El fuerte contra el más fuerte

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El fuerte contra el más fuerte

Existes dos personajes: uno es El fuerte y el otro es El más fuerte; no negamos que haya un fuerte, pero afirmamos que hay uno más fuerte. Este enfrentamiento entre El fuerte contra el más fuerte, ha marcado la historia para siempre.

El fuerte estando seguro y tranquilo pensando que nadie lo va a cuestionar, llegó el más fuerte que no le pidió permiso, ni le hizo reverencia, sino que le dio una paliza, le quitó lo que tenía y lo repartió.

El problema no es quien es El fuerte, sino saber quién es El más fuerte, el problema no son las armas sino quien se las quita.

Hay gente que piensan en las armas que el enemigo pueda tener y se les olvida que el más fuerte ya lo venció, no se trata de negar las verdades espirituales sino de conocer las nuestras.

Estamos hablando sobre El fuerte contra el más fuerte.

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Hubo una subversión que se revelo contra lo establecido que era Dios, esa subversión pretendía quitarle el poder a Dios.

Pero como se lo trató de quitar fue aquí, entonces Dios tuvo que aceptar el reto aquí, bajo las condiciones de aquí, y Dios le aceptó los términos.

Cabe resaltar que Dios con un solo soplo acaba con el diablo, sería una vergüenza que Dios se enfrentara con el diablo.

Porque eso sería como dice un viejo refrán «pelea de tigre con burro amarrado», porque el diablo no le hace ni cosquillas a Dios.

Porque Dios es el creador Dios todopoderoso y el diablo es una criatura.

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Dios le aceptó el reto a la subversión en las condiciones humanas, porque esas fueron las condiciones en las que se planteó el combate, hombre a hombre, de humano a humano.

La humillación más grande que el diablo ha podido tener, es que un hombre que él consideró inservible fuera el que le diera una paliza que lo dejó acabado.

En el caso de Job, Dios citó al diablo a una reunión, ¿Usted cree que al diablo le va gustar ir a una reunión que Dios haga?

Simplemente no va, pero él no podía faltar, Dios dijo: mañana aquí todos y el diablo madrugó a obedecerle a Dios.

Porque Dios es soberano aun del diablo, y cuando Dios le preguntó tuvo que contestarle.

Esta batalla era entre El fuerte contra el más fuerte.

Dios acepto la batalla en términos humanos, porque la espada que estaba en el huerto para que el hombre no entrara.

Estaba hecha y diseñada para hacerle daño a los humanos que quisieran volver, y no tomaran del árbol de la vida y vivieran siempre pecadores.

Así que si cualquier humano que quisiera recuperar el árbol de la vida para nosotros, tenía que pasar por la espada.

Dios le plantea al diablo la batalla en términos humanos.

Y dijo Dios: Nacerá una simiente de una mujer que te va a vencer a ti, y para el diablo era imposible de aceptar que un hombre le ganara.

Por tal razón el diablo evitó esa confrontación de todos los modos, intentó matar la simiente de la mujer siempre.

La cual tomó 4000 años llevar este proceso a una confrontación directa.

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El diablo evadió siempre esa confrontación, hasta que llegó una señorita llamada María que dijo: Yo estoy lista, hágase conmigo lo que Dios quiera.

Fue allí donde se le complicó el problema al diablo.

Así que en ese instante Inicia el Round de este combate. El diablo trató de matar al niñito, pero el diablo no es capaz ni de matar a un niñito.

No entiendo porque hay gente que le tiene miedo al diablo.

Más bien hay que tenerle miedo a nuestra propia carne que al diablo

Jesucristo decide este combate en 33 años, porque tenía que ser a la manera que estaba planteado, porque si Cristo nace y se levanta, en dos minutos acaba con el diablo.

Pero había que guardar las reglas del juego, y Jesucristo, sí guardo las reglas, y pudo haberlo acabado desde antes, pero no nos hubiera servido a nosotros.

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Jesucristo hasta hizo milagros con tal que las reglas se cumplieran, lo quisieron matar apedreado y el hizo un milagro y se les fue.

Y dijo: así no es, lo vamos a hacer como lo planteamos, porque yo no le tengo miedo.

Este hombre Jesús para recuperar esa entrada y el acceso a la vida eterna, tenía que pasar por la espada que guardaba el árbol de la vida y él estaba dispuesto.

Claro, que si era duro, y en un momento dijo: Padre si es posible que yo no pase por allí, ojala que no tuviera que pasar.

Pero dijo: hágase tu voluntad y no la mía.

El Round Final era entrar agarrar la vida para dársela a la humanidad y para hacer eso tenía que pasar por la espada.

Y la Biblia dice, que una espada atravesó su cuerpo sufriendo por nosotros, no porque a él le gustara el sufrimiento, sino que por amor era necesario que él sufriera.

Jesús pasa la espada, la espada lo hace sufrir y lo mata, pero al tercer día, él se levanta victorioso.

Para que Jesús pudiera tener lo que tuvo, tenía que recuperar lo perdido, porque él vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

 

Cristo, si quería ser nuestro salvador tenía que respetar las leyes humanas y someterse a ellas.

Por eso todo lo que le hicieron aquí en la tierra lo pasó por alto porque él decía: con esta pinta de humano que tengo quien va a creer que yo soy Dios.

Y no podía desquitarse, todo lo contrario, tenía que aguantarse.

Lo ultrajaron como hombre siendo Dios y como Dios los podría haber acabado pero no podía porque él tenía que conservarse como humano para podernos salvar, y como humano estaba aquí amarrado a estas leyes de la gravedad.

Donde tenía que quitar el pestillo para que la ley de la gravedad no dejara de existir sino que dejara de influir.

Y sometido aquí, sufriendo aquí, apedreado aquí, maltratado aquí, ultrajado aquí, sin poder levantarse.

Llegó hasta la tumba y estando allá dijo: ahora si voy a quitar el pestillo, ya llegué hasta el fondo, y quitó la ley de la gravedad que lo sostenía.

«Este Jesús por la resurrección de los muertos se levantó por encima de todos los cielos, subió a lo alto y se sentó a la diestra».

Es decir, se sentó en la buena voluntad del poder de Dios, en otras palabras, se acabó la gravedad.

Jesús se liberó de ella y por el mismo camino que él se liberó nosotros también fuimos liberados.

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Jesús no tenía necesidad de liberarse, porque si él lo hubiese querido, se hubiera liberado, pero hubiera roto las reglas del juego.

Y nosotros nos hubiéramos perdidos, pero dentro de esa regla de juego, abrió un camino nuevo y vivo.

Jesús dijo: Yo soy el camino, yo soy la única manera en que el hombre pasa por el túnel de la gravedad y llegue libre por encima de todos los cielos.

La muerte de Cristo y su resurrección es el Último Round donde le levantaron la mano al más fuerte por ser el ganador de esta gran pelea y decía:

Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.

Tenía en su mano las llaves del infierno y de la muerte que le había quitado al tal fuerte, que fue derrotado, quedando tirado en la lona para siempre

Esperamos que este tema sobre El fuerte contra el más fuerte, te recuerde que no estas sólo, que tenemos al más grande, al todopoderoso.

Pastor: Alvaro Torres

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