La renovación

Aunque somos bautizados, llenos del Espíritu Santo y servimos en la iglesia, carecemos de una cantidad de conocimiento, de cuánto puede hacer Dios por nosotros y siempre vamos a encontrar cosas nuevas qué aprender, por eso es importante la renovación.

Eso a veces nos lleva a que nosotros tengamos que recurrir a algunas cosas, que de pronto no están dentro de los planes de Dios pero pensemos lo que Dios puede hacer por nosotros todos los días de la vida.

El salmista dice que: “Jehová es quien perdona todas sus iniquidades, es el que sana todas sus dolencias, el que rescata del hoyo su vida, el que corona de favores y misericordias y el que sacia de bien tu boca”.

Pero termina una frase diciendo: “De modo que te rejuvenezca como el águila”.

A veces nos ponemos a mirar que en la Biblia hay pasajes que mencionan a ciertos animales y de pronto no nos interesa saber la razón por la que son mencionados en la Biblia.

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Pero miremos que el salmista empieza hablando de una forma de reconocer lo que Dios puede hacer en su vida.

Perdona las iniquidades, le sana sus dolencias, rescata del hoyo su vida, le corona de favores y misericordias.

De modo que él ve una renovación en la vida del hombre, hecha por Dios.

Y es en este momento, el poder pensar nosotros, cuántos conocemos realmente lo que es un águila.

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Cómo es su forma de vivir, alimentación, en fin, no sabemos qué tanto conocemos de esa ave.

¿Cuál era la razón que el salmista David, después de reconocer todo eso, terminaba diciendo que la renovación era como el águila?

Que pudiera rejuvenecerle de tal manera como el águila y existen algunos detalles de esta ave.

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Uno de los detalles es que es el animal que más alto vuela y con mayor visibilidad, que desde muchos kilómetros de altura tiene la capacidad de ver la presa, pese a que se eleva tan alto.

Además de eso, se lanza con una velocidad impresionante, que cuando el animal se quiere dar cuenta, ya está sobre él.

Y por algo el salmista, después de reconocer los favores, dice que todo eso lo que Dios hace, es como cuando el águila queda rejuvenecida.

En esta vida, puede haber hermanos que tienen años de ser cristianos y de pronto dicen:

“Ya yo estoy realizado, ya no necesito tanto de estar pasando cuando llaman al altar, no necesito de tanto consejo, tengo mucha experiencia”.

Pero aquí hay un hombre que reconoce los favores de Dios, que ve que cada momento necesita ser rejuvenecido.

A veces, hay personas que confían en la transitoriedad de la vida, de su caminar con Dios y confían en eso, se meten en un estado que no quieren renovarse espiritualmente.

Ya todo lo quieren vivir a la experiencia, pero esta carrera es interminable porque día tras día estamos aprendiendo de aquel que son nuevas cada mañana sus misericordias.

Por mas años que tengamos en el evangelio, siempre vamos a encontrar cosas nuevas, qué aprender, sin dejar de lado que debemos renovarnos día a día.

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Y el salmista se da cuenta de ello y se da cuenta de una renovación, de ser nuevo, de ser otra persona.

Hay otra característica del águila, que es un animal que por lo menos cambia de plumas dos veces al año, por eso este hombre termina diciendo como si meditara.

“Hay tiempos que necesito ser renovado, hay tiempos que mi vida necesita ser renovada”.

Pero a veces, hay hermanos que hablaron en lenguas el día que recibieron el Espíritu Santo.

De ahí, no los hemos oído hablar más nunca en lenguas porque apenas quería recibir, hablar en lenguas y de ahí no se han preocupado más.

También es el único animal que vuela tan alto, que tiene la capacidad de mirar al sol de frente, según narran los científicos.

Por algo el salmista toma a este animal como ejemplo, para llegar a Dios y que terminara rejuveneciéndolo, renovando su vida.

Se hace necesario que meditáramos que un día vamos a tener que estar delante de aquel que Juan cuando lo vio empezó a temblar y cayó como muerto.

Porque estaba en la carne y no resistió ver tanta grandeza.

Un día nos va a tocar verlo cara a cara, vamos a tener que verlo de frente, pero si de pronto no estamos preparados.

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No vamos a tener la capacidad de verlo, sino de pronto vamos a quedarnos y lamentarnos.

Pero quiera Dios ayudarnos para que tengamos la capacidad con la ayuda de él, de poderlo mirar tal como es.

De modo que te rejuvenezca como el águila y si el águila es el animal que puede ver el sol de frente.

Aquí en esta tierra hay una iglesia que Dios está preparando para que un día lo mire tal y como es.

Por: Rudecindo Garces