El peor de los pecados
El peor de los pecados no es el homosexualismo, ni la fornicación, ni el adulterio, ni la hechicería, ni todos esos otros pecados.
Eso pecados son hijos de un solo pecado muy grave, que cuando se comete, el corazón queda abierto para pecar de cualquier manera, y es que sabiendo que Dios es Dios y todo lo que ha hecho.
No se le reconoce como a Dios ni se le glorifica, entonces se convierte ese pecado en la madre de todos los pecados y es ser desagradecido.
Cuando un hombre no le da gracias a Dios, abre el corazón para que las tinieblas lo invadan.
Porque un hombre desagradecido es prepotente, engreído, cree que todo lo merece, que todo se lo deben, que no le debe nada a nadie y es allí donde le comienza a ir mal es todas las actividades de la vida.
Estamos hablando de el peor de los pecados.
Dar gracias es un acto de nobleza, a veces no le prestamos la atención debida a ciertas áreas de la vida.
Pero ser agradecido es piedra fundamental de la vida cristiana, lo que soy, lo que tengo, la forma como vivo, lo que yo era, lo que dejé de ser, lo que espero ser, porqué lo tengo y quien me lo dio.
Vea también: Cuáles son los tipos de pecados
El agradecimiento es humildad; la humildad no es vestirse con un traje barato ni andar en chancletas, ser humilde es reconocer que dependemos de Dios ciento por ciento.
Si yo obtengo algo en la vida y digo: si Dios no me lo hubiese dado, estaría sin nada, yo estoy aceptando mi incapacidad y reconociendo la grandeza de Dios.
El agradecimiento va a marcar la dirección de nuestra vida.
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Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, y como no le dieron gracias, entonces Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen.
Al ser desagradecido nacen una cantidad de cosas, como por ejemplo: deshonraron sus propios cuerpos.
Algunos dicen que el homosexualismo es genético, y que es tener una personalidad desviada, y no es así.
Esto tiene su razón de ser y es el desagradecimiento, hemos caído en todo lo malo que hay en este mundo por ser desagradecidos.
«Porque dos grandes males ha hecho mi pueblo, el primero, me dejaron a mí, fuente de agua viva».
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Yo era el que le daba las bendiciones y ellos se lo atribuyeron a otro y entonces se hicieron pozo que no retiene agua, su mente entenebrecida por no darle gracias a Dios.
Toda la inmoralidad que hay en este mundo, es hija del desconocimiento que el hombre ha tenido de Dios.
Hay muchos padres que no entiende porque se les perdió el hijo, si desde pequeño lo lleva a la iglesia, si se le enseñaba la Biblia.
Pero fue que se le olvidó, que el secreto no estaba en él como padre, porque era buen cristiano.
Sino que el secreto está en reconocer que tenemos un Dios que en capaz de guardarnos y llevarnos más allá de la muerte.
Dios los tenía en sus brazos, pero como no le dieron gracias, ni gloria, ni honra, entonces Dios los soltó y les dijo: «Si lo que quieren es perderse, vivan como quieran y piérdanse».
Tenemos que entender que Dios es el actor principal de todo este drama
A la gente de hoy en día, le es muy difícil agradecer porque vive muy de prisa.
Dios nos invita a detenernos, y que podamos pensar, entender y contemplar.
Porque el hombre que piensa y entiende, glorifica a Dios. «orare con el espíritu, pero con el entendimiento», cuando uno entiende uno agradece.
Recuerda que hablamos sobre El peor de los pecados.
Nosotros como seres humanos debemos darle gracias a Dios porque nosotros éramos los que debimos a morir en una cruz.
Y que alguien haya sido colgado en mi lugar, en el cual yo tenía que morir, y ese alguien murió por mí.
Y tenía que ser condenado y recibir la ira de Dios y que alguien la recibió por mí, sacándome de un mundo que tenía por cárcel, eso es para estar agradecido toda la vida, donde lo llegásemos a entender.
«Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas».
Cuando se le tuerce la vida a uno, es sencillamente porque le robamos la gloria a Dios, no solamente se roba dinero, también se roba honor, gloria y reconocimiento.
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Uno debe enderezar el corazón y de lo demás Dios se encargará, es necesario reconocerlo y él enderezará nuestras vidas.
Agradezcámosle a Dios por todo lo que tenemos, un trabajo, una casa, un carro una esposa, unos hijos, buena salud, bienestar, entre otros.
Aceptar que todo lo que tenemos viene de parte de Dios, es un acto de humildad.
Reconozcamos nuestra incapacidad de tener por nuestros propios medios las cosas.
Que lo que somos y tenemos en nuestra vida, es gracias a Dios, ¿Porque no agradecerlo?.
No merecemos nada, si algo tenemos ¡Gloria a Dios! Y si no lo tenemos ¡Gloria a Dios!
Dios tiene algo muy particular y es que le gusta bendecir a la gente, y él lo hace porque quiere, no porque nos lo merezcamos.
Dios ha tenido misericordia de nosotros y misericordia no es merecimiento, simplemente éramos culpable.
Vea también: La justificación de nuestros pecados
Nos tenían que condenar y por misericordia no nos han condenado, no merecemos es nada, gracias a Dios por la vida sana que vivimos, pero se la debemos a Dios.
La vida que tengo, no la tengo porque soy mejor, es porque hay un Dios sobre todos nosotros que es muy bueno.
Tal vez de alguna manera en nuestras vidas, no hemos sido agradecido con Dios como debe ser, hoy te invito de una manera muy especial que reconozcamos a Dios.
Le demos la honra, la gloria y que entendamos que todo lo que tenemos en este mundo es GRACIAS única y exclusivamente a él.
Pastor: Alvaro Torres