Muchos se preguntan ¿Dónde está el mal?
Frente a la situación que el mundo vive, muchos se preguntan dónde está el mal de lo que está sucediendo, en el afán de intentar que este mundo tenga un final feliz.
Pero a pesar de todos los esfuerzos que se hacen, no se consiguen resultado, entonces se comienza a buscar culpables y algunos dicen que es la falta de empleo.
Otros dicen que son los gobernantes, pero muy pocos se preguntan ¿Que dice Dios con lo que está pasando?.
Pero hoy Dios nos va a decir donde está el mal de la situación en la cual vivimos.
A veces se culpa al diablo de todo lo que nos pasa, pero el diablo no es capaz de entrar en tu vida, sino le das el espacio.
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Pero un corazón lleno de Dios, no hay nada que invada tu vida, porque cuando Dios reina en la vida de una persona, no hay espacio para más nada.
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Hoy debes hacer un alto, pregúntate a ti mismo ¿Dónde está el mal?, no culpes a otro, tal vez el mal está en ti.
El mal no se puede detener humanamente, se necesita un poder glorioso una ayuda extraordinaria.
Que no lo tienen los gobernantes, ni las universidades, lo tiene Jesucristo el Dios extraordinario.
El mal está en el corazón del hombre que ha dejado a Dios, pero es urgente que el hombre tenga un encuentro real con el creador de la vida.
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Muchos jóvenes de hoy en día luchan diciendo, ya no soporto más, este mundo me atrae y me invade y sin fuerzas estoy.
Pero el mal no está en el mundo sino que te estás olvidando del Dios todopoderoso.
El mal no está en la cantina, ni en el bar, ni en la discoteca, el mal está el corazón perverso del hombre, que sin temor es seducido a sus placeres.
El mal no está en el Internet ni en las páginas pornográficas, la solución al mal no es prohibirles a los jóvenes que entren a Internet porque se corrompen.
Al Internet puede entrar un hombre redimido por el poder de Dios con la mente de Cristo.
Que si ve basura la desecha y sólo ve lo que le interese, el mal está en el corazón perverso del hombre.
El mal está en tu propia vida, que haz puesto a Dios en el rincón de tu casa.
Pero todavía estas a tiempo que abras el corazón y así las cosas pueden tomar una dirección diferente.
El mal está en abandonar a Dios Y CAMBIARLO POR COSAS PASAJERAS
Pastor: Rudecindo Garces