Quiénes son los recién convertidos

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Recién convertidos

Uno de los principios pertinentes para el verdadero crecimiento espiritual de los recién convertidos es la lectura de la Biblia.

Primeramente, ella contiene el verdadero alimento para cualquier edad, especialmente para los recién nacidos.

Se ha estimado que el estudio de la Biblia ha sido un baluarte para toda persona que principia a dar los primeros pasos en la vida cristiana.

Y por ello, es importante que cada persona recién convertida, aparte un tiempo para la lectura y el escudriñamiento de la palabra de Dios.

Como lo dijera el Señor Jesucristo y el apóstol San Pablo a su hijo Timoteo. San Juan 5:39; 2 Timoteo 3:15-17.

De allí, se ha estimado que toda ciencia se despliega desde un principio y como tal, se constituye en la base primordial del fundamento cognoscitivo de aquello en que se afirma un artículo o tratado.

Quien a su vez, se establece en el juicio de un proyecto definido sea de un dogma o de un saber.

Es muy importante el estudio de las sagradas escrituras, la “Santa Biblia” la cual, se haya integrada por un conjunto de libros; que el «Canon», califica «divinamente inspirados».

La Biblia se ha considerado como la palabra de Dios, y es traducida por numerosas versiones, las cuales, van expresando la misma ideología de su contenido.

La Biblia se divide en dos fracciones generales:

  • Antiguo Testamento
  • Nuevo Testamento

El Antiguo Testamento, se divide en los primeros cinco libros escritos por Moisés, llamado la “Torá”, la “Ley”, o el “Pentateuco”, o sea:

  • Génesis
  • Éxodo
  • Levítico
  • Números
  • Deuteronomio

Estos pergaminos contienen la «ley de Dios», que es el conjunto de los 613 mandatos o preceptos, que dirigía la ley religiosa, civil, social y moral del pueblo de Israel.

También continúan los doce libros de historia.

  • 5 libros de poesías
  • 17 libros de profecías

Entre los cuales se denominan:

  •  5 profetas mayores
  • 12 profetas menores

El Nuevo Testamento, contiene:

  • 4 libros llamados: “Evangelios”
  • 1 libro llamado: «Los actos o hechos de los apóstoles»
  • 21 “cartas o epístolas”
  • 1 libro de “profecía”

Para estudiar todos estos legajos que contiene la Santa Biblia.

Estamos desarrollando el tema: «Recién convertidos» pero también te puede interesar: Características de la vida antigua y la vida nueva

Primeramente, el discípulo debe tener una Biblia bien encuadernada con letras bien acorde a su vista.

Además, si fuera posible tener una serie de versiones que él pueda compararla, y así, hacerse a la comprensión requerida.

Es importante que el educando se haga a una biblioteca con varios diccionarios, enciclopedias, manuales y comentarios exegéticos, libros que hablen de los imperios, costumbres de los orientales y asuntos varios que vallan acorde a las Santas escrituras.

La iniciación no es la idea que podamos repetir la historia, sino que aprendamos de ella la enseñanza.

Las mayores y grandes cuestiones de la vida están plasmadas en historias solemnes “en vivo” para que nosotros aprendamos y construyamos nuestra vida.

Todo estudiante debe pensar en adquirir un buen computador e ir recuperando comentarios diversos, varios temas que tenga coherencia con el libro o el texto estudiado.

Es recomendable que el educando aprenda a sub-dividir el texto sagrado, conocer bien sus divisiones, implícitamente debe conocer a través de la tradición, el autor de cada libro, y aplicar ciertas reglas de la hermenéutica:

  • Quién lo dijo
  • A quién se lo dijo
  • Cuándo lo dijo
  • Por qué lo dijo
  • Para qué lo dijo

Es indiscutible si el discípulo es creyente, tendrá más habilidad de razonar los textos sagrados, San Pablo apostilla, que el hombre natural no puede entender las verdades espirituales porque le serán locura.

En cambio el hombre de Dios está completamente persuadido de que la Biblia es inspirada por Dios y la acepta como una carta que viene de las alturas para él.

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Es importante saber, que la Santa Biblia no se estudia como cualquier libro secular, sino como la palabra de Dios, y se debe estudiar con un brío, con un carácter definido, de alguien que está interesado en dragar por las profundidades de las verdades celestiales; y gramaticalmente, es razonable en no poner coma, donde va admiración.

Recién convertidos

Es decir, tener pendiente todos los signos de puntuación porque depende como los pronunciemos, así será la interpretación.

Por ende, tengamos en cuenta como leemos y así, podemos comprender mejor las escrituras.

Cada catedrático identificado con los documentos sagrados debe vivir consiente que la Biblia no es de interpretación privada, porque es una palabra que procede de la boca del creador.

Y por ende, cada receptor debe orar y pedir la divina revelación e interpretación, para que por ello, su mente sea iluminada por aquel quien la inspiró.

Ya que para progresar en la vida cristiana, nunca se debe estudiar las escrituras de una manera casual, sino más bien, debe ser el texto cotidiano y habitual.

Pero si nos imaginamos otras formas contrarias nos enfrascaríamos en lo imposible, perderíamos el sentido espiritual y desperdiciaríamos el tiempo asignado para el escudriñamiento de la palabra de Dios.

Por esta razón se hace importante que cimentemos la vida cristiana en los principios bíblicos.

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Es prudente pensar, que cuando un persona vive familiarizado con la palabra de Dios, le quedan unos principios esculpidos en lo más profundo de su corazón y reaccionará en la debilidad, como dijera el salmista frente a sus deberes creado por la palabra.

“¿Cómo haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?» Cuando nos hacemos al lado de Dios y nos consideramos a nosotros mismos como seres necesitados, es cuando sentimos nuestro perfil fortalecido como persona regenerada.

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Le lectura y el estudio permanente de la palabra de Dios aumenta en el individuo la fe, ya que la fe del creyente aumenta, porque el origen de la fe es creer lo que Dios ha dicho y ha prometido. Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.

Además, la palabra de Dios tiene suficiente poder de librar al hombre del error como lo dijera el eminente Dwight Moody quien expresó una vez: “La Biblia guardará al creyente del pecado o el pecado le guardará de la Biblia”.

¡Cuánta verdad hay en esto! En el mundo se encuentran miles de enciclopedias, muchos volúmenes de todas las especies con múltiples temas.

Sin embargo, no forma ni hace lo que hace el texto sagrado, llamado la “Biblia” el estudio de la palabra de Dios puede guardar al estudiante de pecar contra Dios.

Como lo dijera el salmista. Salmos 119:11. Más bien le da paz en el corazón y sabiduría. Salmos 85:8; 119:98, 100, 130.

Además, lo protege contra las falsas doctrinas, como lo dijera San Pablo a los ancianos de la iglesia de Éfeso. Hechos 20:29-32.

El profeta Jeremías expresó en su libro, que la palabra le dio gozo y alegría, Jeremías 15:16; le da poder sobre Satanás, como explicó San Juan en 1 Juan 2:24.

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El estudio de la Biblia es el inicio para que nuestras oraciones sean contestadas. San Juan 15:7; el escudriñamiento de la palabra de Dios, se puede decir, que es el perfeccionamiento del creyente 2 Timoteo 3:16, 17.

Por eso San Pablo decía en Efesios 6:17 “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.

La palabra de Dios es útil para enseñar, para corregir, para instruir en justicia, y crea en el lector gran conocimiento y entendimiento para conocer lo que procede de Dios o del mundo.

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Aclaración oportuna

Por supuesto, que el estudio de la Biblia no tiene como propósito hacernos eruditos en historia; ni tampoco es la intención de convertirnos en admiradores de los personajes del pasado, sino que sólo nos sirven como ejemplo.

Que a su vez, nos enmarca los impresionantes cambios producidos en ellos con la intervención inalterable del carácter divino; de igual manera, si nos acercamos al Señor nos haremos dignos a su reino celestial.

Es importante estar convencido que el mundo viejo con sus prácticas quedó atrás; vemos lo que dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:17. «De modo que si alguno está en Cristo, nueva creatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas».

Este versículo, hace referencia de una emprendida vida en Cristo, cuando se expresa nueva vida, quiere decir, que teníamos una antes, la cual quedó obstaculizada con los principios pertinentes de la segunda.

Efesios 4:22. «En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos». Este nuevo texto da margen para explorar la deficiencia que teníamos con aquella forma de vivir, lejos de Dios, de su pueblo y de sus promesas.

En Tito 2:14: Hablando de la muerte de Jesucristo, expone: «Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras».

Y San Pedro les dice: «desead como niño recién nacido la leche espiritual, no adulterada, para que crezcáis para salvación». 1 Pedro 2:2-3.

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Recién convertidos.

Estimados hermanos: La Santa Biblia revela a Dios como el creador y sustentador de los cosmos.

Él es perdurable, inmortal, supremo, omnisciente, omnividente, personal, recto, amoroso, misericordioso, justo, santo.

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Él nos creó, nos formó y nos hizo a su perfil, y precisamente para tener una correspondencia sempiterna y recíproca.

Cuando Dios escribió su ley en tabla de piedra hace más o menos 3.500 años era con el propósito de no perder la comunicación con el hombre, cuando llamó a Moisés en la zarza se le identificó como el yo soy.

Es decir, como el “eterno presente” quien domina el monoteísmo, y cuya escritura para el judaísmo es el “Chema”, “Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor”. Deuteronomio 6:4.

Esto concuerda con lo dicho de Ray Stedman, “Jesús es el tema central de las escrituras hebreas”.

Quien a su vez, satisface y consume todos los distintivos y alegorías cognitivas desde el primer libro de la Biblia hasta el último.

Esperamos que el tema «Recién convertidos», hay sido de gran ayuda y bendición para tu vida.

Copyright y engrosado por el pastor
York Anthony Shalom
Licenciado en Sagrada Teología
Magister en Divinidades Teológicas
Jorgesalomserpa@hotmail.com

Por: York Antony Shalom

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