Lo eterno dentro del tiempo

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Lo eterno dentro del tiempo

Todos los seres humanos que hemos llegados a este universo, entramos en el tiempo y nos sometemos a este, todos vivimos una temporada ya que el tiempo es eso, estamos limitados y sujetos a esa realidad, pero hoy hablaremos de «Lo eterno dentro del tiempo».

Muchas generaciones antes que nosotros han llegado a este universo y siempre han vivido las cosas pasajeras pero esta iglesia tiene un mensaje no de temporadas sino eterno.

Nosotros hemos podido ver cómo somos privilegiados en Colombia ya que muchas generaciones han podido conocer junto con nosotros lo eterno dentro del tiempo.

Es un honor muy grande poder oír a las generaciones anteriores que conocieron lo eterno, es un honor saber que tenemos al Dios que es la eternidad misma.

Las generaciones anteriores dentro del tiempo conocieron al eterno y lo eterno, y pudieron decir: Señor tu nos has sido refugio de generación en generación.

“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios” Salmo 90:2.

Todo lo creado es temporal, todo lo que hay en esta tierra se acaba, esta generación ha tenido la dicha de conocer ese mismo Dios que es antes que todas las cosas.

Es por eso esta iglesia es una generación especial porque ha llegado a conocerlo eterno dentro del tiempo, y para conocerlo ha aceptado este mensaje.

Estamos convencidos que no es un simple mensaje o un mensaje pasajero, sino que es un mensaje de generación en generación.

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Es un honor y una bendición ser testigos de haber conocido lo eterno dentro del tiempo, a pesar que estamos limitados en el tiempo le conocemos a él.

No podríamos decir que lo eterno es una creatura, porque todas las creaturas son la creación y todo está sujeto al tiempo.

Pero ¿Cómo llegamos a conocer lo eterno? “EL HOMBRE nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores” Job:14.

Suena un poco incoherente que simples mortales, que estamos solo por un tiempo en esta tierra, llegamos a conocer lo eterno.

No vino un ángel del cielo, ni un mortal, tenia que venir alguien eterno a enseñarnos lo eterno.

Fue así como el Dios único se hizo carne y se introdujo en el tiempo lo eterno y demostró claramente que solo él es el único que antes que fue creado el universo.

Los hombres que lo conocieron apóstoles y profetas dan testimonio de él, que esa manifestación de Dios en carne tuvo una identidad proféticamente hablando.

Diciendo: el niño que nacería es admirable, Dios fuerte, padre eterno y príncipe de paz.

Esa manifestación se llamó «hijo de Dios» y en ella encontramos que sus palabras y lenguaje no eran de un gran erudito o catedrático, no eran palabras de un gran filósofo letrado, es el mensaje eterno del único Dios verdadero.

Lo que tiene esta poderosa, victoriosa y celebrado mas de 80 años celebrando, es lo eterno que vino del cielo, es el mensaje de la vida eterna.

Esta iglesia nada ni nadie puede detenerla porque esta basada en lo eterno.

En esta temporada que vivimos, estamos teniendo el honor más grande dentro del tiempo, y es conocer lo eterno.

Anteriormente grandes hombres tuvieron este mismo privilegio:

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. 2 Corintios 4:17-18.

Hay algo que no se deteriora, que no se degasta dentro de nosotros y eso es lo que hace que esta iglesia le adore en espíritu y verdad.

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Esta generación tiene una óptica en lo eterno, hay algo que no vemos, pero lo sentimos y eso es lo que nos tiene en paz y en victoria.

El apóstol Juan en un momento difícil, porque en todos los tiempos se han vivido momentos duros, el apóstol inspirado por el Espíritu Santo dice:

«Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

En Cristo el Señor nosotros no perdemos ni muriendo porque el morir en él, es ganancia.

El apóstol Pablo que también en su temporada vivió, y bajo la reacción de sus conocimientos de sus conocimientos contemporáneos, que sustentaban solamente una vida temporal, que mediante ellos rechazo a Cristo y fue perseguidor injuriador y blasfemo.

Pero que hermoso el día que Pablo tuvo la revelación de conocer quién era Jesucristo.

El Señor Jesús conserva y guarda a su iglesia dentro del tiempo. El eterno derramó su sangre para que esta iglesia tenga hoy santidad.

En todos los tiempos se ha visto a quienes quieren desmeritar la presencia de Jesús, donde no lo quieren aceptar como el único Dios y salvador verdadero.

Pero siempre ha habido un pueblo y una iglesia que ha creído que Él es Dios verdadero y vida eterna.

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“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.

Conocer a Jesucristo es conocer lo eterno y verdadero.

La muerte ha puesto fin a todos los humanos, letrados, faraones, grandes filósofos y religiosos del mundo, esto quiere decir, que nuestra salvación no la debemos a una creatura mortal.

Esta generación y las que vengan en esta iglesia, conocerán lo eterno tendrán que adorar, bendecir y rendir culto a aquel que venció la muerte con su propia muerte.

Esta iglesia comenzó con el mensaje eterno del cielo, por eso es un mensaje que prevalece a millares de escritos y aunque se levantan mensajes y doctrinas diferentes que quieren poner en duda la verdad, esta iglesia pone en alto a su Señor.

Nuestro Dios vive para siempre porque él es la eternidad.

Conocer lo eterno dentro del tiempo, es conocer a Jesucristo y su mensaje.

Por eso entró en el tiempo, se hizo carne, habitó entre nosotros; recibió un nombre de identidad dentro del tiempo, pero no un nombre cualquiera.

Pablo registra en filipenses esto “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” 2:9-10.

Las generaciones antiguas doblaron sus rodillas ante él, y nosotros en esta generación lo seguimos haciendo.

Ángeles, arcángeles, querubines y serafines le adoran en el cielo y acá en la tierra debemos hacerlo también, adorar su nombre.

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Todos los que hemos tenido el beneficio de conocer lo eterno dentro del tiempo, debemos brindarle honra y gloria porque él lo merece y como agradecimiento ante tan grande privilegio que nos permite tener.

Quizá por mucho tiempo pudimos haber oído palabras de desánimo, de ofensas, palabras que nos hirieron, que nos hicieron daño, algunas palabras con mentira y quizá otras con maldad.

Pero al llegar a esta iglesia oímos una palabra diferente, verdadera porque es la palabra de Dios.

Esta palabra llegó como alivio a nuestra alma, para limpiarnos y sacarnos del lodo cenagoso.

No hay otro libro que al leerlo y ponerlo en práctica nos aporte santidad y salvación.

La Biblia es ese libro maravilloso y es la guía de esta iglesia, no nos fijamos en palabras humanas, nuestra guía es inspiración de Dios.

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No hay ninguna otra palabra que haga un cambio tan radical en la vida del ser humano, solo la palabra de Dios.

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Jesús le dijo a Pedro “el espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. San Juan 6:63.

Y siguió exhortando y algunas palabras pudieron sentirse un poco duras, pero sabían que no había lugar a donde ir sino hacia Jesús, los apóstoles sabían que él tenia palabra de vida eterna.

Nosotros tenemos este cuerpo temporal y mortal y gracias a Dios por el, porque aun siendo portadores de maldades y pecados pero el día que conocimos a Jesús y dejamos de amar el mundo para amarlo a él

Este cuerpo se ha constituido templo del Espíritu Santo y portador del mensaje eterno.

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Tenemos el mensaje de eterna bendición, de eternos beneficios; pueden venir los años y las enfermedades a nuestros cuerpos, pero tenemos el gozo de Dios en nuestras vidas.

Solo esperamos ese momento glorioso cuando seamos transformados y en las nubes nos encontremos con nuestro amado, con el eterno Dios, para por toda la eternidad junto a él.

Recordemos siempre el privilegio que tenemos de haber conocido lo eterno dentro del tiempo.

Por: Fernando Barragan

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