Por qué se rompió el velo de arriba abajo
“Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos” Isaías 53:11. Hablaremos sobre el tema: «Por qué se rompió el velo de arriba abajo».
Dios va a venir a justificar al hombre a hacerlo justo delante de él, porque justicia no hay el mundo.
Aunque el hombre quiera aplicar toda la justicia posible nosotros somos imperfectos.
¿Qué es justificación? Es la defensa y la protección, es una defensa que hay completa.
El hombre no puede justificarse delante de Dios porque todo hombre nació pecador.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” Romanos 5:12.
Justificación quiere decir, declarar justo al culpable, perdonarlo, defenderlo. Jesucristo es el justo que justificará al hombre.
La falta, el delito, esa pena completa que está marcada para el hombre Jesucristo es la única justificación.
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La Justificación tiene su origen en la gracia ¿Cómo se obtiene la gracia?, la gracia es un regalo inmerecido de Dios.
No merecíamos ser salvos, pero la gracia de Dios se bajó del cielo, se manifestó en carne.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; No por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2:8-9.
Cada vez que vas al culto y escuchas la palabra de Dios, por su palabra está llenando tu vida para darte de su gracia, un regalo inmerecido de Dios el cual hay que cuidarlo.
Dios quiere justificarte, pero es necesario que tu escuches la palabra de Dios, en ella recibes fe. El hombre no tiene fe, tiene agüeros.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” Hebreos 4:12.
La fe nos hace creer en este Dios grande que es poderoso, omnipresente, omnisciente, omnisapiente, conoce todas las cosas, sabe lo que tu estas pensando en este instante, el sabe porque el esta en todas partes.
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” Apocalipsis 1:8.
Dios es capaz de solucionar tu problema, el hizo todas las cosas y el vino a justificar al hombre.
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Cuando usted va a los tribunales (Lugar no muy deseado), la justicia esta representada por una mujer que tiene en su mano una balanza y en la otra una espada y sus ojos vendados, es imparcial.
La espada el poder del estado, la balanza el equilibrio y la estabilidad y las vendas la imparcialidad, en eso esta representada la justicia en el mundo.
El Señor Jesús no vino con balanza el vino solamente con la espada poderosa de dos filos, vino con su palabra para justificar al hombre.
Solamente con su palabra hizo todas las cosas. “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa” Lucas 5:24.
Con la justificación el hombre puede tener una relación con Dios.
Jesucristo se hizo maldito por nosotros, porque en la cruz crucificaban a los malditos a lo mas bajo de este mundo. “Maldito todo aquel que es colgado en un madero”.
El mundo esta muerto en pecados, delitos, por eso, el mundo apesta a muerte, injusticia y maldad, pero Jesús vino a darte justicia, salvación y por eso, creemos en este Dios vivo.
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Por qué se rompió el velo de arriba abajo.
El nombre de Jesús es poder para salvar, para regenerar, para justificar, para perdonar pecados y hacer libre al esclavo.
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Dios mismo vino para justificar al hombre
“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará” Isaías 35:4.
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La sangre de Cristo nos justifica
“Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” Romanos 5:9.
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El hombre no se va a justificar por sus excusas
“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” Isaías 64:6.
Reconozcamos que nacimos pecadores y como tal necesitamos que nuestros pecados sean perdonados para poder agradarlo a él.
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Porque el pecado hace un muro y no podemos comunicarnos con Dios, eso es lo que ha hecho el pecado en el mundo.
Pero Jesucristo vino a quitar ese muro, lo desbarató y cuando se fue a la cruz, antes de espirar dijo: “consumado es”, todo esta listo para que el hombre sea salvo.
Después en el templo se partió el muro y se rompió la cortina de arriba hacia abajo para que el hombre entre completamente a buscar la presencia de Dios.
¿Por qué se rompió el templo de arriba abajo?
Dios se manifestó en carne para salvarnos, por eso, se rompió de arriba a bajo porque el que vino fue el mismo Dios para salvarnos, ante el no hay excusas.
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“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” Romanos 3:20.
Ninguno será justificado por ser buena gente, “no por obras, para que nadie se glorié”.
Dios quiere que tu reconozcas que tu no eres nada, que no somos nada sin Dios, nacimos pecadores, pero necesitamos que el nos justifique.
La justificación esta para todos los hombres y la única forma de poder ser justificados es tener el nombre de Jesús en nuestras vidas.
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“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12.
En ningún otro nombre hay salvación, por eso, somos bautizados en el nombre de Jesús.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” Hechos 2:38.
Al que cree todo le es posible.
Por: Andrith Calderón