Trastornando el campamento del enemigo

Cuando Dios llama a Gedeón, le describe y le dice cuales son las razones para que haga un trabajo en específico y Dios comienza a decirle a Gedeón, que los hijos de Israel hicieron lo malo antes los ojos de Jehová. Hablaremos sobre el tema: «Trastornando el campamento del enemigo».

Y todo lo que sea hecho de esta manera tarde que temprano tendrá sus consecuencias y aparecerá el fruto producto de la desobediencia del hombre.

De esta manera, toda persona que desobedece a Dios, no puede esperar recibir cosas buenas y agradables.

Siendo esto así, dice la palabra que Jehová entregó a los hijos de Israel en manos de los madianitas.

La cual era una nación muy cercana a Israel y mucha era la opresión que este pueblo ejercía sobre Israel.

Que cuando sembraban el trigo y la cebada, estos venían y se llevaban su fruto.

Es decir, que el pueblo de Israel pasó por momentos muy duros.

Puesto que, había mucha escases y no había nada que comer y pero los israelitas al darse cuenta de esta persecución por parte de los madianitas.

Antes que llegara el tiempo de la cosecha, ellos la recogían y debían refugiarse en cuevas, para por lo menos tener y poder guardar algo de estas cosechas.

En medio de este acontecimiento Dios se le aparece a Gedeón, llamándolo por su propio nombre y le dice, «varón esforzado».

Pero este inmediatamente se cuestiona y dice, «si soy varón esforzado».

¿Por qué nosotros estamos viviendo en estas circunstancias, que para sobrevivir debemos adentrarnos en cuevas y así poder recoger algo y darles de comer a nuestras familias?

Dios llama a Gedeón con un propósito y cuando Dios lo llama, Gedeón pudo entender que era el ángel de Jehová se había presentado ante el.

Pero por el asedio de los madianitas él tenía que esconderse en los lagares el producto de sus cosechas.

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Ya que, estos buscaban hacerse de ellos, y el ángel de Jehová se le apareció diciéndole, «Jehová está contigo varón esforzado y valiente«.

Respondiendo a esto Gedeón dice, «ah señor mío, si Jehová está con nosotros, cuáles son las razones por las cuales nos han sobrevenido estas cosas, entonces Dios le contesta».

Ve tú con estas fuerzas y salvarás a tu pueblo Israel, porque yo te enviaré para hacer un trabajo determinado, pero Gedeón le responde, ¿Cómo podré yo entender que Jehová está ahora conmigo?

De esta forma sigue argumentando Gedeón y dice, si yo he hallado gracia delante de ti, quiero poner una señal.

Para así tener la seguridad de ir contigo trastornando el campamento del enemigo.

Y la convicción de que tu jehová me cuidarás, respaldarás y así una señal Gedeón.

Y dijo, quiero que este vellón amanezca húmedo y la grama esté seca y entendió por ellas que Jehová estaba con él.

Así se levantó Gedeón de mañana y tomo el vellón y lo exprimió y derramo agua y noto que la grama estaba totalmente seca, pero esto no lo lleno de convicción por completo.

Por lo cual, puso una nueva señal, pidiendo de esta manera lo contrario diciendo, que esta vez sea la grama, la que está húmeda y el vellón esté completamente seco.

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Nuevamente se levantó al día siguiente, encontró que la grama estaba húmeda y el vellón completamente seco.

Entendió que Jehová Dios estaba con él y lo respaldaría para hacer este trabajo.

De esta manera, convocó a gran cantidad de hombres los cuales aparecieron y estaban dispuestos a ir con Gedeón.

Pero Jehová le dijo, que la cantidad de hombres era mucha.

Así que, Jehová le dijo, que los llevase a cierto, lugar donde había una fuente de aguas.

Y le dijo, que el que doblara sus rodillas para tomar agua a ese desecharía y el que tuviese miedo, esté comprometido o recién casado con mujer, le ordenó que lo enviase de regreso a sus casas.

Pero el que lamiere el agua y bebiese de esta manera a esos escogerás, porque con ellos yo voy a destruir el ejército del pueblo de madian.

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De esta manera, quiere Dios que estemos preparados de manera espiritual y estar siempre acompañados de su presencia.

Para poder realizar el trabajo que él quiere que realicemos trastornando el campamento del enemigo que se pueda presentar.

Cuando ya Gedeón pudo seleccionar a esos trecientos hombres.

Dios le habló y le dijo, levántate Gedeón porque yo te entregaré a este ejército madianita en tus manos.

Pero si tienes miedo de descender hasta su campamento, llévate a tu criado para que te acompañe.

Se levantó Gedeón, se fue al campamento del enemigo y escucha que un madianita cuenta un sueño a su compañero.

Y en el sueño decía, que un pan de cebada rodaba hasta las tiendas de los madianitas y cuando llegó a las tiendas.

Este las golpeó y las sacudió y trastornando el campamento del enemigo madianita de arriba abajo.

Estas cayeron a tierra y escuchando el madianita el relato, dijo que no podía ser más que la mano de Gedeón que está en contra ellos, nos destruirá, Gedeón oyó esto y adoró a Jehová.

Porque entendió por medio de las palabras que le decía este madianita a su compañero que Jehová, creador del cielo y la tierra es el que da la victoria.

Y así le mostró a Gedeón, que con su poder y fuerza podría ir venciendo y trastornando el campamento del enemigo madianita.

Así obró Dios en el pueblo de Israel, siendo liberados y liderados por Gedeón.

Dios quiere usarnos y con su poder busca que nos llenemos de él.

Así podamos vencer y al caminar podamos ir trastornando el campamento del enemigo porque nuestra lucha no es contra carne ni sangre.

Sino contra huestes de maldad en los aires, por tal razón, debemos vivir una vida llena de Dios y en santidad para podernos enfrentar al enemigo.

No podemos olvidar nuestros principios, porque parece que la mundanalidad se está asentando de cierta forma en la iglesia.

Y se nos ha olvidado cómo comenzó esta iglesia y como Dios nos ha mantenido bajo su luz.

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La cual sigue resplandeciendo y que aún  podemos trastornar el campamento del enemigo, pero no podemos con nuestras fuerzas, sino con el santo espíritu de Dios.

Dios sigue buscando esos hombres como Gedeón, varones esforzados y valientes los cuales estén dispuestos a luchar y revestidos del poder de Dios poder vencer.

Y trastornando el campamento del enemigo puedan liderar a nuestra iglesia.

Para que de esta manera podamos llegar a la meta máxima que es nuestra salvación y un día estar en gloria con nuestro Señor.

Pastor: Isaac Hernández