La actitud del adorador ante la dificultad

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La actitud del adorador ante la dificultad

La adoración es la actitud del ser de la persona y no hace exactamente referencia a lo que tiene que ver con la música o la alabanza. Hablaremos del tema: «La actitud del adorador ante la dificultad».

Sin embargo, la actitud del adorador, no solamente es importante a los pies del maestro, claro que estar a sus pies es algo grande y maravilloso.

En la vida hay tantas cosas que ameritan de la habilidad del adorador para enfrentar situaciones en las cuales él pueda sacar bendición aun en los momentos críticos, convirtiendo el problema en una bendición.

Pareciera ser que al igual que la gente del común, asumimos actitudes naturales y cuando las circunstancias son buenas reímos, cantamos, saltamos, estamos en el culto y gloria a Dios por eso, pero si la circunstancia entonces la actitud del adorador cambia.

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Y el termómetro que mide la adoración del hombre, son las circunstancias de la vida y no es exactamente el culto congregacional.

Porque en la iglesia podemos llenarnos de gozo, alegría y eso es bueno porque somos seres emocionalita, pero si en la casa llega y tiene un problema, entonces se descompone.

A veces convertimos las bendiciones en problemas, porque si no es él, ella, los hijos y termina en problema, esa no es la actitud de un adorador.

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El adorador sabe que aun en las circunstancias difíciles hay que adorar, el adorar no se mide por la entonación, aunque la circunstancia sea difícil sabe que algo está haciendo el Señor.

Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”. Juan 11:3-4.

¿Cómo es posible que una enfermedad sea para la gloria de Dios? ¿Cómo es posibles la escasez economía sea para la gloria de Dios? ¿Cómo es posible que si lo botan de un trabajo sea para la gloria de Dios?

Eso contradice los principios de la normalidad, pues, precisamente Dios contradice lo natural, porque los que vivimos en esta vida entendemos que aun la muerte es para la gloria de Dios.

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¿Qué pasa si las cosas no son igual? Llegan a la casa sin motivación, esas son las causas por las que el hombre desenfrena, se llana de ira y eso es natural, es la reacción en el momento difícil.

Pero para un adorar eso no es lo natural porque el adorador está hecho de otro material, es de otro pueblo que no es de aquí.

La actitud del adorador frente a las circunstancias adversas de la vida es diferente, usted lo puede creer.

¿Cómo es posible que un hombre que es castigado, que es ridiculizado salga contento y gozoso? ¿Cómo entender eso? ¿Cómo adorar a Dios aun en la aflicción?

El adorador aun en el momento crítico levanta las manos a su Dios.

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La actitud del adorador ante la dificultad

Alguien que adora a Dios en la alegría, que adore en la tristeza, en los días frescos y también en los días tristes y sombríos.

El problema de muchos adoradores es que no conocemos al Dios que adoramos, y al no conocerlo hacemos muchas cosas.

Aprendemos a cantar a gritar, levantamos las manos, pero al no tener una experiencia verdadera e Dios, cualquier circunstancia lo pone del otro lado.

El que no conoce a Dios rápido se aflige, si no hay empleo reniega de Dios, “si yo sirvo, si yo voy a la iglesia” y reniega porque no se sana, porque no se convierten los hijos, el esposo.

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Pero el verdadero adorador tiene su vida en adoración para él. Lo mejor que puede hacer un hombre para aprender adorar es conocerlo a él.

Cuando sabemos quién es él, no podemos quedarnos quietos. Algo tiene que suceder cuando alguien tiene una experiencia grande en Dios.

Es que el que adora no solamente sirve para que ejecute un instrumento, cante una alabanza o tenga una actitud religiosa.

El que adora sabe cuál es su Dios y puede hacer cosas grandes aun en momentos difíciles.

Pastor: Jairo Graffe

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