Jesucristo cabeza de la iglesia

3306

Jesucristo cabeza de la iglesia

Jesucristo cabeza de la iglesia y la iglesia que somos nosotros, somos el cuerpo de Cristo.

El que se mete con la iglesia de Cristo, se mete es con el cuerpo de Cristo, y el que se mete con el cuerpo de Cristo, se mete con la cabeza, y la cabeza de esta iglesia es Jesucristo.

Así el que se mete con la iglesia, se mete con el mismo Dios.

Es normal que la cabeza dirija un cuerpo, del mismo modo Jesucristo siendo la cabeza nos dirige a nosotros como iglesia.

Vea también: Cómo se crece dentro de la iglesia

Si nosotros nos dejamos dirigir por la cabeza que es Jesucristo, todo nos saldrá bien.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

 

También te pude interesar: Una iglesia de éxito

Tu y yo que hemos sido rescatados por Jesucristo, lavado y comprados por su sangre, somos los que conformamos el cuerpo de Cristo.

Suscríbete a nuestro Canal de Youtube

Para donde va la cabeza va el cuerpo, para donde vaya Jesucristo va su iglesia.

Todo cuerpo se identifica por la cabeza, cuando a usted le van a tomar una foto para un documento, no le toman la foto al pie, ni a una mano, sino a la cabeza.

Porque la cabeza es la que identifica al cuerpo. A esta iglesia la identifica la cabeza que es Cristo.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Nosotros como iglesia no tenemos a cualquier cabeza, tenemos es al verdadero Dios que nos dirige hacia la vida eterna.

También puedes ver: Una iglesia bien ubicada

Él viene a buscar su cuerpo, porque él lo compró con su propia sangre, y viene a buscarlo para llevárselo.

Jesucristo al que nosotros servimos y adoramos, para él todo es posible y nada le queda pequeño, porque él puede con todo al mismo tiempo.

Te invitamos a que veas la siguiente enseñanza, donde se amplía más sobre este tema.

Pastor: Arnulfo Sierra

Artículo anteriorLetra Bella experiencia | Aquerles Ascanio
Artículo siguienteCimentados en la roca que es Cristo