¿Qué le faltó al hombre para que quedara bien hecho?
Dios planeó el rescate del hombre mucho antes que el hombre cayera, no porque se sintiera obligado ni por compromiso moral, entonces ¿Qué le faltó al hombre para que quedara bien hecho?
El enemigo se propone a destruir la obra de Dios, por envidia, su estado de maldad, de iniquidad y de conflicto con Dios, valiéndose del engaño.
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Todo lo que existe Dios lo hizo con la palabra, pero al hombre lo hizo con sus manos, le dio forma y le transmitió su propio aliento, sopló en él, aliento de vida, la vida de Dios es eterna, (por eso el hombre podía vivir eternamente), porque lo hizo a imagen y semejanza.
Adán desobedeció a Dios, pero esto no quiere decir que le haya quedado el hombre mal hecho a Dios, todo lo contrario, quedo perfecto. Eclesiastés 7:29.
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El hombre es la criatura más maravillosa, hermosa y perfecta que Dios ha creado; es la criatura con acabados de perfección más grande que Dios creó.
Al Dios crear al hombre, él no tenía por qué fallar en lo que se refiere a su creación, porque Dios lo creó perfecto.
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El punto estuvo que Dios no hizo maquinas en serie o robot programados a obedecer ciertas funciones.
Cuando Dios creo al hombre le dio un regalo, un don que se llama libre albedrío, libertad de pensamiento, libertad de expresión, libertar para razonar, analizar, sacar conclusiones y tomar decisiones. Dios no creo un zombi o un esclavo, Dios lo que creo libre.
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Jesucristo fue la máxima expresión del amor de Dios, Dios se propuso rescatar al hombre solo por amor: «Porque de tal manera amo Dios al mundo».
Dios no se sintió obligado ni presionado. Dios creo al hombre con la capacidad de decir «SI», y con la capacidad de decir «NO».
Adán tuvo todos los elementos para haberse detenido, tenía todos los ingredientes a favor para haber dicho NO, pero también tenía la capacidad para decir SI.
«A los cielos, y la tierra llamo por testigos, que pongo delante de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición, escoge pues la vida para que vivas».
El hombre fue creado con la capacidad de escoger.
Por: Vicente Arango
