Simiente de Abraham

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Simiente de Abraham

“En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz” Génesis 22:18. Hablaremos sobre el tema: «Simiente de Abraham».

“Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente” Génesis 26:4.

“Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente” Génesis 28:14.

El tema a compartir según la porción leída de la palabra se titula simiente de Abraham, haciendo énfasis específicamente en la palabra simiente.

En otras palabras puede definirse como:

  • Semilla
  • Estirpe
  • Casa
  • Descendencia
  • Hijos, entro algunos otros.

Cuando pensamos en simiente y en su significado podemos pensar, que como se está refiriendo a hijo, inmediatamente pensamos que la descendencia a la que Dios se refería era Isaac.

Pero sucede que a Isaac también se le dice lo mismo, incluso cuando este aun no tenía hijos.

Él demora cierto tiempo orando para que Dios le dé hijos, y después de un tiempo Dios le da dos.

A uno de los hijos de Isaac, también se le dice lo mismo, Jacob tiene una descendencia de doce hijos varones.

Y de esos doce a ¿Quién se le puede adjudicar la simiente que iba a bendecir toda las familias y a todas las naciones de la tierra?

Pero hay que tener en cuenta, que hay dos bendiciones muy particulares para dos de sus hijos, una es para Judá y la otra es para José.

A Judá se le dice, “no será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos” Génesis 49:10.

Hay que tener en cuenta, que la promesa que se le hizo sobre la simiente de Abraham, de Isaac y Jacob es que en su simiente serían benditas todas las naciones y familias de la tierra.

Ya podemos entender por lo leído, que la simiente no era Isaac, ni Jacob y tampoco los hijos de Jacob.

Catorce generaciones después de Abraham, aparece un descendiente suyo, un descendiente de Judá y este descendiente es David.

Desde Abraham hasta David hay catorce generaciones, en David hay algo muy particular y es que con él, Dios hace un pacto.

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Y Dios le promete a David que levantaría de sus lomos a uno que iba a reinar para siempre y con justicia.

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” Isaías 7:14.

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” Isaías 9:6.

Estos son textos proféticos que ya mostraban una promesa que se cumpliría en la descendencia de David.

“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará” Isaías 35:4.

Y a todo esto se abre una serie de acciones: Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.

“Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad” Isaías 35:5-6.

Todos estos textos sirven como referencia para traer a lugar la promesa que Dios le hizo a la simiente de Abraham, Isaac y Jacob.

Que en sus simientes, la cual viene a ser la misma, él bendeciría a todas las familias de la tierra y a todas las naciones.

Por tal razón, para poder explicar esto, tenemos que mirar la genealogía desde la simiente de Abraham hasta que llegase el momento indicado de esa simiente.

Luego de todo esto, encontramos en la historia a una mujer de nombre María y un ángel que se le presenta ante ella y le da sus salutaciones.

Y de esta misma manera, el ángel le declara las intenciones que Dios se había propuesto a hacer con ella, ya que, él la había escogido para prestar su vientre.

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Y luego de que el ángel le revela todas estas cosas, ella pregunta ¿Y cómo ha de ser todo esto? A lo que el él le contesta, “no te preocupes, la sombra de Dios vendrá sobre ti”.

Y el santo ser que nacerá, será llamado hijo del altísimo, y así está escrito, lo dicho por el profeta:

Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:

“He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros” Mateo 1:22-23.

Todas estas generaciones tuvieron que pasar para que se cumpliese la promesa en la simiente de Abraham.

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Y ese niño que tanto fue profetizado, anunciado y que ahora está en la evidencia, ahora es una realidad de la simiente de Abraham.

Desde Abraham hasta la aparición de Jesús en la historia pasaron 42 generaciones.

Esto quiere decir, que para que se cumpliese la promesa a cerca de la simiente de Abraham, tuvieron que pasar 42 generaciones.

Y aquí se cumple perfectamente lo dicho en esa promesa, que en la simiente de Abraham, se cumplirían todas las naciones y todas las familias de la tierra.

Y ¿De qué manera se da esto, de que en su simiente serían benditas todas las familias y todas las naciones?

Para que un acontecimiento pueda impactar a todo el mundo, tiene que existir una causa y una necesidad a nivel mundial.

La causa y gran necesidad es que todos éramos pecadores, y que necesitábamos de unos efectos poderosos para salir de ese pecado.

El único que tenía y aún tiene la solución para poder salir del pecado y ser limpio de él, se llama Jesucristo.

De esta manera, cuando Jesús empieza su ministerio va a la cuidad de Nazaret y se le da el libro del profeta Isaías, y después de leer una porción dice: “hoy se ha cumplido esta escritura ante los ojos de vosotros”.

Pero hay algo más, en el libro de Marcos dice:

“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” Marcos 1:14-15.

Creo que muchos de nosotros conocemos los atributos de Dios y uno de ellos es su omnisapiencia, esto quiere decir, que él lo sabe todo.

Dios no desconocía los demás pueblos de la tierra, sino que todas sus promesas estaban dirigidas a Israel, y todas las bendiciones de la tierra estaban amarradas a una sola bendición.

Israel tenía muchos antecedentes, si leemos en Romanos, nos podemos dar cuenta, que ellos eran los dueños del culto y son los dueños de las promesas.

Ellos son los dueños del pacto y dueños de la promulgación de la ley, pero cuando leemos el estado de los demás que somos los gentiles, dice que estábamos muertos en delitos y pecados.

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Ahora, ¿De qué manera iba a bendecir la simiente de Abraham a todas las familias de la tierra?

Tenía que haber una causa, tenía que existir una razón, tenía que haber un desarrollo, porque hasta el momento todas las bendiciones reposan sobre una bendición.

Pero la promesa descrita es que Dios bendeciría por esta simiente, a todas las familias de la tierra y que bendeciría a todas las naciones de la tierra.

Cuando Jesús comisiona a sus discípulos, los envía y les dice algo, “yo los voy a enviar y les voy a dar autoridad para, hoyar escorpiones y sobre todas las fuerzas del mal y ningún mal os dañará.

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Vayan y prediquen, pero por camino de gentiles y de samaritanos no vayáis, pero surge la pregunta de ¿Por qué les dice esto?”

¿Por qué si la simiente de Abraham, bendeciría a todas las familias de la tierra, él solo está empeñado en Israel?

Estudiando la palabra, podemos detallar que aunque Jesús vino a bendecir a todas las familias de la tierra, pero principalmente a Israel.

Sin embargo, Israel tenía que tropezar para que se abriera la puerta a los demás, y para que esto sucediera, tenía que haber una piedra de tropiezo.

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Y de esta manera, pudo llegar la bendición del evangelio al pueblo gentil.

Aunque en la primera comisión Jesús solo mandó a sus discípulos a predicarle a las ovejas perdidas de Israel, posterior a eso en la segunda comisión, el evangelio se predicó a todo el mundo.

Después de la muerte, resurrección y ascensión de Jesús este santo evangelio se ha predicado en casi todo el mundo, empezando desde las regiones aledañas a Israel.

Hoy ha llegado a casi todos los países del mundo, y cada día se añaden muchas más almas al cuerpo de Cristo.

Y es así, que por la simiente de Abraham, fueron benditas todas las familias de la tierra.

Pastor: Jader Ledesma

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