Nada que no me cueste para Dios

3305

Nada que no me cueste para Dios

No pongas a orar a tu mamá cuando vayas a salir o necesites un trabajo, más bien levántate más temprano y ora tu, «que te cueste». Hablaremos sobre el tema: «Nada que no me cueste para Dios».

No esperes sacar el sermón cuando llegues a predicar, mas bien sácale antes «que te cueste».

Si sacamos tiempo para Dios tendremos siempre garantizada la victoria.

«Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente». 2 Samuel 24:10.

Nada que no me cueste para Dios, una frase que muchos dicen, pero pocos en realidad la aplican.

No le pongas la carga al ancianito de la iglesia, para que siempre ore por ti, que te cueste llegar donde en realidad quieres.

Estamos en un tiempo donde casi todo nos gusta instantáneo, gratis o pedir rebaja, en un tiempo de transición, de cambios.

Donde los pesos se van desvalorizando y hasta la inflación está subiendo.

El pueblo clama y grita a gran voz diciendo ¡todo está muy caro, ya nada alcanza!

Y el joven se traza un estilo de vida desde una perspectiva donde quiere salir muy rápido del bachillerato, ya le aprueban el bachillerato en un año.

Es decir, estudia en unos cuantos sábados y sale graduado de bachiller.

Después va y hace un diplomado en horario intensivo y sale con un diplomado en x o y programa.

¿Qué conocimiento se adquiere al estudiar tan rápido?

No se están formando la mayoría de los jóvenes para que desarrollen un proyecto de vida,

Sino que se está acelerando un proceso donde el joven quiere legalizar muchas cosas.

Pero hay una juventud que dice ¡nada que no cueste para Dios!

También te puede interesar: Cuidado con lo que has recibido

Parece que en los momentos duros de la vida es donde decidimos decirle al Señor “te entrego todo”, pero no hay que esperar a estar en la aflicción para rendirnos delante de él.

David estaba apurado por una decisión que tomó por una experiencia que tuvo.

Porque a veces las experiencias nos marcan para toda la vida, sobretodo, cuando no dejamos que Dios intervenga en ellas o tome el control.

Ahí estaba David desesperado y no había quien lo consolara, porque se había dado cuenta de algo importante y era que había cometido un error delante de la presencia de Dios.

Hubo hombres en la Biblia que vivieron experiencias, que un momento de su vida tomaron una decisión que cambiaría el estilo de vida que llevaban.

Pero no porque Dios lo quería así, sino porque a veces nos metemos dentro de un marco.

Y también nos podemos una venda, porque al diablo le gusta vendar, pero Jesucristo quita toda venda y lo que haya, que nos impida ver, él tiene todo poder para hacerlo.

Después de que el general de sus filas le había dicho a David: no hagas ese censo auméntales 50 y 100.

Pero David insistió en hacer ese censo, porque hay momentos donde no podemos parar esos dardos del enemigo.

Él nos bombardea todas las noches y todos los días, pero a aquel hombre esos dardos no lo van a penetrar, porque él tiene una coraza que se llama la armadura de Dios.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Y esa es la que hace que el diablo salga huyendo “Resistid al diablo y él huirá de vosotros”.

David estaba afligido y se dio cuenta que lo que hay más cerca de la alegría es la tristeza, pero yo tengo que hacer de la experiencia con Dios un estilo de vida.

Es decir, que no me afecte lo que pase a mi alrededor.

Porque lo que está más cerca de la risa, es el llanto, lo que está más cerca de la vida, es la muerte.

Lo que está más cerca de la salud es la enfermedad y en ese paralelo se encontraba este hombre.

Todo al ver que la mano del ángel de Jehová estaba extendida a la era de Arauna para destruir lo que quedaba, pero Jehová de los ejércitos le dice: “Un momento detente no hagas daño a ese lugar…”

“Parece que mi hijo está diciendo en su corazón: he ofendido a Dios” … y cuando él está pensando todo esto, cuando él está diciendo que hizo mal viene una noticia de parte de Dios.

Suscríbete a nuestro Canal de Youtube

Dios está listo para bendecirnos, para llenarnos de su Espíritu Santo y somos nosotros los que tenemos que escoger.

Hoy nos podemos poner a cantar, pero ¿Qué te está costando esa alabanza?

Recuerda “nada que no me cueste para Dios”.

Dios se cansó un día de los holocaustos, porque ahí en el altar le montaban lo dañado, lo malo, es que para Dios no son las migajas, para Dios es todo o es nada.

De manera que hay una cantidad de jóvenes en el país que anhelan ministrar, que quieren es mostrar el ego y creen que ser pastor es muy fácil.

Pero nada que no me cueste para él; para él debe ser lo mejor.

Nosotros tenemos que ser conscientes que el motor del crecimiento de esta iglesia es el Espíritu Santo y que no podemos ser indiferentes con él, tenemos que adorarlo con el corazón.

¡David escogió una parte especial! caigamos en las manos de Dios, pero surge una pregunta: ¿te sientes hoy en las manos de Dios?

Vea también: Uno es importante para Dios

Sus misericordias son muchas, en ese espacio de la misericordia es donde yo debo vivir la experiencia.

El Señor se compadece de nuestras debilidades cuando estamos en sus manos, marque su propio estilo de vida para agradar a Dios.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

Vea también: 10 veces mejores para Dios

El que no está en manos de Dios está en manos de los hombres y los hombres pagan mal, fallan, te desprecian, pero hay un Dios que siempre tienes los brazos abiertos.

“Y dice: venid a mi todos los que estéis trabajados y cansados que yo os ayudaré”.

Tenemos que sentir la responsabilidad de la salvación para que el mundo no crea por tus palabras sino por tus hechos, por tu vida y por tu comportamiento.

Hay que subir un peldaño, todo joven debe subir y hacer un altar en lo alto, quizás hacerlo en la arena es muy fácil y rápido.

Pero cuesta mucho hacerlo en la roca que es Cristo, ahí usted puede hacer el altar que es la santidad y le va a costar lágrimas, pero recuerda: nada que no me cueste para él.

Por: Huberto Meneses

Artículo anteriorQuieres unción
Artículo siguienteLos consentidos de Dios

Los comentarios están cerrados.