No hemos sido diseñados para fracasar

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No hemos sido diseñados para fracasar

Los conflictos que afectan al hombre moderno son muchos, pero resumiremos al máximo este tema porque no hemos sido diseñados para fracasar.

“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” Efesios 5:23.

A luz de la Biblia tendremos todas las respuestas; todos los fenómenos que se presentan en la vida diaria de los hombres.

En la vida diaria de la palabra de Dios también encontramos las respuestas para cada una de las dificultades.

Al leer el verso anterior, entendemos que Dios constituyó al hombre como cabeza, no sólo cabeza de la mujer sino cabeza del hogar.

Dios dictamina que el hombre debe ser una guía, el director de la empresa, el proveedor, el orientador.

Debe ser ese hombre que es capaz de llevar su familia a Dios.

Al hombre Dios le dio razonamiento diferente de los animales, con el propósito que él sea capaz a pesar de tantas dificultades y tantos fenómenos que afectan a la sociedad cristiana, que sea capaz de entender que su familia es para Dios.

A Adán se le consignó la responsabilidad de cuidar el huerto, a su esposa, su familia, pero después que el hombre salió del huerto del Edén perdió su rol.

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Adán perdió la posición que Dios le había dado y ese es uno de los conflictos más grandes que aquejan a la sociedad de hoy:

  • La falta de liderazgo masculino

El hombre ha dejado de lado su estatura y la posición que Dios le asignó desde el principio de la creación del universo.

Muchos han creído que ser la cabeza es quien manda, grita y tiene siempre la razón, y esto es porque muchos hombres se les ha olvidado que la mujer es parte integral de su vida.

Dios nunca dijo que la mujer era un ser de segunda.

El hombre poco a poco ha ido perdiendo eso que le caracteriza, el hombre moderno está confundido.

Recordemos que estamos hablando de los conflictos que afectan al hombre y uno de los conflictos es la pérdida de su liderazgo y si se pierde liderazgo, se pierde la dirección y si o no hay liderazgo, ni dirección, está desubicado.

Hoy nadie se avergüenza de ser homosexual, la gente ya no siente vergüenza de la inmoralidad, muchos hombres quieren ser mujeres y caminan y se visten como mujeres.

El hombre se ha equivocado y ha caído poco a poco.

Nosotros como cristianos debemos fijar las prioridades, primero es el reino de Dios y su justicia y lo demás va llegando poco a poco.

Dentro de este tema, podemos hablar sobre la recesión que está viviendo el mundo hoy, muchos se preguntan.

Vea también: Los líderes intocables

¿Por qué sucedido todo esto? y esto es el fruto de la avaricia humana y el afán de enriquecerse.

Raíz de todos los males es el amor al dinero; nadie ha prohibido que se tenga dinero visión y ganas de obtener sueños y alcanzar propósitos, el problema es cuando se ama más el dinero que a Dios.

Nosotros vivimos en un mundo diferente y no dependemos de lo que suceda en el mundo sino de Dios.

Trae los problemas a los pies de Jesús las cosas cambian.

“Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás” Deuteronomio 11:13-15.

El mundo puede seguir viendo problemas, hambre y escasez, pero confiemos en las promesas que él nos ha dado, nuestra confianza siempre debe estar puesta las manos de Dios.

Los conflictos que afectan al hombre moderno son muchos y éste es uno de ellos, pero nosotros somos diferentes.

La prioridad para nosotros debe ser enamorarnos buscar y agradar cada día más a Dios

Debemos volver al sitio donde Dios nos puso, debemos retomar los principios establecidos por Dios, para que el hombre siga viendo la figura que Dios quiere.

Hay temores físicos, económicos, hay conflictos internos en los hogares y en la mente, pero en este momento revisemos.

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No hemos sido diseñados para fracasar.

Cuáles son los temores que más nos conviene saber sobre los conflictos que afectan al hombre.

“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6.

Hay temores en los hombres modernos, vemos a muchas personas fracasando y perdiendo su estatura espiritual y muchos se preguntan será que:

  • ¿Yo llegaré?
  • ¿Fracasaré?
  • ¿Perderé lo que Dios me ha dado?

Debemos confiar en las promesas de Dios, no hemos sido diseñados para fracasar, sino para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesús.

Vea también: Dejar las alturas es abordar el fracaso

El éxito llegará tarde o temprano a nuestras vidas si confiamos en Dios, pero erradiquemos de nuestras mentes la palabra fracaso, esa palabra no figura en la agenda de Dios.

El evangelio no es un ensayo, es un propósito de Dios, desde antes de la fundación del mundo.

No tengamos temor de fracaso o de fallar, si no descuidamos nuestra posición, nuestro rol, Dios nos ayudará; estemos firmes y convencidos que Dios nos llevará a la meta.

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No hemos sido diseñados para fracasar.

El que empezó esto fue Dios y él siempre estará con nosotros, son muchos los conflictos que afectan al hombre, pero Dios es mucho más que todo esto.

Debemos tener convicciones profundas en Dios.

Somos propiedad exclusiva de Jesucristo y él es el único que tiene potestad sobre nuestras vidas.

«Más Jehová está conmigo como poderoso gigante…» somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

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Si sabemos y ponemos total confianza y toda nuestra vida en manos de Dios, veremos victoria, triunfos y objetivos alcanzados; Dios nos ha llamado para cosas grandes.

Los conflictos que afectan al hombre poco a poco lo van llevando hacia la perdición, pero no debemos temer mientras estemos escondidos.

Debajo de la sala de Jesús descansamos, mientras pasamos nuestros quebrantos.

Por: Jorge López

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