Habla

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Habla

Marcos 5 narra la historia de un hombre que también como muchos de nosotros alcanzó a ser víctima de las consecuencias del pecado, sujeto al yugo de esclavitud, a la dureza de una gran atadura impuesta por el enemigo y esa era estar poseído. Hablaremos sobre el tema: «Habla».

La Biblia habla, que el Señor pasando por el camino que llegaba hasta la ciudad de Gadara le salió al encuentro un hombre que estaba cautivo por una legión de demonios.

Se entiende que una legión equivale a unos 6 mil demonios, este hombre estaba poseído por una legión de 6 mil demonios que le ataban.

La Biblia enseña que este hombre no vivía como una persona normal, dice que este hombre tenía su morada entre los sepulcros y ningún hombre normal sería a vivir a aun lugar así.

Andaba desnudo, el peor de los indigentes tiene sus ropas sucias pero no anda desnudo y este nombre daba voces.

Muchas veces sus amigos, procuraron en llegar a donde él estaba para atarle, someterle pero este hombre tenía tal fuerza que las cadenas las rompía y las hacía pedazos.

Pero Jesucristo no anda buscando a ninguno para ponerle cadenas, él busca a los cautivos para darles libertad.

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Cuando el hombre no conoce a Dios y no lo tiene, quiere buscar cualquier salida y fácilmente resulta estar más atado y perdido de lo que estaba antes.

Cuando la gente no conoce a Dios se hunde en la hechicería, de cuanta cosa encuentra pero cuando un hombre se encuentra con Jesucristo tiene la libertad que solamente Dios puede ofrecer a un alma atribulada.

Y ese cuadro que parecía tan bajo, comenzó a cambiar porque los demonios que maltrataban dice la Biblia, que llegaron la legión completa postrada ante la presencia del Señor.

Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios”. Romanos 14:11.

La historia de aquel hombre comenzó a tener un cambio el día que Jesús se cruzó por ese camino.

Los demonios comenzaron a decirle: “Señor porque nos atormentas antes de tiempo”.

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La legión que antes no se le sometía a nadie, comenzó a doblegarse de la presencia de aquel que es conocido como el todopoderoso.

Y apenas oyeron la orden, se fueron al hato de cerdos.

Si el diablo vino para hurtar, matar y destruir, Jesucristo vino para que tengamos vida y abundancia.

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Dios hizo la obra porque la Biblia dice que, no hay nada imposible para Dios.

Dice la Biblia, que cuando aquel hombre estaba sentado en su cabal juicio.

Después de ser la burla, él sabía lo que había sucedido, la obra que Jesús había hecho en él.

Por eso cuando Jesús se va a ir, él le pide que quiere ir, pero él no lo deja y le dice que vaya y cuente, “cuan grandes cosas ha hecho el Señor tu Dios”.

La iglesia del Señor lleva más 2 mil años con esta misión y esta misión no se debilita, y si demora más nunca lo haría porque “el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará”.

Ha habido debilidades pero ha permanecido y permanecerá.

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El día que Cristo nos salvó tuvimos entrada directa con Dios.

Vale la pena hablar y decir lo que Dios quiere que se diga, tenemos un gran compromiso en mostrar lo que Dios quiere que se muestre.

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Habla.

Si hay una entidad que tiene el pan que hombre necesita es la iglesia del Señor.

La gente se nos está muriendo porque no estamos hablando que:

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:5.

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Hoy la gente anda de un lado a otro sin saber a quién acudir, cuando la iglesia puede darle una dirección exacta.

Pero nuestro problema es que nos quedamos callados, usted y yo estamos puestos para sembrar y dar la semilla y el crecimiento lo da Dios.

Vale la pena seguir predicando el nombre que es sobre todo nombre, no se calle, usted no sabe si la salvación de un alma depende de lo que usted tiene.

Por: Carlos Henao

 

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