Qué es lo que Dios quiere de mí

“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” Filipenses 2:15. Hablaremos del tema: «Qué es lo que Dios quiere de mí».

Dios no hace nada sin un “por qué”  y sin un “para qué”, todo lo que Dios hace obedece a un “para qué”.

En el verso de Filipenses hay dos “para qué” y están dedicados a nosotros a la iglesia del Señor.

¿Qué es una persona irreprensible? Alguien que no se le puede reprochar nada.

“Asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado” Filipenses 2:16.

Miremos los “para qué” de Dios:

1. Todo lo que Dios ha hecho, hasta la más pequeña cosa tiene una razón, Dios no hace nada por hacerlo, él tiene una razón.

• Cuando crea el sol y la luna en el libro de Génesis dice: “para que señoreasen en la noche y en el día”, él no los creó porque sí los creó con una razón.
• Cuando Dios decide que entren animales, entran siete parejas, varón y hembra, lo hizo para que tuvieran vida con Noé para que cuando salieran del arca hubiera animales y siguieran existiendo.
• Cuando confunde la lengua en la torre de Babel dice la palabra de Dios: “el propósito es para que ninguno entienda el habla de su compañero” Dios todo lo hace con una razón.

Hace cosas que son tan hechos nada mas, cuanto más nos hizo a nosotros con una razón.

La palabra de Dios dice: “Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice” Isaías 43:7.

Dios nos creó para servirle, sin embargo, nosotros somos los que a veces olvidamos los propósitos de Dios, se nos olvida para que nos creó.

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Dios el eterno, el todo poderoso el que dice: “Si yo tuviera hambre no se lo diría a usted para que se lo digo, si mío es el mundo y su plenitud”.

Este Dios eterno y maravilloso está contando con nosotros, con su iglesia. Dios creó a su iglesia con un propósito.

¿Para qué creó su iglesia?

2. El término iglesia viene de la palabra “Ecclesia”, que quiere decir, “llamar fuera, salir fuera dejar lo que era de antes”.

“Basta ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, excesos y abominables idolatrías” 1 Pedro 4:3.

La iglesia es la asamblea, comunidad de todos los creyentes que están unidos por dos cosas.

• Estamos unidos por la fe en Jesús.
• Por la obra que hizo el Espíritu Santo en nosotros que nos transformó.

La iglesia es la congregación de los adoradores.

“A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro” 1 Corintios 1:2.

¿Para que fuiste traído a esta iglesia? La iglesia está en esta tierra para ser santa.

“A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” Efesios 5:27.

La iglesia está en esta tierra, fue formada para ser que la sabiduría de Dios sea conocida, para que ahí sea dada la gloria de Dios.

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Esta preciosa iglesia que Dios amó tanto, que hizo tantas cosas por ella, nosotros podemos ser bendición para ella y como parte de esta iglesia bendecir a otros.

¿Qué hizo Dios por su iglesia?

Se entregó así mismo por ella. Dios eterno, se humilló y fue capaz de entregar su vida y su sangre por nosotros.

Dios mismo vino y nos salvó, no mandó a otro “se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Entregó su vida por la iglesia, la purifica por su palabra.

¿Qué más hace el Señor por su iglesia?

• Sigue trabajando todos los días “y el Señor añadía a su iglesia a los que habían de ser salvos”.

• Nos entrega dones, nos capacita, la sustenta y la cuida, porque es la cabeza de la iglesia, dueño y Señor.

Cuando estábamos sin Dios sin nada en este mundo él nos hizo parte de su iglesia.

Aunque es invisible su unión es visible a través de nosotros.

Cuando nosotros mostramos buenas obras estamos diciendo que somos hijos de Dios. Él que da benignidad, bondad, mansedumbre todo eso para tener buenas obras es el Señor a través de su Espíritu Santo.

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Cuando nosotros podemos tener amor fraternal, eso también lo pone el Señor Jesucristo. Esta iglesia puede mostrar esa fe invisible a través de cómo nos comportamos.

¿Qué quiere el Señor Jesús de nosotros?

Dios tiene unos propósitos.

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” Juan 17:21.

¿Qué tanto estamos siendo uno? Para que los demás digan como viven de rico, como viven de unidos, como se aman. Tenemos razones.

Hay un reto muy grande para todos nosotros y es mostrar lo que somos hijos de Dios y parte de esta iglesia.

Dos hombres en el libro de Reyes marcaron el destino de todo un pueblo, una generación.

Manasés, un hombre que a pesar de que había nacido de Ezequías (El que había adorado a Dios, el que había amado a Dios) Manasés escogió hacer lo malo.

Descarrió tanto al pueblo de Israel que hizo que pecara peor de lo que las naciones que Dios había sacado de la tierra. Después de Manasés nace Amnon y de este nace otro hombre.

Josías, hizo lo recto delante de Dios y logró que todo el pueblo volviera a buscar a Dios e hiciera pacto con él.

Tu actitud puede ayudar o estorbar para que otros lleguen.

Hay muchos hijos que esperan ver en sus padres que este evangelio es verdad, hay muchos jóvenes que esperan que en la universidad, en el trabajo les muestre que sí se puede vencer.

Pero por negligencia, por dejar de buscar a Dios no nos llenamos de él y dejamos que muchas personas no conozcan a Dios.

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¿Quién hace las maravillas? El que tiene la autoridad, el poder es él.

¿Qué quiere Dios de ti?

Quiere seguir usando esta iglesia, quiere seguir contando contigo.

“¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma” Deuteronomio 10-12.

En el fondo Dios te dice, ámame más, enamórate más de mi, yo me encargaré de darte dones, de usarte, de limpiarte, de ayudarte, pero dame tu corazón y yo me encargo del resto.

Por: Lida Zapata