En la debilidad Dios se hace presente
A pesar de nuestra humana debilidad la cual nos deja en gran desventaja a la hora de querer agradar a Dios, podemos contar con la misericordia de Jesús siempre, porque en la debilidad Dios se hace presente.
«Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos». Romanos 5:6.
Es precisamente en la debilidad humana donde logramos experimentar la intervención poderosa de Dios.
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- Al salmista: Jehová guarda a los sencillos; Estaba yo postrado, y me salvó. Salmos 116:6.
- A los discípulos en la tempestad: «Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?» Marcos 4:38.
- La mujer enferma: «Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre». Marcos 5:25.
- Los discípulos enfrentados a una multitud hambrienta: «Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?». Juan 6:9.
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Todos estos ejemplos recibieron la respuesta poderosa de Jesús en medio de su debilidad e impotencia.
Por lo tanto hoy te invito a que creamos que en medio de tu debilidad e incapacidad, Dios se va a glorificar.
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Que lo que tú no puedas hacer, él sí lo hará para la gloria de su nombre, por eso gózate, anímate y descansa en Jesús.
«Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte». 2 Corintios 12:10.
Por: Eduardo Cuadros