Perseverando en la doctrina

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Perseverando en la doctrina

Es importante saber que no todas las religiones monoteístas son cristianas; ese es el peligro y la equivocación donde nosotros podemos caer. Nuestra posición debe ser siempre Perseverando en la doctrina.

Que ésta sea una oportunidad para decirnos:

“Ojo, no todos los que creen en un solo Dios son cristianos, y no todos los que creen en un solo Dios, creen lo mismo que nosotros creemos”, hay que tener cuidado.

Cuando Dios llamó a Abraham, él era un gentil de Ur de los Caldeos, era uno de los más grandes idolatras de su cultura.

Abraham vivió en una de las culturas politeístas bien arraigadas de su tiempo.

Uno de los propósitos del llamamiento de Dios a Abraham, era para que a través de él.

Su descendencia y las naciones del mundo conocieran que había un Dios verdadero.

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Perseverando en la doctrina.

Que en medio de las religiones politeístas de la época, Dios quería que supieran que había un Dios vivo por encima de todos los dioses paganos que existían en sus culturas.

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Dios lo primero que le dijo a Abraham fue una revelación, que él era el Dios de la creación.

Abraham estaba acostumbrado a los ídolos de su cultura, pero Dios se le aparece y le dice:

“Yo soy el Dios todopoderoso, anda delante de mí y sé perfecto, y te bendeciré, levantaré de ti una gran nación, reyes saldrán de tus lomos, para que tú instruyas a tus descendientes, para que les enseñen después de ti que Yo soy Uno, y que no hay otro”.

Israel, los descendientes de Abraham, vivieron cuatrocientos años en la cultura egipcia, cultura llena de ídolos, de paganismo, de cosas terribles.

Estamos hablando sobre Perseverando en la doctrina.

Cuatrocientos treinta años, no era fácil para una nación despojarse de esa cultura idolatra, sin embargo, constantemente Dios a Israel le insistió.

Les suplicó para que entendieran que el Dios que ellos tenían ahora era muy diferente a los dioses de los egipcios.

Dios lo primero que hizo con ellos fue decirles:

“Yo soy Jehová tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, no tendrás dioses ajenos delante de mí, no te inclinarás a ellos, ni los honraras, porque Yo soy Jehová tu Dios, fuerte y celoso; Yo soy distinto a todos los dioses de los egipcios”.

Para que usted y yo sepamos, que aunque nosotros hoy no somos los idolatras del pasado, somos nuevas criaturas y tenemos una revelación que muy pocos tienen.

No obstante, es importante no solo pensar que somos unicistas, hay algo más grande que tenemos que saber, y tenemos que arraigarnos, porque hay muchos movimientos pseudocristiano.

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Lamentablemente hoy la gente se va detrás del ruido y del movimiento.

No caminemos detrás del ruido, detrás del movimiento, de los tambores y de las cosas externas, porque hay algo más grande todavía.

Hay movimientos que han surgido de la noche a la mañana, que crecen como espuma, pero también se desvanecen.

A esta iglesia Dios la ha sostenido y esto no ha sido gratis, hay un Dios que nos ha traído hasta aquí y estamos seguros que nos guiará aún más allá de la muerte.

Entonces Dios le dice a Israel:

“Acuérdate Israel, que ninguna figura visteis de mí en el monte, para que no os corrompáis, para que no hagáis figuras o dioses, no, acuérdate, a ti te fue mostrado para que supieses que Jehová es Dios y que no hay otro fuera de Él”

Y agrega “¿Qué nación hay entre todas las naciones que tenga un Dios tan cercano como ustedes?”

Eso lo sabemos, pero lo que tienen que saber los pueblos, las religiones politeístas y las religiones pseudocristianas, es que el Dios de Abraham no solamente es el Dios del Antiguo Testamento.

Las religiones quieren partir a Dios en tres, el Dios del Antiguo Testamento, el Dios de los Evangelios y el Dios de la iglesia.

No existe un Dios partido, el Dios de Abraham es el Dios de la iglesia, el Dios de Israel es el Dios de la iglesia, no ha cambiado.

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Jesucristo es el Dios de la creación, porque para algunos existe un Dios en la creación, otro Dios en la redención y otro Dios en la regeneración, ¡No hay tal cosa!

El Dios de la creación se llama Jesucristo, en el principio era el Verbo, el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.

Jesucristo es el Dios de Abraham, eso lo dijo él “Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día” lo vio y se gozó.

Jesús dijo “Antes que Abraham fuese, Yo soy” Jesucristo es el Dios de Abraham.

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Jesucristo es el Dios de Moisés; la Biblia dice, que Moisés prefirió el vituperio de Cristo, que gozar de los deleites temporales del pecado.

Estamos hablando sobre Perseverando en la doctrina.

¿Existía Cristo como Cristo allá?

Moisés por la fe lo vio, prefirió, renuncio a las riquezas, a la fama, a la gloria y el placer, porque prefirió ser vituperado por Cristo, porque se sostuvo como viendo al invisible.

Jesucristo es el Dios de los profetas; cuando los profetas dijeron “Así dijo Jehová», o «Jehová ordenó”, ese era Jesucristo el que estaba en ellos.

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No había un Dios en el Antiguo Testamento, ni otro en el Nuevo Testamento, el que estuvo presente en el Nuevo Testamento, fue el que estuvo en los profetas.

El Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los padecimientos y las glorias que vendrían después de ellos.

A estos, aunque indagaron con diligencia estas cosas, se les dijo que no era para ellos.

Sino que estaban reservadas para aquellos que habían de alcanzar los fines de la gracia y de la salvación, cosas de las cuales anhelan mirar los ángeles.

La iglesia de hoy es el pueblo mas privilegiado que ha existido en toda la historia de la humanidad.

Hubo cosas que Dios no les reveló a los profetas, hubo cosas que Dios no le reveló ni a Abraham, ni a Jacob, ni a Moisés, pero las tenía reservadas para hoy.

Si te interesa saber más sobre éste tema, puede ver la siguiente enseñanza en vídeo, y conocerás más sobre él.

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Pastor: Jairo Marín

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