Cómo saber si mi noviazgo es la voluntad de Dios

16615

Cómo saber si mi noviazgo es la voluntad de Dios

El noviazgo cristiano es un proceso que debe seguir la voluntad de Dios. Para esto, hay que permitir que la palabra nos transforme primeramente. Daremos algunas pautas de cómo saber si mi noviazgo es la voluntad de Dios.

«No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta». Romanos 12:2.

La voluntad de Dios se conoce en el momento que haz alcanzado madurez en Dios, aprendiendo y aplicando las características importantes que la voluntad de Dios tiene en el noviazgo.

También te puede interesar: El trato en el noviazgo debe ser con cuidado

Características dentro del noviazgo

  1. Es buena: Esto quiere decir que el noviazgo se verá beneficiado con el favor de Dios, haciendo que todo lo que se proyecte salga bien y sea de beneficio para la relación.
  2. Es agradable: Quiere decir que en el proceso del noviazgo no existirán traumas que afecten considerablemente (romper y volver por todo) por actitudes, por familia, celos etcétera.
  3. Es perfecta: Esto quiere decir que todo se va dando en armonía sin necesidad de forzar a que las cosas se den como ¡yo quiero!. No habrá duda de ser la voluntad de Dios pues todo encajará en el tiempo y en el lugar exacto para la consolidación de la relación.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

También debemos recordar que la voluntad de Dios es nuestra santificación como dice: 1 Tesalonicenses 4:3-4 «La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa…»

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Si el noviazgo te desanima, te enfría, te aparta de la oración, hace despertar pasiones desordenadas y te pone en peligro de perder tu santidad y salvación, corre y corta esa relación que está rumbo al fracaso.

Toda relación en la voluntad de Dios evoluciona en santidad, poder y servicio a Dios.

Por: Eduardo Cuadros

Artículo anteriorPor qué no se deben bautizar los niños
Artículo siguienteÁlbum Te necesito de Aquerles Ascanio