Somos luminares en el mundo

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Somos luminares en el mundo

En toda congregación hay hombres y mujeres con el Espíritu despierto, llenos del poder de Dios, pero también hay gente apagada, con una luz tenue. Pero el Espíritu Santo es ese combustible que nos hace ser luminares en el mundo.

Tú y yo debemos ser ese faro ardiente que tenga iluminación clara, que alumbre en este mundo perdido.

«Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos». Mateo 5:16.

Pregúntese hoy

  • ¿Quién soy yo en mi trabajo?
  • ¿Si estaré siendo yo luz en mí trabajo?

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Recuerda que en tu trabajo tienes la oportunidad de irradiar la luz que Cristo te ha dado y ser testimonio vivo en medio de esta generación perversa.

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Debes ser consciente que Dios te colocó allí no solamente para que devengues un buen salario, sino también para ser luz a tus compañeros que están en tinieblas.

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Te invito a que te preguntes hoy:

¿Si habrá un llama encendida en mí?

La esperanza de este mundo, está en Dios, fuera del Señor lo demás es inmundicia, perdición, solamente en la iglesia está la esperanza de vida, que es Cristo

Cada uno de nosotros es un faro, una torre alta visible, con una iluminación grande en la parte superior, que se ve de lejos, que orienta a los navegantes, que salva a las almas, que salva a las personas para que no se pierdan.

Recuerda que somos luminares en el mundo.

Si nuestro faro está encendido, estaremos orientado a muchas personas en este mundo.

Si nos dejamos usar por Dios, podríamos revolucionar el mundo, con el poderoso mensaje de salvación.

Nosotros como cristianos tal vez no estamos irradiando la luz necesaria para alumbrar a este mundo.

Tal vez las ocupaciones de este mundo, la tecnología y otras cosas, estén opacando  la visión por las almas, pero no olvides que somos luminares en el mundo.

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De pronto le hemos fallado a Dios permitiendo que nuestra llama se apague, y esas fallas espirituales, producen tendencias mundanas en el creyente.

No nos mimeticemos con el mundo, que donde estemos de una vez vean la diferencia, que no seamos parecidos, que digan ese es evangélico donde se meta.

Quizás tu faro tiene luz tenue, pero te invito a encenderlo, porque el avivamiento es personal. No te escondas en el anonimato ¡Despierta!

Puedes ampliar más sobre este tema, viendo la siguiente enseñanza, que sabemos será de mucha bendición para tu vida.

Pastor: Clodomiro Lobo

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