Los avivamientos que ha tenido la iglesia

Aksel Verner Larsen “Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” San Mateo 16:18. Hoy hablaremos sobre: «Los avivamientos que ha tenido la iglesia».

El evangelio comenzó en Jerusalén y eso lo sabemos; el mandamiento que Dios dejó fue para que se llevara el evangelio a Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.

La iglesia comenzó con el descenso del Espíritu Santo, de tal manera, que cuando el espíritu de Dios se derramó por Jerusalén el día de pentecostés la iglesia entró en un avivamiento extraordinario.

Fue un avivamiento extraordinario porque sobre ella había descendido un poder sobrenatural, una autoridad como ningún otra.

Cada uno de los ciento veinte cristianos en ese momento, estaban recibiendo una investidura gloriosa.

Podemos decir, que esa investidura los hacía sobrenaturales, porque les daba una capacidad que se salía de la lógica y mente humana.

Al ellos hablar, el fuego del espíritu se fue extendiendo a un punto que cada vez que hablaban para predicar, no debían hacer invitación, sino que las almas corrieran a los pies de Jesús.

Así podemos ver que este fue el primero de los avivamientos que ha tenido la iglesia, este comenzó en Jerusalén.

Cuando ocurrió el milagro del paralítico de la hermosa, fue aún más grande este avivamiento; el enemigo siempre ha sido enemigo de las obras de Dios.

Pero no se imaginó que después de la resurrección de Jesús, se levantaría ese poder en los creyentes.

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Los avivamientos que ha tenido la iglesia han sido extraordinarios; en el primer mensaje tres mil entregados y en el segundo mensaje ocho mil, muchas veces nos cuestionamos porqué en ese tiempo sucedió así.

Todos estaban juntos, todos predicaban, todos estaban en súplica y oración.

Pero en ocasiones los creyentes esperan que solo el pastor o el líder de evangelismo predique o evangelice, recordemos que la misión es de todos.

Los ataques del enemigo siempre estarán, pero cuando toda la iglesia está revestida de poder y gloria y mantiene una búsqueda y oración, nada ni nadie la podrá detener porque el motor es Cristo.

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Saulo de Tarso, fue el instrumento que el enemigo usó para perseguir y frenar la obra de Dios.

Pero Dios lo llamó y su nombre cambió por Pablo, nada puede apagar el avivamiento de Dios.

Así en el transcurrir de los años ha habido muchos avivamientos que satanás a querido apagar.

Los avivamientos que ha tenido la iglesia son cada vez más grandes porque Dios respalda su palabra.

En Inglaterra hubo un avivamiento que inició con un joven preocupado por no ver lo que sucedía en el libro de los Hechos, ese derramamiento de la gloria de Dios.

Este joven tenía un profundo anhelo y muchos se admiraban de su forma de orar, porque lo hacía con gran humillación y quebranto.

Cuando tuvo la oportunidad comenzó a enseñar con autoridad y este avivamiento fue tan poderoso que la historia registra que todo Gales (el lugar donde se encontraba) se convirtió al cristianismo.

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Pero así como pasó en Israel, pasó en Gales, solamente quedó el avivamiento en un recuerdo.

Después de eso, hubo un avivamiento en Estados Unidos, California, unos creyentes de una iglesia se preocuparon porque nunca habían tenido la experiencia de Hechos, nunca habían hablado en lenguas.

Y estando en varios días de ayuno, el Espíritu Santo cayó sobre ellos y como Dios es perfecto, les reveló su nombre y comprendieron que Jesús era Dios manifestado en carne.

Los avivamientos que ha tenido la iglesia están registrados en la historia.

Bill Dross, después de una guerra tuvo una visión, vio un mapa y vio a Colombia ardiendo en fuego y no entendía que sucedía.

Luego de un tiempo Dios envió a Aksel Verner Larsen a Colombia, en un momento donde estaba en tinieblas y el evangelio verdadero no había llegado, era muy densa la oscuridad en este país.

Así que ese hombre empezó a predicar y deseaba que el Espíritu Santo cayera sobre los pocos hermanos que habían escuchado la palabra de Dios, y un día en esa vereda el Espíritu Santo llegó y hubo avivamiento.

Fue la primera vez que hubo avivamiento en Colombia, porque los planes de Dios no se detienen, su obra permanece y sigue traspasando fronteras.

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Seguimos en avivamiento, desde ese día nada a apagado el fuego santo de Dios.

Por el contrario, Dios ha capacitado, la iglesia ha crecido y las misiones se mueven porque así lo quiere Dios.

Tus haces parte de este avivamiento y de esta misión, los avivamientos que ha tenido esta iglesia desde el inicio son muestras de que Dios está con nosotros, no dejemos nunca de avivar el fuego.

Que nada nos calle, que nada nos pare porque tenemos la verdad y muy pronto seguiremos de fiesta con Jesús en la eternidad.

Por: Elmer Castro