La victoria siempre será de Jesucristo

829

La victoria siempre será de Jesucristo

La historia se repite y lo que leemos en las sagradas escrituras sucedió mucho antes, pero es lo mismo que está sucediendo ahora. Hablaremos sobre: «La victoria siempre será de Jesucristo».

Hay una razón para esto y es que el Señor es el mismo, es por eso que esta es una historia que no termina.

Nosotros debemos dar continuidad a la tarea que muchos iniciaron, que es llevar este glorioso mensaje, debemos hacerlo con generosidad, con valor y con sacrificio.

Hemos alcanzado por la gracia de Dios a los perdidos, hemos utilizado todos los medios:

  • Radios
  • Televisión
  • Equipos
  • Redes sociales
  • Cultos al aire libre

Hemos entrado a:

  • Hospitales
  • Clínicas
  • Colegios
  • Cárceles

No ha habido un rincón de este país que no se haya tocado con este mensaje glorioso; de esto no nos gloriamos, porque quien nos ha permitido esto es el Señor y a él siempre la gloria.

Hemos traspasado las fronteras: Ecuador, Perú, Bolivia, el norte el centro y el sur de América; Europa, Asia y África son nuestros objetivos.

Después de tanto tiempo, la visión no se ha disminuido y las fuerzas no han mermado, porque esta es una historia que no termina.

Vea también: La resurrección de Jesucristo es la victoria de la iglesia

Quien dio la visión a muchos antepasados, a esos pilares de esta iglesia, es el mismo que nos sigue regalando esa visión. Tenemos una historia que no termina.

Nuestra historia no es de 70, 80 o 90 años, se remonta mucho más allá nuestro inicio, esta historia comenzó en el calvario.

Todo lo que hoy conocemos esta verdad, somos el fruto de una obra maravillosa, somos el fruto de la aflicción del alma de Jesús en esa cruz.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Jesús vino a vencer al peor enemigo, siendo él quién era, Dios sublime y poderoso, se hizo como nosotros, un mortal, para derrotar el imperio de la muerte.

Estábamos todos sujetos a ese imperio del mal, pero el día de la muerte de Jesús es imperio de muerte perdió el poder, satanás perdió las armas en las que el confiaba, Jesús venció al enemigo.

Jesucristo es el primero y el último, y como es el dueño de esta iglesia, esta es una historia que no termina.

Jesús obra y desde tiempo atrás lo viene haciendo; no debemos de preocuparnos, sino ocuparnos en su obra.

  • ¿Cómo será?
  • ¿Cómo él lo hará?

Son preguntas que como humanos nos hacemos y podemos preocuparnos, a veces vemos imposibles ignorando que él es quien hace todo posible.

También puedes leer: No eres prisionero del enemigo

Ocupémonos en su obra y el hará.

  • ¿Qué tanta confianza tenemos en Dios?
  • ¿Qué tanto nos dejamos sugestionar las cosas que oímos aquí en la tierra?

La iglesia siempre ha sido la misma, no creamos lo que oímos, que los tiempos anteriores fueron mejores, nosotros vamos como la luz de la aurora, de aumento en aumento.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

Entendamos que al ser seres humanos siempre hay cosas que se deben corregir y Dios es tan bueno que nos hace ver nuestros errores de la mejor manera, sin juzgarnos.

Él nos corrige y nos confronta, pero con amor, nos hace ver lo que debemos corregir, pero con amor.

Dios conoce tal cual en nuestro corazón y él hace.

El futuro de esta iglesia no está en la asamblea de pastores, está en la diestra de Jesucristo.

Por esa razón, esta es una historia que no termina.

Hoy la puerta sigue abierta, el Señor quiere que alcancemos al cielo y que también llevemos esta misión a toda criatura, a pesar de la inmoralidad, a pesar de la tibieza de algunos, a pesar de los afanes del mundo.

Vea también: Nuestra historia no la podemos dejar perder

La victoria es y será siempre del Señor Jesucristo.

El enemigo siempre nos ha querido destruir, pero eso no va a suceder porque las puertas del infierno no van a prevalecer contra la iglesia; ya satanás está vencido por Jesucristo lo venció.

Somos parte de una historia que no termina, llevemos este mensaje a toda creatura porque esa es nuestra misión.

Por: Jesús Arias

Artículo anteriorNo eres prisionero del enemigo
Artículo siguienteNo hemos sido diseñados para fracasar