Que las circunstancias no cambien tu estado de ánimo
En ocasiones escuchamos a personas referirse a los ambientes o situaciones externas para hacer énfasis en su estado de ánimo. Hoy hablaremos sobre «Que las circunstancias no cambien tu estado de ánimo.»
Si hay sol dicen: «Que día tan alegre», si el día es gris dicen: «hoy es un día triste» y parece ser que estos casos son comunes en nosotros.
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En este día quiero que reflexionemos sobre:
- ¿Qué es lo que realmente me mantiene feliz, gozoso, alegre?
- ¿Es el clima lo que define mi estado de animo?
- ¿Son las situaciones difíciles externas la que dominan mi felicidad?
La respuesta a estas preguntas debe ser ¡NO!
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La vida triste puede ser el resultado del descuido, de no hacer el propósito de Dios en nuestra vida y el de enredarnos en los negocios de la vida.
Lo que realmente debe definir mi estado de ánimo no debe ser lo externo (que es cambiante), sino lo interno (la llenura del Espíritu Santo) que permanece.
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Debemos procurar mantener la llama del Espíritu encendida como dice la palabra de Dios.
«No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu Santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente». Salmos 51:11-12.
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Por lo cual te animo a que no mires hacia afuera para ver qué es lo que te mantiene triste, mira mejor hacia dentro y alimenta tu espíritu con el poder de Jesús quien da la verdadera paz, el gozo y el amor que necesitamos.
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«Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley». Gálatas 5:22-23.
No importa lo estemos viviendo pero que las circunstancias no cambien nuestro estado de ánimo, sino que Dios se vea reflejado en cada uno de los momentos de nuestra vida.
Por: Eduardo Cuadros
