Las evidencias de la palmera se ven reflejadas en el justo

Todo texto bíblico y toda inferencia en él, lleva al lector de las sagradas escrituras a darse cuenta que los apartes, que apuntan a la caracterización de los árboles van relacionado a la vida del hombre. Textos: Salmos 92:12-15, San Mateo 5:20; Romanos 5:1. Hoy desarrollaremos el tema «Las evidencias de la palmera se ven reflejadas en el justo».

Por ejemplo: En Isaías 5. Habla de una viña que se pensaba que sería fructífera, pero por su vileza no dio el fruto esperado, y en su aplicabilidad se relaciona a Israel.

En el evangelio de San Mateo 3:10, «Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego«.

Si se tiene en cuenta los versículos anteriores, se relaciona al hombre y a su servicio.

En el evangelio de Jesucristo según San Juan 15:5-6 menciona: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en Él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer«. Todo este texto habla de los pámpanos y es aplicado al hombre.

Por su parte, en el Salmo 92:12-15, se encuentra una correspondencia del justo como la palmera, es decir, cuando el ser humano se inclina a la justicia predicha por este Salmo es hacerse dueño a las características florecientes de la palmera.

De allí, que se procede a dar características puntuales de este árbol específico que permita determinar una relación práctica según el contenido en desarrollo.

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¿Qué es la palmera?

Es un árbol muy especial, se diferencia de los demás árboles por sus características particulares y se le aplica como símbolo al cristiano.

Porque en el cristianismo es donde el hombre llega a ser justificado, según expresa el apóstol San Pablo a los Romanos 5:1.

Al considerar la palmera, desde el tiempo y lugar de su nacimiento, su crecimiento, su desarrollo, sus frutos, sus utilidades, hallamos una gama de conocimientos cognitivos que proporciona un ejemplar y a su vez los beneficios provenientes de sus propiedades.

Si esto lo transferimos al sistema espiritual, seguro que la gente mirará en nosotros algo diferente, que se utilizarán por señal beneficiosas para las personas recién convertidas y para todas las que nos rodean.

Una palmera nace en el desierto, es en ese lugar donde desarrolla su cuerpo, su tallo se extiende hacia arriba, florece, da frutos y muestra sus propiedades sin decaer el sentido de pertenencia, que a su vez, le da el valor requerido ante los demás árboles.

Al mismo tiempo, el desierto se caracteriza como un lugar deshabitado, desolado, despoblado, solitario, con mucha brisa.

Que a su vez es arenoso, rocoso, árido, desecado, se encuentra toda clase de inconveniente y dificultades; donde muy pocos árboles germinan y sobreviven.

Cuando leo el Salmo 92:12-15 detengo un poco mi atención y comprendo, que la propiedad de la vida cristiana está detallada en la explicación de este texto.

Esto nos deja ver lo difícil que es habitar en medio de un mundo con tantos problemas, dificultades, tentaciones por doquier, enriquecimientos ilícitos; impulsos sensuales de admisión, como los que le vinieron al patriarca José en casa de Potifar, el egipcio.

José permaneció en pie donde muchos resbalan y caen ¿Qué decir de Sadrac, Mesac y Abegnego? Vivieron donde ya muchos habían muerto.

Esto nos inspira a saber, que el verdadero cristiano es aquel que no le tiene miedo a las miles dificultades que le rodean, recordemos el barco de Noé que entre más aguas caía, más alto se elevaba.

Da la impresión, que entre más problemas rodea al creyente, su fe se purifica mejor, su confianza en el Señor es más estable porque se ancla en las promesas del omnipotente, como dice el Salmo 91.

Recordemos el Joven Daniel, viviendo en medio de la gran potencia Babilónica, fue lanzado en medio del foso de los leones, que no es más que una representación del imperio.

Sin embargo, Dios cerró la boca de los leones. Estos hombres vivieron, dieron frutos y permanecieron firmes como la palmera.

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La raíz de la palmera

La palmera posee una particularidad al germinar trata de profundizar sus raíces sobre la arena movediza hasta encontrar tierra firme y humedad para su sustento personal y que a su vez, también tiene la capacidad de extraerla a la superficie de la tierra.

Tal como si fuera una motobomba con muchos caballajes. Éxodo 15:22-27.

El agua que extrae la palmera se convierte en un aliciente para los caminantes moribundos en el desierto; tal como la experiencia que tuvo Moisés cuando llegaron a Elim.

Éxodo 15:27 «Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí junto a las aguas».

Esto equivale, como dice el viejo aforismo: Porque donde hay palmera se encuentra agua a flote.

La forma de caracterizar la raíz de este árbol representa al creyente que ha sido justificado por la gracia de Dios, quien además, debe tener la misma disciplina de la palmera.

Los principios epistemológicos del cristiano, es que cada día, debe dragar en la adoración, en la oración, en la lectura de la palabra de Dios.

Permanecer en comunión con la iglesia, perfeccionando la santidad en el temor de Dios, hasta hacer que la obra del Espíritu santo salga a flote y sean favorecidos quienes nos rodean.

Algo asombroso tiene el crecimiento de la raíz que en sí misma se profundiza y se desarrolla hasta crear un enjambre eficaz que soporta el peso del cuerpo del árbol con sus frutos de las corrientes brisales que a menudo tratan a derribarla.

Esto concuerda con lo que apostilla el apóstol San Pablo a los Colosenses 2:6-7. «Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias«.

Efesios 2:20. «Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular«.

El tallo

El tallo está formado por dos cortezas una interna y otra externa. La externa es fuerte y la interna el blanda.

La corteza de afuera sirve para protección de su cuerpo, lo cual quiere decir, que no todo punzante la hiere tan fácil.

Así debe ser el cristiano, en todo tiempo; debe estar vestido de la armadura de Dios para resistir todos los dardos del maligno. Efesios 6:14-16.

La corteza interna es blanda, sensible y a su vez llena de agua para su sustento permanente.

Tal como debe ser el corazón del cristiano dócil para percibir con esmero y entusiasmo la palabra de Dios.

La corteza dura y la blanda tienen unas funciones formidables cuando llegan los torbellinos, las tormentas y los fuertes vientos, el movimiento que ella produce hace que la corteza blanda moje por completo a la corteza dura, haciéndola elástica, flexible e imponente frente al riesgo que le rodea.

La fuerte brisa la arquea pero no la fracciona, es decir, no la parte ni la arranca; al pasar la tempestad vuelve a su lugar y a su posición, como si nunca hubiese estado en tal circunstancias.

Si observamos lo que dice el apóstol San Pedro en su primera carta. 1 Pedro 5:6-10 se dejan ver cuatro frases claves que pueden ayudar al cristiano en momentos difíciles:

«Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo«.

Luego dice: «Echando toda vuestra solicitud en él«, porque él tiene cuidado de vosotros; «Sed templados, y velad» porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devore; Al cual «resistid firmes en la fe«.

Sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo; mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesucristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, conforme, corrobore y establezca.

Es menester recalcar, que una característica de la palmera es que se le mueve el tallo pero el pie donde está enraizada permanece firme. Esta debe ser la estructura del cristiano.

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• Salmo 112:7. «No temerá recibir malas noticias; Su corazón está firme, confiado en el Señor«.
• Gálatas 5:1. «Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud«.
• 1 Corintios 16:13. «Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos«.

Las hojas

Las ramificaciones del tallo hacen que las hojas siempre busquen los radiaciones solares para conservarse lúcidas y brillantes.

Esto hace evitar que se le pegue el cardenillo, el hongo y el liquen que ocasionan las heladas de la noche y la arena ardiente del día; el centello solar acompañado por las vientos hacen resbalar la arena que caen entre las hojas.

Lo anterior deja una gran enseñanza aplicada a la vida del cristiano. Leamos las siguiente escrituras:

Filipenses 2:14-15; “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, «en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo«.

Los textos escritos por Mateo y Daniel exploran más sobre este tema:

San Mateo 13:43, «Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su padre«.

Daniel 12:3, «Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás«.

Es decir, que el centello de la justicia del evangelio reflejado en la vida del creyente, lo hace permanecer puro y sin mancha, en medio del mundo que le rodea.

El fruto

El fruto de la palmera es abundante y permanente, donde se supone, que en todas las épocas del año conserva su fruto y contienen más de 350 derivados para usos diferentes.

Esto nos exhorta a cabalidad que el fruto del cristiano debe ser continuo, dando fruto todo los días.

Como dice 1 Corintios 15:58. «Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano«.

San Juan 15:16. «No me elegisteis vosotros a mí, más yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé«.

San Pedro, añade un poco más en forma de exhortación. 2 Pedro 1:5-8. «Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo«.

El aceite que es extraído del fruto de la palmera tiene varios usos:

• Para hacer alimentos: 1 Reyes 17:11,12. «Y ella respondió : vive Jehová, que no tengo pan cosido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija».
• Para suavizar heridas: San Lucas10:34. «Se acercó, sanó sus heridas con vino y aceite, y le puso vendas. Lo subió sobre su burro, lo llevó a un pequeño hotel y allí lo cuidó«.
• Para el alumbrado con lámparas: San Mateo 25:3-4. «Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas«.

Esto tres enfoques son importantes para el creyente, ya que el aceite es tipo del Espíritu Santo.

En Isaías 1:6, expone: «Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa entera, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no son curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite«. Esta es la situación del hombre sin Cristo.

El alimento San Juan 6:35. Jesús les dijo: «Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed«. Esta es una invitación al hombre hambriento.

Aceite para las lámparas. San Mateo 25:3-8. «Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas«. Esta es una amonestación para los que esperamos la segunda venida del Señor.

Atisbo exegético de la palmera

En cierta ocasión alguien comentó, «Donde hay aceite y harina haya alimento, si hay herida y aceite se suavizan y se curan; si hay lámpara llenas de aceite y hay lugares oscuros habrá luz«.

La palmera vive en el desierto:

• El desierto no la marchita porque fue creada para habitar en él.
• La resequedad no la mata, porque sus raíces se profundizan y traen agua a la superficie.
• Los ventarrones, brisas y huracanes no la arrancan: Porque por las características de las raíces, unas se profundizan, y otras entre sí, se entretejen.
• En la arena no muere: Porque extiende sus raíces muy profundas.
• El calor del sol no la quema: Porque su cuerpo está protegido con una coraza fuerte que la defiende de los rayos solares.
• El invierno no la pudre: Porque su corazón está guardado en algo fuerte, en una capa protectora.
• Su fruto permanece: Porque el viento no lo tumba. Se halla protegido entre carpetas que lo guardan del viento del calor y del agua.

El cristiano fue creado para vivir de triunfo en triunfo

Todas las características y detalles expuestos anteriormente dan paso a una concepción práctica y obvia, donde se podría determinar que el desierto es tipo del mundo con sus dificultades.

Jesús, fue tentado en el desierto S Lucas 4:1. «El lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado«. El Señor nos dio ejemplo para que le sigamos sus pisadas.

El mundo no puede marchitar al cristiano. El Señor Jesucristo dijo: «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo«. Juan. 16:33.

El cristiano fue hecho para habitar en este mundo, lleno de dificultad y de maldad. «Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» 1 Juan 5:4-5.

Las evidencias de la palmera se ven reflejadas en el justo

Las dificultades no pueden desanimar a los cristianos

La resequedad no lo agobia: «Porque el justo por la fe vivirá. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá«. Romanos 1:17.

Además, el justo sabe dónde está la roca: Roca que mana el agua. Todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía y la roca era Cristo. 1 Corintios 10:4.

Los ventarrones, brisas y huracanes no pueden arrancar al cristiano de la vida cristiana, porque él está fundado sobre la roca.

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«Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella«. San Mateo 16:18.

La arena es tipo de lo movedizo: El justo hunde sus raíces bien profundas. «Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias«. Colosenses 2:7.

Efesios 3:17-18. «Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura«.

El calor del sol, es tipo de las falsas doctrinas: De las tales que quieren apagar la fe de los cristianos.

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2 Tesalonicenses 2:15. «Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra«.

1 Timoteo 4:16. «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren«.

El invierno es tipo de la prosperidad y el verano es tipo de los escases.

San Pablo recalcó a los filipenses 4:11,12. Es inevitable que el cristiano pase por ambos. Él expresaba: no que hable porque tenga escasez, pues he «aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación«.

«Sé vivir en pobreza«, y «sé vivir en prosperidad«; en todo y por todo he «aprendido«; el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.

El fruto del justo permanece: Porque se halla entre carpeta que es tipo del Señor Jesús, Gálatas 3:27. «Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos«.

San Juan. 15:16. «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé«.

Estimado lector, le he dedicado tiempo para buscar y asociar todas estas evidencias en forma de comparaciones equivalentes, para que tenga una idea más de lo que es la vida cristiana.

Además, todas estas escrituras te pueden encaminar a una formación de tipo convencional, que te ayudará a encaminar al éxito, al triunfo, aunque sea en medio de circunstancias adversas.

Las evidencias de la palmera se ven reflejadas en el justo.

Cada cristiano debe imitar a la palmera, que con sus raíces profundas se caracteriza ante los demás árboles.

Así nos debemos de profundizarnos más en la búsqueda de Dios en la oración, en el ayuno, en la adoración, en la lectura, en la obediencia a la palabra de Dios, en la paciencia en las alabanzas, en la santidad, etc.

Hay que considerar, que la palmera en su totalidad toda es útil, de igual manera lo debe ser el hombre de Dios en cualquier momento.

La palmera, cuando la cortan y le hieren su corazón, sale un vino agradable, útil para la humanidad; la Santa Biblia habla de las funciones del vino. Salmos 104:14-15.

Todas estas características son encontradas en la palmera, y el Salmista se las quiere aplicar al cristiano si permanece en Cristo, en fe y armonía con la iglesia.

Es cierto, que es dificilísimo ser creyente en medio de un mundo con tantos problemas, dificultades y tentaciones por doquier.

Sin embargo, el cristiano comparado como la palmera, sí lo puede hacer, como dijo San Pablo a los hermanos de Filipos, Filipenses 4:13. Todo lo puedo en cristo que me fortalece.

Muchos hombres en la historia vivieron tiempos difíciles, «desérticos«, igual que nosotros, por ejemplo: La vida de José se ha convertido en un exploratorio piloto, donde podemos extraer verdades como estas:

Luchó con las enemistades de sus hermanos; luego, luchó con la esclavitud en un país extranjero.

Además, Luchó con las presiones sensoriales de admisión, sexualidad; también, luchó con calumnia, lo acusaron de cosas que no había hecho; asimismo, luchó con la prisión, o encarcelamiento injusto; y si fuera poco, luchó con la traición de sus falsos amigos de prisión.

Sin embargo, permaneció en pie, conquistando con paciencia todas las dificultades hasta hacerse a la promesa de Santiago 1:12, Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que lo aman«.

José esperó con conformismo su turno, esperando el cumplimiento del Salmo 105:17-25. B.L.A. Envió a un hombre delante de ellos, a José, vendido como esclavo.

Con grillos afligieron sus pies, él mismo fue puesto en cadenas, hasta que su predicción se cumplió; la palabra del Señor lo puso a prueba. El rey envió y lo soltó, el soberano de los pueblos, lo puso en libertad.

Lo puso por señor de su casa, y administrador sobre todos sus bienes, para que encarcelara a sus príncipes a voluntad suya, y a sus ancianos enseñara sabiduría.

Hermanos, nuestro turno llaga, no se demora. Lea detenidamente 2 Tesalonicenses 1:7-10.

Estimado lector, la palmera tiene muchas más características que las que hemos comentado, ojalá las puedas analizar y tomar como ejemplo, para que sigas dragando en el campo de la bonanza y tengas resultados positivos para compartir con los demás que te rodean.

Por ello, es menester recalcar que este material se ha escrito de manera directa y específica acorde con las necesidades apremiantes del momento.

Si este manuscrito ha sido útil, escribanos desde el lugar donde te encuentres para saber hasta que parte del mundo ha llegado; orad por nosotros y este programa documental misionero.

Esperamos que este tema «Las evidencias de la palmera se ven reflejadas en el justo», haya sido de edificación y gran bendición para su vida.

Engrosado por el pastor
York Anthony Shalom
Licenciado en Sagrada Teología
Magister en Divinidades Teológicas
Jorgesalomserpa@hotmail.com

Por: York Antony Shalom