La vida neblina es una vida de corta duración

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La vida neblina es una vida de corta duración

La vida neblina es una vida de corta duración, aparece por poco tiempo y luego se desvanece; así es la vida del ser humano.

Podemos ver la neblina, pero no podemos atraparla, hay quienes quieren aferrarse a esta vida y hay quienes aman más esta vida que al autor de ella.

Es una vida de corta duración, es una vida de muy poco tiempo y luego se desvanece; es una vida que nos permite ver corto las cosas más cercanas, porque no podemos mirar a distancia.

Cuando podemos ver a distancia, tenemos que tener otro tipo de vida, la vida neblina no sirve para eso.

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Una persona que tiene vida neblina, es una persona que solo mira ahí, lo inmediato, lo más cercano.

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Y alguien dijo: “Ay del hombre cuya vida está en su aliento, cuya vida es corta”, debemos detenernos a pensar en lo que es nuestra vida.

Eso que dice el apóstol: “¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina, que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece”.

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¿Por cuánto tiempo aparece la vida neblina?

La vida neblina es tan corta, de tan escasa duración y tan incierto final, que nosotros podemos ir caminando y de un momento a otro la vida no nos va más.

Pero también hay otra vida y por lo menos cuando Dios habla, tiene tres formas de ofrecer vida:

  • La que ofrece Dios según el Salmo 91 y esa vida nos va a servir a nosotros para tomar como marco de referencia para decir cuánto podemos nosotros vivir.

Dice: “Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré (o lo llenaré) de larga vida”.

  • La vida corta o la vida neblina, no nos permite mirar más allá de nuestros ojos y de un momento a otro se desvanece.
  • La vida abundante, no es tampoco mucha vida, en el sentido de decir “tengo muchos años, o tengo muchos bienes con qué disfrutar” la vida abundante es, más bien, una vida donde nosotros estamos plenos.

Cuando se habla de saciar de larga vida, no es solamente lo que vamos a hacer, sino lo que podemos ver a la distancia: “Le mostraré la senda de la vida, dice Dios”.

Vida larga, es una vida que ve mucho más allá, fuera de tener la vida neblina, que es vida corta, que es ahí lo que se ve a la distancia inmediata, que no se puede mirar, porque la neblina estorba.

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En la vida larga nuestra vista está más distante; si nos dedicáramos a observar el punto desde donde nace Saúl.

Hasta donde muere, relativamente es corto y no avanzó mucho, pero hay gente que a pesar de vivir corto pueden avanzar mucho.

La vida de Jesús fue una vida corta, de 33 años, pero es una vida que afecta a muchos, es una vida que es larga por el alcance que tiene lo que hace.

No por el tiempo que vive o los años, sino por la calidad de trabajo que hace, por la obra que hace.

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Que trasciende y pasan los años, los siglos y el tiempo y todavía hablamos de la vida de Jesús de Nazaret.

Es un espacio de tiempo relativamente corto, pero con unos alcances impredecibles, porque se sale del tiempo.

Jesús después dice de otra vida, después de hablar Dios de “Le saciaré de larga vida” ahora después dice Jesús: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

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¡Vida abundante es disfrutar de Dios!

Una vida abundante es donde podemos disfrutar, pero no es disfrutar de cosas, la vida abundante está cifrada en poder disfrutar a Dios.

Porque hay personas que disfrutan tener una casa, una hacienda, propiedades, un carro y algunas comodidades, esa es vida cómoda.

Pero la vida abundante consiste en disfrutar a Dios; quien no disfruta de Dios no sabe lo que se ha perdido.

Pasó por esta vida y creyó que, habiendo tenido muchos bienes materiales, tenía mucha vida.

Un hombre después de haber meditado y creyendo que tenía muchos bienes, dijo: “Alma, muchos bienes tienes para ti, ahora puedes sentarte, porque tienes mucha vida”.

Y le dijeron: “Necio, esta noche vienen a pedir tu alma y lo que tienes amontonado ¿Para quién será?, no lo podrás disfrutar”.

Porque para eso es que hablamos en el nombre de Jesús de Nazaret, porque si Dios no es disfrutable, digamos ¿para qué tener vida? si la vida es el mismo Dios y nosotros no podemos disfrutar a Dios.

Eso fue lo que dijo el salmista: “Gustad, probad, saboread a Dios y ved que es bueno”.

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Cualquier paladar podrá disfrutar de alguna buena comida, algo que llame la atención, pero cuando alguien degusta de Dios, cuando prueba a Dios, lo disfruta, habrá descubierto el valor que tiene este maravilloso ser.

«Esperamos que éstas cortas líneas, lleguen a tu alma y seas mejor cada día, nuestro mayor deseo es ser de mucha bendición para tu vida.»

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Pastor: Guillermo Cabeza
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