Estudiar la palabra es espiritual o académica

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Estudiar la palabra es espiritual o académica

Sabemos que el capítulo más largo de la Biblia habla sobre la palabra de Dios, pero hoy nosotros conoceremos si: Estudiar la palabra es espiritual o académica.

Dios nos está dando un mensaje acerca de qué es importante para él, un escrito sobre la importancia de la palabra de Dios.

Antes que cualquier cosa está la palabra de Dios porque cualquier experiencia que nosotros tengamos debe estar fundada en lo que la palabra dice.

“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra con todo mi corazón te he buscado. No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti”.

Usted se puede inventar todas las recetas que quiera, pero la Biblia dice que el joven limpia su camino guardando su palabra y dice:

«En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti».

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Nosotros queremos resolver el pecado con lo que la Biblia dice que no se resuelve, la palabra de Dios tiene una importancia de guardarnos del pecado.

“El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable”.

Nosotros tenemos que entender de una vez por todas, que toda nuestra práctica cristiana depende del conocimiento de la escritura, de la reverencia por la escritura y el amor por la escritura.

El que no ama la vedad, Dios le dio espíritu de error para que crea la mentira.

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca…»

«Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca».

«Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa y cayó…»

«Y fue grande su ruina. Cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”.

Recordemos que estamos desarrollando el tema: Estudiar la palabra es espiritual o académica.

Jesucristo está diciendo una cosa que para nosotros debe ser muy impactante, eso quiere decir.

Que las casas no se caen porque haya tempestades, porque soplen vientos y porque los ríos con ímpetu vayan contra las casas.

Las casas se caen porque están mal edificadas, están edificadas sobre la arena y no sobre la roca.

Así que la estabilidad de la vida cristiana dependerá de la atención que nosotros le prestemos a las enseñanzas de Jesucristo.

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Nosotros debemos estar convencidos de la importancia que tiene la palabra de Dios, no es una pérdida de tiempo, ni un tiempo mal invertido el estudiar, no pasar por encima, sino estudiar, prestar atención.

Es decir, yo presto todos mis sentidos para percibir lo que Dios quiere decirme.

No hay duda, la importancia de la palabra de Dios es indiscutible, es fundamental, no podemos quitarle la importancia capital que tiene la palabra.

Porque ese es el pensamiento de Dios, lo que Dios piensa lo dejó escrito en la palabra para que lo demos a otros.

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.

El estudio de la palabra se impone si nosotros pretendemos llegar al fondo del conocimiento de la verdad.

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Nosotros necesitamos entender el estudio de la palabra de Dios, si la palabra es importante, el estudio tiene que ser más importante porque es una materia importante.

Teniendo en cuenta que estamos hablando sobre Estudiar la palabra es espiritual o académica.

Nosotros necesitamos estudiar y la palabra estudiar no quiere decir leer, quiere decir, investigar.

Insinúa el método porque estudiar es tomar una materia y organizarla para fijarla en el conocimiento mío y del otro.

Toda escritura es buena pero no toda escritura sirve para todo, el hombre de Dios debe estar orientado, ubicado, saber para dónde va.

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El hombre de Dios debe estudiar las escrituras de tal manera que clasifique los conocimientos para saber cómo aplicarlos, así que no se trata solo de hablar, sino de estar orientados.

Así que el estudio supone a que yo le dedico tiempo al estudio de la palabra de Dios.

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”.

Meditar no es pensar ligeramente, es concentrar mi atención en algo específico, examinar, nosotros hemos perdido la costumbre de meditar y esta palabra es para meditarla.

“Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”.

Necesitamos ponerle atención al estudio de la palabra. Recuerda que la gente no se convierte por tu oratoria, sino por el poder de Dios.

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Vamos a meditar profundamente en la palabra de Dios, vamos a sacarle tiempo, a estudiar como dice el apóstol para presentarnos aprobados, para saber cómo aplicar ese tramo recto de la palabra de Dios.

No le tenga miedo a la exégesis de la escritura, claro que para poder hacer exégesis hay que estudiar la palabra, para saber hacer estudio hay que saber herméutica.

Los hombres de Dios fueron gente que estudió con orden la palabra de Dios.

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El hombre espiritual es un hombre balanceado, es una persona que saca su tiempo para lo que tiene que hacer, sea de una manera o sea de otra pero lo hace balanceadamente.

Tiene a Dios en su vida no solamente en las horas devocionales, sino en toda hora de su vida, ese es un hombre espiritual.

Dios es su palabra, todo lo ha hecho por su palabra, esa palabra es la que nos limpia, la que provoca un efecto espiritual, en la palabra aprendemos todo, que él sana, que él salva a la gente.

Además, aprendemos a orar, aprendemos qué es lo que tenemos que predicar, ahí aprendemos todo.

Pastor: Alvaro Torres

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