Al caído caerle
Uno de los dichos populares más comunes y usados en el mundo es el de «Al caído caerle».
Este es uno de los dichos que por su naturaleza inmisericordiosa jamás puede ser implementado en la iglesia del Señor.
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Nunca puede llegar a ser tenido en cuenta por los miembros, líderes o autoridades superiores porque no hace parte del Espíritu de Cristo.
En ningún ejército del mundo dejan a los soldados heridos a la suerte y mucho menos los terminan de matar por su condición de heridos, antes les prestan los primeros auxilios, los cargan y les dan el tratamiento adecuado hasta que se recuperen.
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Lo mismo debe suceder en la iglesia de Jesús, el amor y la misericordia debe ser la base para cuando uno de los miembros esté «herido», se le debe prestar los primeros auxilios espirituales y cargarlos a los pies de Cristo hasta su total recuperación.
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Nunca cometamos el error de humillar, hablar mal y degradar al hermano caído, levantémoslo en oración, amor, palabra de consuelo y de exhortación (ánimo).
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Ponte en su lugar y trata de sentir su dolor, llora con él y ámalo porque recuerda ¡Es tu hermano!.
«Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados» 1 Pedro 4:8.
Por: Eduardo Cuadros
