El tiempo es ahora

3252

El tiempo es ahora

 «Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Desarrollaremos el tema: «El tiempo es ahora».

Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

Más esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán.

Vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán». Hechos 2:14-18.

El tiempo es ahora, si analizamos el texto elido, podemos darnos cuenta que su intención es ubicarnos dentro del marco del tiempo.

Y este es un texto apropiado, para ubicar al cristiano dentro del tiempo de Dios.

Es importante tener esto en cuenta, en nuestra vida Cristiana.

Porque si el cristiano no sabe en qué tiempo está, ese cristiano no se proyecta.

No se viviría según lo que el tiempo indica, pero por el contrario, si sabemos el tiempo en que vivimos, estaremos mejor ubicados.

Ejemplo de esto, podemos tomar cuando el Señor le dice a los discípulos.

¿Ustedes son los que dicen que faltan cuatro meses para la siega?

Pues yo les digo que están equivocados, el tiempo es ahora, levantes los ojos y miren porque los campos están blancos y listos para la siega.

Debemos entender lo que Dios nos trata de decir en estos tiempos.

Porque muchos en nuestra iglesia no saben siquiera que tiempo está viviendo la iglesia.

Algunos de nosotros un están esperando al mesías, como lo hace Israel.

Pero sabemos que el mesías ya vino hace mucho tiempo atrás, y que somos salvos ahora por él.

Pero también sabemos, que somos un pueblo que sabe y conoce el tiempo de Dios, y que estamos en su propósito.

También te puede interesar: Estamos viviendo tiempos de gloria

Es por esta misma razón, que nos gozamos y disfrutamos de esta vida porque sabemos que el tiempo es ahora.

Y así de la manera en que el profeta Joel profetizó sobre los postreros tiempos que vivieron los discípulos de Jesús y la manera en como ellos lo entendieron.

Así debemos hacerlo nosotros en estos momentos, dándole gloria a nuestro Dios y reconociendo esta gran verdad y nos ubiquemos en el tiempo en el que estamos.

Pero también hay que tener en cuenta tres cosas fundamentales, tres bendiciones las cuales el Señor derramaría en los postreros tiempos.

La primera de ellas es que el Señor se manifestaría en carne, porque estaba profetizado que él nos hablaría a través del él mismo manifestado en carne.

También te puede interesar: Dios manifestado en carne

Pero también nos dice que nos revelaría, como dice la palabra.

Por tanto mi pueblo también conocerá mi nombre y el tiempo es ahora en el que hemos ya conocido su nombre.

Y aún más glorioso es esta tercera bendición, porque dice Dios en su palabra que en los postreros días derramaría de su espíritu en cada uno de nosotros.

No pensemos que pasaran muchos años para que esto suceda, no, porque esa profecía de los tiempos postreros hace más de dos mil años que empezó a ocurrir.

Ya hace más de dos mil años que se han cumplido los postreros tiempos porque el tiempo es ahora donde aún esa profecía sigue su curso y sigue derramando de su Espíritu.

También te puede interesar: Necesitamos estar avivados todo el tiempo

De esta manera, lo preparó el profeta Juan el bautista porque esta profecía ya estaba escrita, setecientos años antes ya el profeta Isaías lo había escrito.

Que había uno que vendría con un vestido extraño en el desierto, con una palabra profética y que este le prepararía el camino al Dios de los cielos.

Y dice la Biblia, que Juan no le conocía, y que por esta razón, se le tuvo que dar señal para que este lo reconociera.

De esta forma descendió el espíritu de Dios en forma de paloma sobre Jesús.

Y no es que se le hubiese dado en ese momento aprobación a la santísima trinidad como algunos lo dicen.

Sino que era esa la señal para que Juan reconociera quien era el que bautizaría con el Espíritu Santo.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Pero aunque este ser divino que es Dios se haya vestido de semejanza de hombre, se nota en él algo distinto, se nota en el algo poderoso.

Porque dice la palabra, que cuando Juan estaba bautizando en el Jordán levantó su cabeza y vio a uno diferente que venía en la fila hacia él.

Él levantó su voz al cielo y señalándolo dice, he aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Y dice Juan, este era en que yo les decía, el que era antes de mí, el que yo no soy digno siquiera, de desatar el calzado de sus pies, pues es primero que yo.

De esta menara, Juan preparaba el camino al Dios nuestro, al único y verdadero Dios, al que vino y se manifestó en carne, para redimirnos del pecado.

También te puede interesar: Cuál es el tiempo de Dios

Y ¿Cómo no estar felices?, ¿Cómo podríamos estar tistes nosotros?

Si el único y verdadero Dios se ha manifestado para traernos salvación, esperanza, libertad y gozo a nuestras vidas.

Y el tiempo es ahora en el que nos gozamos completamente porque sabemos que él que murió para redimirnos del pecado fue nuestro gran Dios.

Como lo dice el apóstol Pablo, mi gran Dios y salvador fue quien me redimió.

Pero mucha gente no entiende esto, no le ha sido revelada esta palabra de verdad.

Porque grande e indiscutible es este misterio como lo dice la palabra.

Porque así lo dice Pablo en su primera carta a Timoteo.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, ara que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. 1 Timoteo 3:14-16.

En los postreros tiempos dice Dios, y el tiempo es ahora, donde para lo que no tiene esperanza.

Para lo que creen que no hay una oportunidad, y que todo ya se ha cerrado.

A todos ellos hay que decirles que hay uno, que ha venido a darlo todo por nosotros, y que todo este tiempo lo estamos viviendo hoy, el tiempo es ahora.

También te puede interesar: Estamos en el tiempo del fin

Es el tiempo de dar buenas nuevas, y las buenas nuevas es que existe un Dios que renueva, que quita el mal humor, que quita la tristeza en gozo, en alegría.

Porque estas son las características de los postreros tiempos de un Dios que se ha manifestado para traernos gracia sobre gracia y bendición tras bendición.

Estas son las características del único y verdadero Dios que es la vida eterna, y este es Jesucristo nuestro salvador y redentor.

Por eso, no nos cansamos de predicarlo y adorarlo.

Porque le ha dado todas estas bendiciones a nuestras vidas y le esperamos con gozo hasta el día que venga por su pueblo.

Pastor: Jeremías Velásquez

Artículo anteriorSer diferentes a los demás
Artículo siguienteEl cuidado especial de la viña