Sin obediencia no hay bendición

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Sin obediencia no hay bendición

Hay promesas que Dios nos ha dado y él no miente, pero esas promesas la debemos adquirir cuando acatamos los mandamientos, porque sin obediencia no hay bendición.

“Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos” Deuteronomio 28:9.

El Señor Jesús es firme en sus dichos, si hay obediencia de nuestra parte el cumplirá.

Samuel le dijo a Saúl: “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios” 1 Samuel 15:22.

Estas fueron las palabras que el Señor mandó por medio de Samuel a Saúl, para que fuera y detuviera a los enemigos de Israel, que eran los amalecitas.

Tomó de todo lo que destruyó y guardó cosas para traer primicias a Jehová, pero Dios no le había pedido primicias, sino que destruyera a esa mala generación.

Cuando llegó le insistió al profeta que él había sido obediente a Dios y contradijo a Samuel, pero Samuel le respondió que es mejor obedecer que los sacrificios.

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Tengamos claro que sin obediencia no hay bendición, recordemos que hay promesas de gran bendición para todo el que obedezca a palabra de Dios.

Los diezmos, las ofrendas y las primicias se paga por obediencia a Dios.

¿Son bíblicas nuestras prácticas?

Claro que nuestras practicas son bíblicas, ni los pastores, ni los directores hacen reglas; todo lo que hacemos y somos tiene una razón, es por eso que diezmamos y ofrendamos.

Si es porque vemos que todos lo hacen, lo hacemos mal, debemos tener claridad del porque hacemos las cosas.

¿Por qué tomamos la décima parte de nuestra bendición y la ofrecemos a Dios? Debe haber una razón por la cual lo pagamos.

Resumidamente tocaremos unos puntos por las cuales esta iglesia practica llevar diezmos:

  1. Porque la Biblia así lo ordena, si Dios lo dice hay que obedecer, recordemos que sin obediencia no hay bendición.
  2. Si no diezmamos estamos robando al Señor y los ladrones no entran al reino de los cielos.
  3. Porque tememos a Dios, sería como un martirio o una espina en el corazón no dar de eso que Dios ya nos regaló.
  4. Entendemos que la obra de Dios los necesita, y amamos la obra de Dios.
  5. Porque conocemos muy bien nuestra doctrina, y sabemos que el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es contado como pecado.
  6. Porque estamos agradecidos con Dios y o tenemos como pagarle.
  7. Por obediencia.

Nunca nos dejemos engañar del enemigo con algo tan hermoso como es el diezmo, es dar al Señor lo que le corresponde de forma grata, porque él nos ha dado bendición y sustento.

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Miremos algunos pasajes donde Dios nos lo ordena.

  • “Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año” Deuteronomio 14:22.

Si el Señor Jesús lo ordena, como no hacerlo.

  • “Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán” Deuteronomio 26:12.

Primero el diezmo y debemos todos tenerlo claro, así lo dice la Biblia.

  • “Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma” Deuteronomio 26:16.

Sin obediencia no hay bendición.

  • “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas” Malaquías 3:8.

Nosotros sabemos que no entraran al cielo los ladrones.

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Muchos dicen, que esto fue un mandato y solo fue dado para el tiempo de la ley, pero no es así, encontramos también este deber, en el Nuevo Testamento.

  • “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, ¡hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”.

Es muy clara la palabra de Dios cuando dice, sin dejar de hacer aquello, es decir, que Jesús los corregía porque habían dejado de lado la justicia, la fe y misericordia, pero deja muy en claro que debe haber un equilibrio.

No hay nada que reemplace la obediencia, si alguien pretende seguir a Dios sin obedecerle, se está engañando a sí mismo y está perdiendo su tiempo.

El ir al templo, el leer la Biblia y el orar, no sustituyen la obligación que tenemos de obedecer a Dios.

Tener en claro cada obligación con Dios, nos edifica, nos hace ser unos cristianos completos, el conocimiento de la palabra nos hace crecer.

El crecimiento nuestro debe ser en todas las direcciones, estos temas nutren también nuestra vida porque crecernos.

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Nosotros sabemos que sin obediencia no hay bendición, tenemos ropa, calzado, comida, y techo, trabajo y estudio, tenemos paz, gozo, alegría, salvación y vida eterna.

¿Cómo podemos robarle a Dios después de proveernos todo?, no podemos hacerlo porque estamos totalmente agradecidos, y de lo recibido de su mano de eso le damos.

Dios nos ha dado tanto, su misericordia se ha extendido hasta nosotros, él nos provee de lo material y nos alimenta nuestro espíritu, todo viene del cielo, sin el nada tendríamos.

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Si todo viene de él ¿Por qué hay quienes no pagan sus diezmos y creen que con hacerlo solo alguno se beneficiará?

Entendamos que el diezmo es para el Señor, así él lo dijo y esta iglesia así lo hace.

Cuidemos nuestra salvación, y pidámosle a Dios la ayuda en todo.

Muchos quieren que Dios bendiga sus días y sus noches, que respalde sus trabajos y lo que emprenden, pero olvidan la obediencia a Dios en esto.

Entendamos que sin obediencia no hay bendición.

Pastor: Clodomiro Lobo

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