La resurrección de Jesucristo es la victoria de la iglesia

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La resurrección de Jesucristo es la victoria de la iglesia

Las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia, puede levantarse quien quiera contra ella, pero no se asuste, porque esta iglesia está segura y tiene garantizada la victoria porque la resurrección de Jesucristo es la victoria de la iglesia.

 

Si Jesús no hubiese resucitado, nuestro esfuerzo sería en vano, careceríamos de fundamento, pero la resurrección de Jesucristo es la victoria de la iglesia.

La revelación divina que le hizo Jesús a Pedro cuando le dijo:

“Tú eres el Cristo, el ungido de Dios, el Mesías prometido”.

Era porque justamente el siglo I, era un siglo de expectación escatológica para los judíos.

Había una convicción entre los judíos, que había llegado el tiempo de la manifestación del Mesías y justo unos años antes de la manifestación de Jesucristo.

Se levantó un hombre llamado Teudas y un grupo le seguía, pero perecieron.

En la historia de Israel, se levantaron muchos falsos Mesías y la gente se fue llenando de temor, había muchos decepcionados en Israel.

Sin embargo, ellos abrigaban la esperanza y ahora trataban con más cuidado de seguir alguno que se hiciese pasar por el Mesías.

Cuando Juan el Bautista inició su ministerio, multitudes salían a él, como el pueblo estaba en expectativa se preguntaban si él era el Mesías.

Porque ellos veían en Juan a un varón santo, precisamente un posible Mesías.

Además, querían saciar esos temores y comienza él a decir que no lo era y hablar del que venía.

Pedro fue convencido aquel día de la pesca milagrosa, los milagros que, hacia Jesús, indicaban que él era el Mesías de Dios.

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Pero había algo frustrante en el escenario de la manifestación del Mesías.

Y es que la gente en Israel no lo veía como el Mesías, iba de tras de él por los beneficios que hacía para con ellos.

Había evidencias de que ese varón era el Mesías, era el libertador del pueblo de Dios y hay un grupo con él.

12 que son llamados sus discípulos, lo han oído hablar, haciendo milagros y han estado presente en su ministerio.

También le seguían los saduceos y fariseos, ellos se resistían a creer que Jesús era el Mesías y le pedían señales, aun con todo lo que había hecho.

Pero había una señal que no iba a ser ignorada, la señal de Jonás.

El sello que daría testimonio que Jesús es el Mesías de Dios, la resurrección de Jesús es la victoria de la iglesia.

Esta iglesia de Jesucristo no puede ser detenida en su marcha por ninguno de los flagelos del mal, contra la iglesia primitiva se levantó lo religioso de esa época.

Pero los sacerdotes y escribas comenzaron a convertirse al evangelio.

Luego se levantó el estado y había un hombre vanagloriándose y vino un ángel y lo mató.

Entonces se movió otro flagelo del mal, los brujos, los hechiceros de la época.

Que arremetieron contra la iglesia, pero hay testimonio en la escritura que indica que.

“Las puertas del hades no prevalecerán contra mi iglesia”.

Esta iglesia tampoco será detenida en aquel día cuando el Señor mismo con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descienda del cielo.

Porque ese día, los muertos en Cristo resucitarán primero y nosotros si aún vivimos, seremos transformados en un abrir y cerrar de ojos.

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“Edificaré mi iglesia”, habla de futuro, quiere decir que lo iba hacer.

Pero llegaría el tiempo en que iba a culminar esa obra perfecta que es su iglesia.

La edificación de la iglesia es un proceso, habla de un trabajo constante y paciente hacia una meta de plenitud.

Pablo dice: “Hasta ahora sufro dolores como de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”.

Jesucristo se comprometió él mismo a trabajar en la edificación de su iglesia.

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Nosotros somos colaboradores de Dios, pero el arquitecto es Jesucristo.

La iglesia es el proyecto cumbre de Dios y él mismo se ha empeñado en edificar su iglesia.

Aunque hayamos hecho un trabajo eso no nos hace dignos de decir que nos pertenece, porque el plan eterno es de él.

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La resurrección de Jesucristo es la victoria de la iglesia.

Esta iglesia, es la iglesia del Señor Jesucristo de Nazaret. Nosotros somos colaboradores de Dios.

Pero la iglesia la edifica él porque él la compró con el precio de su sangre derramada en la cruz del calvario.

El fundamento de nuestra fe es la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.

La limpieza de nuestros pecados y el perdón que hemos adquirido en las aguas del bautismo.

Esto cobra valor por la resurrección de Jesucristo y la confianza que nosotros tenemos que resucitaremos también, está fundamentada en la resurrección de Jesucristo.

Gracias sean dadas a Dios porque Jesucristo resucitó de entre los muertos y dice la Biblia:

“Sobre esta roca edificaré mi iglesia”.

Jesucristo no es como Teudas ni como Judas el Galileo, Jesús no es un Mesías que quedó en la sepultura.

Él es Mesías prometido y quedó demostrado y es la base en la que está edificada esta iglesia.

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Hay una obra poderosa en la tierra, porque él se levantó entre los muertos.

La resurrección de Jesucristo es garantía, el sello total que saldremos con victoria de entre los muertos y para no morir más.

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Somos ciudadanos del reino de los cielos, el cual vendrá y nos transformará.

El sepulcro no puede detener la iglesia, el hades no puede detener la iglesia.

La iglesia tiene el campo amplio para marchar, porque si él vive nosotros también vivimos.

Si él se levantó de entre los muertos nosotros también lo haremos, la meta que él se trazó fue desde el día que dijo que:

“Las puertas del hades no prevalecerán contra ella”.

Esta iglesia está segura y tiene garantizada la victoria, que no le espera derrota.

Por: David Hernández

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