Restaurando mi relación de pareja

Hay cosas que con el tiempo se van deteriorando, cosas que tenemos que restaurar, que se envejecen a veces no por el mal uso, sino por el desgaste natural. Hablaremos sobre el tema: «Restaurando mi relación de pareja».

En nuestra relación de pareja, con el tiempo hay cosas que se han ido perdiendo, cosas que antes hacíamos muy bien, pero con el correr del tiempo hemos dejado de hacerlas.

Sino restauramos la relación de pareja a tiempo, vamos a tener una pérdida grande y dolorosa.

Tenemos que pensar en qué cosas se están dañando en nuestra relación de pareja, es importante que miremos qué está allí pasando en el matrimonio.

En la relación de pareja tenemos que siempre estar analizando cómo vamos, porque hay cosas que se van deteriorando y es importante que pensemos en eso.

El matrimonio tiene un alto valor, solamente alguien que no sabe cuánto lo vale, es quien lo deja deteriorar.

Una de las posibles fallas que hay que reparar en el matrimonio es la comunicación, algo que se ha perdido, y que lo hacíamos muy bien cuando estábamos de novios, e inclusive, es un cambio que vemos hasta en los hombres.

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La comunicación es la transmisión de información y entendimiento, mediando el uso de símbolos que pueden ser verbales o no verbales.

La comunicación es importante en la pareja, es la clave del éxito para que esta se consolide.

Enemigos de la comunicación

• No escuchar

A veces el esposo nos está hablando, y si la conversación nos interesa, entonces prestamos atención, somos selectivas, pero si no me interesa escuchamos a medias.

El no escuchar puede parecer una falla menor, pero lo que indica es que realmente no eres importante.

Escuchamos a la defensiva, y esto se hace para no oír, ni considerar las palabras de nuestra pareja, y como escuchamos a medias lo que estamos haciendo es pensando en la respuesta que vamos a dar.

Esto es peligroso porque produce en ellos una baja autoestima, sienten como que no le damos valor, y la autoestima es importante saber manejarla con nuestra pareja, aunque usted sepa la respuesta.

• No respetar

No respetar el punto de vista del otro, ellos tienen una forma diferente de hacer las cosas, nosotras saltamos de una vez, con decir que algo no nos parece.

• Comentarios críticos e indirectas

Las mujeres creemos que ellos tienen que saber lo que nosotras queremos, y mandamos solo indirectas, deseamos que adivinen, y por eso tenemos serios problemas con la comunicación, y a veces, ellos entienden mal el mensaje.

• Callarlo todo

A veces pasamos horas, días sin hablar, hay muchas esposas que dicen “yo no quiero un conflicto, así que mejor me callo”.

Es bueno hablar, en la relación de pareja, debemos comunicar lo que nos molesta, pero debemos saberlo decir, elegir el momento y el lugar correcto.

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La Biblia dice que «Todo tiene su tiempo, y lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora’’.

Lo que pasa es que escogemos el mal momento, no en todo tiempo se puede hablar, hay tiempo de hablar y tiempo de callar, no es en el comedor, mucho menos delante de los demás.

Si no tenemos cuidado con lo que nos callamos, nos vamos llenando de veneno, a veces no nos gusta que nos digan las cosas.

Hay hermanas que no les gusta que sus esposos les haga ver sus errores, y cuando se lo hace ver, explotan.

Hay mujeres que se quejan demasiado, por todo protestan, y eso hace que muchas veces el esposo no nos diga cosas que le están pasando, y prefieren callar, entonces asesinan la comunicación.

• La mentira

No podemos estar cerca de nuestra pareja si existe algún tipo de engaño de por medio, tenemos que tener mucho cuidado con eso.

Debemos saber dónde está la solución, la cual es ir a la palabra.

Hay parejas de pastores que lo que los tiene unido es el ministerio, se ha perdido ese deseo de seguir luchando por el matrimonio, se ha perdido la pasión, y lo peor es que no estamos haciendo nada.

Para nosotros reconocer nuestras faltas, debemos tener un ingrediente importante, es la humildad.

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La humildad me lleva a reconocer mis faltas, a veces cuando estamos trabajando en esa restauración se nos puede caer la herramienta, allí es donde se necesita discernimiento y la sabiduría.

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Debo detectar a legua las artimañas del diablo, sabiduría es el conocimiento bien aplicado, nadie puede ser sabio si no tiene conocimiento.

Demos tener conocimiento de la palabra de Dios, para cuando me llegue el momento de aplicarlo, pueda hacerlo bien y ser sabia.

Dios sabe que tus estas trabajando para restaurar, que estás trabajando en esa situación que tienes de pareja.

Hay hermanas que quieren que el esposo las entienda, pero ni ellas mismas se entienden, no se conocen así mismas, no saben qué es lo que quieren, deben tener claro ¿qué es lo que quiero?

¿Dónde se te cayó tu relación? Vuelve allá, a veces tú eres la del problema y no quieres cambiar, y crees que es él, alguien dijo:

“Todo cambió cuando yo cambié”, si cambias las cosas serán diferentes.

Hay que ver dónde se cayó todo, Dios jamás hará lo que a ti y a mí nos toca hacer.

A veces queremos que Dios sea el que haga todo, Él no va a cambiar a alguien que no quiere, el Señor no entra sin ser invitado.

“He aquí yo estoy a la puerta y llamo”.

La mejor manera de cambiar una relación es cambiando uno mismo, necesitamos arreglar nuestra relación de pareja.

Aunque tú no quieras y aparentes tener una «buena relación’’, eso se refleja.

Hay una sociedad que se está deteriorando, el divorcio está por todos lados, necesitamos restaurarnos.

Necesitamos relaciones sólidas, las esposas ser modelos, tener autoridad, porque la iglesia está buscando modelos.

Que tu relación de pareja sea el modelo a seguir, pon tu relación en manos del que restaura.

El matrimonio ante él vale, y es capaz de restaurarlo, no importa lo deteriorado que esté.

Porque somos llamados a ser modelos y necesitamos matrimonios sanos, ser ejemplo, dile al Señor que te ayude.

Por: Olga Piña