Por qué debo cantar

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Por qué debo cantar

Los hombres de Dios que se inspiraron para escribir los Salmos que son cantos, y escribir poemas, que son cantos del alma, lo hicieron porque tenían fe, porque creían, porque había algo que les inspiraba el alma. Hoy hablaremos de Por qué debo cantar.

Yo creo que para cantar hay que tener claro Por qué debo cantar, hay que tener una razón, y nosotros tenemos infinidades de razones para cantar y glorificar al único Dios.

Yo estaba viendo las palabras del profeta Isaías de un salmo hermoso que está en su libro, y viendo como el hombre a pesar de las circunstancias y de las cosas que lo rodeaban se inspiraba para cantarle al Dios que lo había hecho profeta y él decía:

«Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro».

Recuerda que estamos hablando de Por qué debo cantar.

En medio de la incertidumbre, de la maldad, de la resequedad del alma, del yermo, de la esclavitud en que vivían.

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Este hombre dice voy a cantar a Dios porque nosotros veremos la hermosura del Dios nuestro en este desierto en resequedad, veremos profusamente cómo las flores crecerán, correrán las aguas.

Este hombre estaba inspirado, no porque las cosas parecían buenas en el momento, sino porque, creía y tenía confianza que las cosas iban a cambiar, porque él creía que Dios haría maravillas y portentos.

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Cuando Job estaba en su desesperación y la enfermedad le comía la carne y los huesos, la esperanza se le hundía en el polvo, buscaba la mañana y el amanecer no llegaba, veía la muerte cerca, escuchaba que la gente se burlaba de él, y le cuestionaban su integridad.

Él de pronto se eleva por encima de su circunstancia y en un acto de fe y creencia en el Dios todopoderoso.

Él dice: Yo sé que mi redentor vive, y sé que se levantará del polvo, eso es un verdadero acto de fe.

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El profeta en medio de la desolación dice: Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

Estamos hablando del Por qué debo cantar.

¿Porqué canto?

  • Porque creo.
  • Porque tengo esperanza.
  • Porque sé que de tal manera me amo.
  • Porque sé que Cristo murió en la cruz por mí.
  • Porque sé que resucito de los muertos.
  • Porque creo que volverá otra vez.
  • Porque creo que él derrama de su Espíritu sobre toda carne.
  • Porque creo que Jesús está en mi vida.
  • Porque creo que él sana a los enfermos.
  • Porque creo que hay libertad en su nombre.
  • Porque nuestro redentor vive.
  • Porque nuestro Señor está con nosotros.

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Es tiempo de cantar, de elevar el canto de fe y de esperanza, de adorar a Dios, de levantarnos por encima de nuestra propia muerte y vivir la vida que Cristo nos dio en la cruz con su resurrección de entre los muertos.

Hay una vida trascendental que fluye de Dios, que se mete en el alma y sale por los poros.

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Yo creo en Dios, creo que él vive, creo que nos ama, por eso canto alegre en cada momento, por eso me siento feliz, por eso vivo la vida cantándole.

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Es hora de cantar nuestra esperanza, nuestra vida, nuestra libertad, nuestra alegría, de gritar a los cuatro vientos que Jesucristo vive, que es la esperanza, que es el canto que el hombre necesita, que es la sintonía más hermosa que jamás se ha escuchado.

Tenemos muchas razones de Por qué debo cantar a Dios, no importando la circunstancia.

Yo canto porque creo, porque sé que mi redentor vive y canto aunque haya destrucción y muerte

Pastor: Alvaro Torres

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