¿Quién será el nuevo ungido?

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¿Quién será el nuevo ungido?

Estamos viviendo unos momentos especiales, el derramamiento del poder de Dios en la tierra, y yo creo que estamos experimentando el más grande de la historia, pero El Señor Todopoderoso puede hacer más de lo que está haciendo. Hablaremos sobre «¿Quién será el nuevo ungido?».

Dios puede hacer cosas extraordinarias, pero ¿Quién será el nuevo ungido? Él quiere levantar una generación ungida y aprobada.

A lo largo de las generaciones que han pasado a la historia, la influencia del mal ha sido muy imperante.

Pero también en cada generación, aunque nos parezca extraño Dios siempre ha tenido un ungido para ese tiempo.

Es alguien preparado por Dios, que demuestra a las potestades que hay un Dios Todopoderoso, que puede hacer cosas grandes a través del hombre.

Dios no opera en niveles bajos, siempre en niveles altos, sino, recordemos lo que pasó con Jacob.

La Biblia nos dice que él se la pasó luchando 77 años en sus fuerzas, porque él quería tener la bendición.

No es nuestras fuerzas que podemos lograr las cosas, en las fuerzas de él solo encontró desilusión, tuvo que huir muchas veces, estuvo a punto de perder su familia.

Mientras el hombre luche en sus propias fuerzas no puede obtener victoria, pero cuando el hombre reconoce que son seguras en Dios, entonces comienza a vivir experiencias en Él.

La Biblia dice que un día la vida de Jacob cambió, fue precisamente el día que durmió en el desierto, y puso como almohada una piedra.

Pero en un sueño pudo mirar una escalera, ahí estaba mirando Jacob un nuevo nivel.

Allá arriba estaba el Dios Todopoderoso, y cuando escuchó su voz, ya no necesitaba que Isaac le contara que había un Dios.

Y cuando el reconoció que tenía que subir de nivel vino la victoria, se reconcilió con su hermano Esaú y la bendición fluyó en su vida, y ya no era Jacob el que huía.

Ahora era Israel, el príncipe que luchaba de la mano del Dios Todopoderoso.

«Unción’’ es derramar, esparcir sobre algo, frotar en algo, es el poder de Dios que quita cargas y destruye yugos.

Puedes leer: Quieres unción

Tomaremos como referencia la generación del profeta Elías.

Ese tiempo el rey de Israel se casó con una mujer pecadora e idolatra, Acab se casó con Jezabel.

Ella no era de las que alababan al Dios verdadero, ella era sierva de Baal el señor de los idólatras.

En esa generación difícil, el pueblo de Israel comenzó a perder la fuerza en Dios, porque su líder estaba con una idolatra.

Y poco a poco se comenzaron hacer altares a Baal y muchos de los profetas de Dios comenzaron a volverse profetas de Baal.

Era una generación maligna, perversa, en donde no solamente había pecado, sino que invitaban a los que adoraban al Dios verdadero a que también se volvieran apostatas.

Empiezan a negar la fe del Dios vivo, y empiezan a caer en el libertinaje que ofrecía la religión de Baal.

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Jezabel se sentía feliz, porque cada día había menos adoradores, el enemigo quiere en cada generación llevarse al mundo los que sirven a Dios.

Pero él siempre ha tenido poder, siempre ha guardado a los suyos.

El propósito del enemigo, ha sido que doblemos las rodillas ante los deleites del mundo, de la carne, y eso era lo que les pasaba a los profetas de Dios, sentían temor.

Pero en medio de esa generación se necesitaba un hombre ungido.

Cada generación ha necesitado de hombres y mujeres llenos del poder de Dios.

Aunque somos jóvenes todavía, aunque vengan tiempos difíciles, aunque el mundo nos ofrezca lo que quiera.

Tenemos bien claro a quién tenemos que doblar nuestras rodillas, aunque nos digan fanáticos, seguiremos predicando al Dios vivo.

Dios es Todopoderoso, pero él siempre ha querido trabajar a través del hombre, por eso él quiere contar contigo.

Por eso lo alabamos, porque nos ha tenido en cuenta para esta obra maravillosa.

Elías era el hombre que Dios tomó en cuenta en esa generación.

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Para poder enfrentar al enemigo hay que tener experiencias con Dios, y Elías las tuvo, allá en el arroyo él entendió que Dios era su proveedor y dijo:

Dios está conmigo, y está yo me voy a enfrentar a los demonios de Baal.

Y Elías se fue y desafió al mismo rey Acab, y llamó a todo el reino y a los profetas de Baal y les dijo: yo no tengo miedo de hablar del Dios verdadero.

Cuando hay un hombre ungido no importa cuántos poderes del infierno hayan, «Porque si Dios es con nosotros, quién contra nosotros’’.

Y comenzaron a brincar y a cortarse, pero Baal no les respondió.

Elías arregló el altar que estaba derribado, lo organizó todo, para que haya respuesta de Dios hay que reconstruir nuestras vidas en la presencia de Dios.

Entonces Elías sabía que Dios no se movía sin restauración, y él sabía que en el antiguo testamento el fuego sobre el altar del holocausto no lo puso ningún sacerdote humano, sino que vino del mismo cielo.

Elías dijo: respóndeme Jehová, que por voluntad tuya estoy aquí, vuelve tú al corazón de ellos y respóndeme Dios.

Al momento vino fuego del cielo y cayó sobre el altar del holocausto, el pueblo que estaba cayado dijo «Jehová es Dios’’.

Elías era el hombre que sabía cómo buscar la presencia de Dios, y Él le ayudó, y el pueblo terminó reconociendo, que el único Dios verdadero es Jehová de los ejércitos.

Cuando acabamos con las cosas que nos atan la bendición de Dios fluye.

Pero ¿Quién será ese nuevo ungido? Dónde podrá haber un profeta que Dios lo respalde tanto como lo hizo con Elías.

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¿Quién será el nuevo ungido?

Aunque nos parezca difícil encontrar en cada generación un ungido, Dios los tiene por allí.

El nuevo ungido no se encontraba en betel, ni en Jericó, el nuevo ungido se encontraba en el campo arando.

De lo que nos debemos cuidar todos los que servimos a Dios es que su nombre no quede en vergüenza, siempre tenemos que honrar ese nombre Santo, sin unción nos somos nada.

¿Quién podía tener más unción que la que tenía Eliseo?

Se levantó otro ungido y se llamó Jesús de Nazaret, se levantó en el tiempo más difícil, donde el imperio romano mataba a cualquiera.

Jesús dijo: el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuando me ungió para dar buenas nuevas a los pobres, vista a los ciegos, para resucitar muertos, para dar libertad a los oprimidos.

El Señor dijo: el que cree en mí, las obras que yo hago también las hará, y aún mayores.

Luego se levantó pedro, luego Pablo ungido por el espíritu santo, si pedro tenía unción, Pablo también.

Gracias a Dios por los hombres que ha levantado.

Pero ¿Quién será el nuevo ungido? ya no hay uno, hay 3mil y más ungidos, súmate a la lista y ponte en las manos de Dios.

Por: Alfredo Arizala

 

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