta que esa imagen le ha entorpecido su vida cristiana, su vida espiritual porque tiene una visión lastimosa de Jesús.

Nuestra fe ha sido averiada por esa imagen de un Jesús pobre e indefenso, que no tuvo ni para comprarse una cama donde dormir, donde nacer, ¡Pobrecito!

Otros todavía tienen la imagen del Cristo crucificado, claro que Cristo fue crucificado y fue un gran evento, pero Jesucristo nada más duró unas horas en la cruz.

La Biblia dice que Jesús fue crucificado en debilidad, la gente dice: ‘a otro salvó, pero asimismo no se pudo salvar’.

Si congelas la imagen en la mente del Cristo que fue crucificado, se te irá convirtiendo esa imagen de Cristo permanente, pero esa no es la imagen verdadera de Cristo.

Es importante que conozcamos completamente sobre El señorío de Cristo.

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Cuando lo colgaron estaba desnudo, porque no crea usted que estaba con el trapito ese que ponen en las pinturas, eso lo hacen por respeto, pero a los que crucificaban, los crucificaban desnudos, avergonzándolos públicamente.

La Biblia dice que las mujeres miraban de lejos, la única que se atrevió acercarse fue su mamá, pero la imagen era tan vergonzosa porque lo humillaban hasta los sumos.

Esa imagen es de un Cristo avergonzado, un Cristo que llevó la maldición nuestra, pero la Biblia dice que, aunque fue crucificado se levantó con poder.

Nuestros niños tienen que aprender, que hay un Cristo que no se quedó en el pesebre y que no nació en el pesebre.

Porque no tuviera plata para comprarse una cama, él escogió así, ellos tienen que saber que Cristo es diferente.

La palabra ‘SEÑOR’ significa amo, dueño, el que tiene la autoridad suprema.

Así que el día que nació Jesús, lo que los ángeles estaban diciendo es que «os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor». Lucas 2:11.

Para nosotros ‘señor’ es una palabra común y corriente pero el ‘SEÑOR’ es Cristo, es el amo, el que tiene toda autoridad, el dueño de todas las cosas.

Cuando nosotros descubrimos este Cristo, entonces las cosas cambian, nuestra actitud cambia radicalmente el día que nosotros realmente comprendamos que Jesucristo es el SEÑOR.

El día que comprendamos que todas las almas son de él, que todo lo que hay en este mundo es de él, vamos a tratar las cosas diferentes.

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Yo no puedo hacer con mi vida lo que me da la gana porque no es mía, es del Señor.

Cuando usted tiene la revelación del señorío de Cristo, la actitud suya frente a la vida, cambia totalmente.

La gente está acostumbrada a que Jesucristo es el mandadero, ‘Señor vaya y bendiga a fulano, Señor vaya y sane a no sé quién…’ a los cristianos les fascina darle ordenes al Señor…

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Entender quién es el Señor va a cambiar nuestra vida, Dios es quien da las ordenes porque es el Señor, no nosotros.

Es ingenuo pensar en darle ordenes al Señor, por eso la Biblia dice que a veces ni siquiera sabemos pedir como conviene.

El señorío de Cristo es el eje central de la fe cristiana.

Hay gente que dice ‘estoy agradecido con el Señor y por eso voy a bautizar’, usted no se bautiza por agradecimiento, usted se bautiza porque está perdido y si no se bautiza se va al infierno.

Cuando yo tomo una decisión con respecto a Cristo, no la tomo porque él hizo algo por mí.

La tomo porque admito que él es el que puede llevar mi vida mejor que yo, que sabe a dónde ir, que sabe cómo vivir mejor que yo.

El día que el hombre entienda que Cristo es el Señor, su vida se transforma, su vida deja de ser solo una manera.

El asunto es que nosotros lleguemos solo aceptarle.

Jesús dice: ¿Por qué me llamáis Señor y no hacéis lo que yo digo?

Eso quiere decir, que cuando yo acepte que Jesús es el Señor, voy hacer lo que él diga, porque aceptarle como Señor es obedecerle.

A la gente no le gusta leer la genealogía y no las lee, pero resulta que si Dios las puso en la palabra es porque son importantes, es porque a Dios le interesa que la gente sepa de dónde venía Jesús.

Usted se da cuenta que Jesús viene descendiendo hasta que llega a ser descendiente directo del rey David.

Jesús nació de la tribu de Judá y cuando alguien es descendiente directo de un rey es un príncipe.

Así que Cristo el día que nació en un pesebre no tenía ninguna humillación.

Allá en el pesebre lo estaba esperando el cetro y el cetro dice Isaías: “Reposará sobre sus hombros”.

No importa donde naciera porque el título no se lo da la cama, el título se lo da la descendencia, el que nació era un príncipe y punto.

Así que el pesebre no hizo pequeño a Jesús, Jesús hizo grande al pequeño porque el que nació en el pesebre era el rey.

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Pero resulta que cuando Cristo nació era un príncipe heredero del trono y en el trono no había ningún rey sentado.

Así que Cristo por derecho era el rey que tenía que llenar ese trono.

Cristo no era un personaje cualquiera, no era ningún desconocido, cuando aquellos tres señores estaban buscando Jesús.

Ellos no dijeron: por aquí ha nacido un niño en un pesebre o un príncipe.

Ellos dijeron ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto.

No estaban buscando a un niño en un pesebre, no estaban buscando un príncipe, estaban buscando al rey que había nacido.

Por eso cuando nos arrodillamos lo hacemos ante el rey.

Cuando aquellos señores encontraron al rey, entregaron los regalos y se arrodillaron para adorarlo, hicieron un viaje de dos años solo para arrodillarse ante el rey que había nacido.

Jesucristo es Señor por derecho, pero este Jesús además de que nació de sangre real, comenzó a demostrarle al diablo y al mundo que tiene la capacidad para ser rey.

Jesús se enfrentó a las enfermedades y las sanó todas, se enfrentó a los problemas de la vida social y los solucionó todos.

Y lo más inexplicable es cómo lo mataron y el solo se resucitó, eso lo deja ante nosotros como todo un Señor.

Contemple a Cristo, él es digno de admiración, es un ser maravilloso, podemos creer en él, podemos confiar en él.

Es el Señor del universo, el rey de reyes y Señor de señores, el todo poderoso, tiene un nombre sobre todo nombre.

Confesemos que Cristo es el señor, no haga con su vida lo que quiere porque su vida es de Cristo.

Si bien lo deseas, puedes ampliar tus conocimientos sobre este tema, viendo la siguiente enseñanza.

Pastor: Alvaro Torres

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