Necesitamos estar avivados todo el tiempo

4655

Necesitamos estar avivados todo el tiempo

Hay una necesidad constante en la vida de cada uno de nosotros y es de tener la experiencia de un avivamiento espiritual, porque necesitamos estar avivados todo el tiempo.

Es un clamor, es un anhelo, y de alguna manera el profeta Habacuc trae a la memoria los hechos de Dios en los tiempos pasados, y le dice:

«Señor, he oído lo que has hecho en otro tiempo, me he dado cuenta de lo que has hecho en otras ocasiones, pero no quiero conformarme con saber lo que has hecho en otras partes, Señor yo quiero ser testigo de lo que puedes hacer en mi vida ahora«.

La palabra «avivar» en el hebreo y en el griego denota ‘volver a encender’ o ‘mantener plenamente encendida una llama’.

Así que avivar tiene que ver con volver a dar vida, con revivir, con volver a vivir.

También te puede interesar: Los avivamientos que ha tenido la iglesia

Nosotros hemos visto cuando se enciende un fogón de leña, o cuando se está encendido el carbón, quizás no es fácil encenderlo.

Pero una vez se enciende, si no se está avivando, si no se está soplando el carbón, por fuerte que sea la brasa.

La llama empieza a irse apagando, y una capa gris que empieza a ir cubriendo ese carbón, hasta el punto que ya no se deja ver si está encendido o está apagado.

Puedes leer: Porqué necesitamos un avivamiento

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

Necesitamos estar avivados todo el tiempo.

Cuando eso sucede soplamos y comenzamos a avivar, esa ceniza empieza a volar y ese carbón vuelve a encenderse.

Hoy en día necesitamos el mover del Espíritu de Dios en nuestras vidas, de ese soplo del Espíritu de Dios que puede obrar de una manera especial en la vida de cada uno de nosotros.

Aquello que en nuestra vida impida un avivamiento tiene que irse, nosotros debemos ser testigos a cada momento del mover del Espíritu Santo de Dios.

Y de la llenura de su poder en la vida nuestra, donde estemos siempre diciendo «avívanos Señor».

Aun en medio de la escasez debemos tener un avivamiento espiritual, en medio de la enfermedad necesitamos un avivamiento espiritual, en medio del dolor necesitamos un avivamiento espiritual.

¿Por qué necesitamos un avivamiento?

Vendrán tiempos peligrosos, tiempos en que el afán ahoga la palabra.

La palabra se predica y qué bueno, se recibe con gozo, pero no da el fruto que tiene que dar.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

A veces la palabra se hace infructuosa, aunque recibamos la palabra, lloramos al recibirla, nos quebrantamos, pero no da el fruto que en realidad tendría que dar.

Te recomendamos: Un avivamiento destructor

Pero que bueno que le digamos:

«Señor aquí está mi vida, yo quiero dar el fruto que tú quieres que yo de, donde quiera que me encuentre».

Hay algo más que también es peligroso y es «que el amor de muchos se enfriará» lo dice Mateo, algunos apostatarán de la fe, tiempos de indiferencia espiritual.

Para muchos es igual no asistir a la iglesia, otros menosprecian los programas espirituales, no hay propósitos espirituales en sus vidas, hay perdida del celo doctrinal.

Hay quienes prestan atención a doctrinas baratas, que esas si que abundan, creyendo que todo es lo mismo.

Pero hoy te digo, que no todo es lo mismo, hay una doctrina que hace la diferencia.

Hay una iglesia que conoce esa doctrina verdadera y en ella estamos cimentados, apoyados en aquel que nos ha sostenido hasta hoy.

Y por eso seguimos firme sosteniendo este baluarte de la verdad.

Aparecen maestros conforme a sus propios propósitos, enseñando y arrastrando a muchos, pero necesitamos un avivamiento para evitar caer en apostasía.

El profeta dice «Aviva tu obra» pero ese avivamiento trasciende, no es un avivamiento que se queda solamente en los aplausos y en los saltos, ¡No!.

Es un avivamiento que va más allá, es un avivamiento que no lo detiene la escasez, que no lo detiene el desempleo, que no lo detiene absolutamente nada.

Por eso podemos decir «aunque la higuera no florezca» eso es estar en avivamiento, aunque no haya dinero en el bolsillo.

Nosotros conocemos al Dios que todo lo puede, al Dios que provee y conoce todas nuestras necesidades.

Aunque mucha gente no entiende porqué aun sigues adorándole, es que hemos conocido al verdadero Dios y la vida eterna.

La apostasía lleva a la gente a un estado de indiferencia espiritual, de frialdad, un estado en el cual de alguna manera ya no quiere meterse más, ya no quiere buscar más de Dios.

Pero si hay algo que propicia un avivamiento, es el sentir, tener la disposición y deseo de la presencia de Dios es la vida.

En Apocalípsis dice la palabra del Señor:

«Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente, ojalá fueses frío o caliente, pero por cuanto eres tibio, te vomitaré de mi boca», porque en Dios hay que estar definidos.

Hay algo que no le gusta a Dios, es ese estado tibio, porque si está frío, se trata con el frío, y si está caliente pues también, así que hay que definirse en Dios.

Como cristianos necesitamos estar avivados todo el tiempo, tener ella llama prendida en nuestras vidas día y noche.

La voz de la apostasía dice «no es necesario tanta separación con el mundo» y por eso a veces el cristiano quiere parecerse al mundo.

Pero la gente tiene que darse cuenta por sus propios medios que nosotros somos cristianos.

Algunas personas que tienen vicio ya sea drogadicción o alcoholismo, su rostro dice su estado sin que nadie se lo diga.

Porque el pecado degenera la vida del ser humano.

Eso mismo tiene que pasar con nosotros como cristianos, la gente tiene que decir «éste es diferente, éste tiene algo diferente en su rostro».

Hasta el punto que nos preguntan: ¿Tú eres cristiano?, es que hay algo en tu vida, en tu forma de hablar, y esa la misma gracia divina de Dios.

No podemos renunciar a la presencia de Dios, eso jamás, nos puede faltar todo, nos pueden faltar las cosas materiales.

Pero hay algo que no nos puede faltar, es la presencia maravillosa de Dios.

Te invitamos a que con un poco de tiempo y de disposición veas el siguiente mensaje, que sabemos que será de mucha bendición para tu vida.

En nuestra vida necesitamos estar avivados todo el tiempo, que la presencia de Dios esté en nuestro corazón siempre.

Pastor: Anilio García

Artículo anteriorPorqué debemos andar por el camino de Dios
Artículo siguienteEn la debilidad Dios se hace presente