Predicando a todos el evangelio de Jesucristo

1822

Predicando a todos

Tenemos una tarea que es ineludible, evangelizar a todos no es una opción, es una deuda que nosotros tenemos. Hoy hablaremos del tema: «Predicando a todos».

Predicando a todos el evangelio, es pagar lo que le debemos al mundo, es un compromiso con la gente y sobre todo con Dios.

El trabajo de evangelizar es una necesidad que se impone en el hombre que ha conocido a Dios, toda persona tiene el derecho de oír que Jesús lo compró en la cruz del calvario a precio de sangre, no importa quién sea.

Así que tenemos un derecho y deber, aquellos que se ganaron el derecho y los que tenemos el deber.

Los versículos que hablan de la voluntariedad, se refiere a las personas que no están en Cristo, pero un siervo no hace las cosas porque le gusta, sino porque tiene un Señor que lo manda.

Nosotros somos siervos de Dios y es bueno que nos guste, el apóstol Pablo dice, «si lo hago de buena voluntad, recompensa tenemos’’.

Tenemos una misión y una comisión, y es predicar el evangelio de Jesucristo.

Te puede interesar: Mi vida en las manos de Dios

Nosotros fuimos llamados a predicar el evangelio, dice la Biblia que cuando Pedro fue encarcelado Jesús apareció predicando el evangelio del reino y le decía a la gente: «arrepentíos y creed el evangelio’’.

Yo me arrepiento del pecado, pero no soy capaz de creer el evangelio, eso es posible.

Hay muchos pecadores que llegan y se arrepienten, pero no son capaces de creer el evangelio, entonces el arrepentimiento no es suficiente.

La palabra «evangelio» significa «buena noticia«, pero toda buena noticia no es el evangelio.

Esta buena noticia que se llama evangelio debe ser una buena noticia universal, que cuando se la digan a alguien le parezca buena, porque es una noticia para todos «os doy nuevas de gran gozo para todos’’.

«Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor’’. Lucas 2:11. Esa es una buena noticia universal.

Consiste en que la persona tiene un salvador, pero a menos que él no crea que lo necesita, no le va a ser buena noticia.

Por eso el Señor no vino a buscar justos, sino pecadores.

Así que la buena noticia del salvador es para los que creen que son pecadores y que necesitan un salvador, por eso dice el apóstol Pablo,«No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree’’.

Es necesario predicar este evangelio, haciendo consciente a la persona de que necesita al salvador.

El mundo está perdido y nuestro trabajo es hacerle ver que está en una condición degenerada, pero que a pesar de su estado existe una solución.

Para creer el evangelio hay que ser humilde, hay que aceptar que yo no puedo y que alguien por misericordia pagó por mí.

Síguenos en Facebook Generación Pentecostal

Esa es la buena noticia del evangelio de Jesucristo y aunque usted no lo crea es lo que más impacta el corazón de un pecador.

El evangelio es la buena noticia de la misericordia de Dios, el regalo que él nos ha dado, así que vamos a predicarlo.

Nosotros a veces no creemos en el poder del evangelio y por eso queremos echarle aditivos, pero no hay necesidad, porque el evangelio es poder de Dios.

  • ¿Qué es evangelizar y en qué consiste?

Es el acto de comunicar, más que de proclamar, usted puede proclamar las cosas de manera que nadie las recibe, pero comunicar es proclamar, de tal manera que sea aceptable.

No se ponga a comunicar lo que Dios no le mandó a comunicar.

Dios le mandó a comunicar el evangelio y déjele el resultado al Señor porque eso usted no lo puede hacer.

Comunicar es traspasar lo que tenemos adentro a la otra persona, por eso hay gente que canta o predica bonito pero no comunica.

Suscríbete a nuestro Canal de Youtube

Predicando a todos.

Usted tiene que aprender a comunicar el evangelio tal como está dentro, déjelo salir, el evangelista sale a comunicar el evangelio.

  • ¿A quién vamos a evangelizar?

«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura’’. San Marcos 16:15. Jesucristo se inventó una religión personalizada.

Es un yugo a la medida de cada uno, de acuerdo a sus debilidades y fortalezas «El que ande por este camino por torpe que sea no se extraviará’’.

Dios nos mandó a sembrar, tenga fe.

Esta predicación del evangelio no es selectiva es universal.

Nosotros estamos sembrando, esparciendo la semilla por todo terreno y seguiremos sembrando.

Uno no puede decir que un lugar es malo, solo porque uno siembra y no da fruto, el que siembra lo hace con esperanza y si espera, antes se fortaleció en fe de que la semilla que sembró es buena.

La semilla que se tarda en crecer a veces tiene más producto.

El evangelio se predica a toda criatura, a los que acepten y a los que rechacen, mientras haya gente, hay posibilidad de salvar gente.

SUSCRÍBETE

Únete a más de 5.000 personas que ya reciben contenidos exclusivos.
Sólo ingresa tu correo electrónico en el campo de abajo y espera el correo de confirmación.

[wysija_form id=»1″]

Predicando a todos.

Es necesario echar la red y sacar lo que saque, no sea selectivo en la predicación porque esta será predicada a todas las naciones.

Nosotros debemos tener cuidado con los prejuicios, uno sirviendo al Señor hace lo que no hace por nadie y hay que salir a buscar, no se los van a llevar a la casa, los prejuicios nos impiden, deje eso y salga a trabajar.

El prejuicio humano puede ser irracional y dañino, nosotros los predicadores no podemos tener prejuicios.

Jonás fue a Nínive a predicarles el evangelio.

La buena noticia era que si ellos se arrepentían Dios los perdonaba pero Jonás tenía un prejuicio, porque él había leído las profecías y sabía que ese pueblo era el que le haría daño a su pueblo.

Él dijo, prefiero morirme; yo y no les predico y por eso huyó.

Jonás es uno los primeros predicadores que ha tenido la humanidad, se molesta porque predica y tiene éxito.

Dios es un ser especial porque hasta con Jonás tuvo paciencia.

Entonces Jonás por su prejuicio no quería que la gente se salvara.

Hay que dejar los prejuicios y prediquemos la buena noticia a todos.

Por: Álvaro Torres

Artículo anteriorReconociendo a Jesús como el único salvador
Artículo siguienteA quién le quieres servir a Dios o Satanás