El pénsum mi herramienta integral

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El pénsum mi herramienta integral

Un maestro integral es aquel que impacta a los niños apenas entra a la clase y capta su atención, no importando cómo lo hagas. Hablaremos sobre el tema: «El pénsum mi herramienta integral».

Si a un niño usted no le capta la atención al momento de iniciar la clase, sera un niño que no le escuchará ni dejará escuchar a otros.

El pénsum como una herramienta integral, nos permite mirar que necesitan los demás, no nosotros porque no se trata de que si te gusta como es o no el pénsum.

No se trata que, si me agrada repetir o no una lección, se trata de ellos y vamos al blanco, Dios nos va usar poderosamente y veremos a chicos que no se van a ir de la iglesia.

Parece que sentimos más compasión de nosotros mismos que de aquellos a quienes le estamos dando el don que Dios nos dio para ministrar.

Hay gente que predica todos los domingos y algunos todos los días.

“Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.

Se trata de cómo le satisfacemos sus necesidades que son integrales, hay que pensar dos cosas.

  1. Hay que partir de la base experimental

Esto significa de lo que ellos están viviendo. Los educadores de afuera intentaron muchas veces educar a la manera de ellos.

Cuando hablamos del pénsum no es que salió solo de un grupo de pastores.

Estamos hablando de gente que observó que el niño colombiano miraba un entorno y una cosmovisión diferente al niño americano.

Y los hermanos dijeron: hay que plasmar la necesidad de los niños colombianos.

  1. Involucrarnos en proceso de desarrollo continuo

Un chico necesita como la abuela de la reflexión, que nos involucremos más cercanamente en saber cuál área es la que está necesitando que se refuerce.

La posibilidad no es de solo hablarle al niño de Dios y de Biblia.

Sino que se mezcla con sus decisiones y su proyecto de vida, porque ellos son integrales.

La integralidad es no solo saber que se aprende de una manera, un niño integral necesita un maestro integral, que use una herramienta integral.

Dios no nos ve de una pieza, que bueno saber que no somos idénticos, que variamos.

Cuando usted mira un niño no solo mira cómo llega, sino que el trae un pasado, los niños no ven igual que nosotros.

¿Cómo es un maestro integral?

  1. El maestro integral al abrir la enseñanza abre los sentidos

Porque no importa que temprano sea, todo niño nunca ha sido tan diferente, todo niño trae los sentidos cerrados.

Necesita que se le abran y cuando usted entra a un salón ningún niño te mira.

Maestro tienes que saber que acabas de entrar a una batalla y en esa batalla se vale que vayas con todo, la inteligencia múltiple eso es lo que quiere decir la Biblia.

“Amarás al Señor tu Dios con toda tu mente, con todo tu con toda tu alma, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas”.

Dios ya sabía y nos lo enseñó a nosotros, que el niño aprende amar con sus sentidos, pero alguien está interesado en esa batalla y recuerde “No es contra carne, ni sangre, es contra whatsApp, Facebook, twitter”.

Porque cuando entras a clases si son adolescentes, encuentras que todos están agachados en el celular.

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Cuando llegues y hagas algo que abra sus sentidos, vas a lograr un gran milagro, donde se endereza lo que está torcido y le ganamos la batalla, esta es la forma como hoy estamos enfrentando estas fuerzas.

¿Qué es lo que haría que ese muchacho se salga de allí?

A ellos solo les despierta lo que les duele, les llamaron adolescentes porque aprenden doliéndoles y no creemos que sea ese el método de Dios.

Pero de alguna manera Dios los preparó para que cuando exista el problema ellos se levanten.

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Y cuando el problema aparece, también tú maestro tienes que decir que hay un problema, tienes que entrar a ese salón y hacerlos preguntar ¿qué será lo que va hacer?

Cuando usted entra a un salón tiene que despertarles a ellos la mirada.

Jesús no vino a la tierra a hacer milagros, no era un objetivo era un medio, él dijo “Yo soy la luz y el que me siga no andará en tinieblas”.

El milagro era la ilustración didáctica de él, es aparecerte con algo que rompa lo natural.

Él hizo los niños como barro moldeable para nuestras manos, tú tienes que decidirte a dejar llevar esas manos por las manos de Dios.

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Si ellos son inquietos ellos necesitan un maestro que sea más inquieto que ellos, hay que hacer algo más fuerte que ellos, que les despierte la pregunta ¿Qué va hacer?

Un maestro integral abre los sentidos, no se ponga hacer cosas que le quite la atención de ellos.

¡Abre los sentidos!

  1. Antes de saludar impacte, nunca llegues con las manos vacías.
  2. Formula 3 preguntas que inicien con ¿ustedes sabían qué?
  3. No pida prestada su atención, captúrela con algo emocionante relacionado con él; guardemos por semejanza, recuperemos por diferencia.

Lo que usted necesita es pasión, visión y la decisión de ser un maestro que usa todos los recursos porque usted es integral.

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Guardemos por semejanza.

Vamos pensar cosas como si un chico lo hubiese hecho, nosotros aprendemos de algo que se parece a nosotros o de alguien que es como nosotros, que es de nuestros gustos, que es de nuestros afectos.

Los chicos quieren oír algo que se parezca a la vida de ellos y que no importa que historia traigas, importa que tenga un puente.

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El pénsum es una herramienta integral.

Recuperamos por diferencia.

Cuando viene un problema es que emerge lo que tu aprendiste, ese muchacho no podrá sacar a flote que Dios toma como pecado la fornicación.

Sino que cuando esté en frente a la tentación misma y gracias a Dios por eso porque es ahí donde se necesita que diga a una voz “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti”.

Es por esto que siempre, aunque parezca que no se aprendieron los versos, ellos van a recuperar la información.

Un niño dicen los neurólogos, solo te da 8 segundos para que lo atrapes, o sea, que apenas tu entras tienes que atraparlos.

Por eso hacer este trabajo requiere la ayuda poderosa de Dios y maestros decididos a no perder esta batalla.

Por: Balbino Vásquez

 

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