Los resultados de un despojo

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Los resultados de un despojo

Despojarse es la acción de dejar ciertas cosas o dejarlo todo por una causa. Tenemos la grande bendición de tener en nuestras manos esta Palabra, que es un ejemplo para nuestras vidas. En este artículo hablaremos sobre: «Los resultados de un despojo».

La palabra de Dios, representa la llave del éxito en Dios, y la llave del éxito es «el despojo».

Si somos personas que no nos despojamos de algunas cosas para agradar a Dios, nunca tendremos éxito en él.

Despojos de Jesucristo que siendo:

  • Rico se hizo pobre
  • El padre lo vemos acá como el Hijo
  • Dios sobre todas las cosas, ahora está llorando y sufriendo por el hombre pecador
  • Siendo el león se hizo cordero.

Dice la palabra del Señor: «Si hemos aprendido en realidad de él, entonces despojémonos del viejo hombre, y ahora renovémonos en el espíritu de nuestra mente, y revestios del nuevo que está creado según Dios, en la justicia, en la santidad de la verdad».

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Eso significa que el vestido que teníamos antes, era todo lo contrario a la justicia es.

  • La injusticia
  • La mentira
  • La inmundicia

Si hablamos de los hilos que estaba compuesto nuestro vestido antiguo, imaginemos ese vestido harapiento que teníamos nosotros.

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Pero aquel que se despojó, dejándolo todo, olvidándose que es el rey de los reyes, no le importo ser el dueño del universo.

No le importó que todo es suyo, no le importó nada de esas cosas, se colocó el vestido que nosotros teníamos puesto.

Un vestido que ni siquiera tenia bolsillos, pero cuando fueron a cobrándole los impuestos, tuvo la solución inmediata, porque él es el todopoderoso.

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Jesús a este mundo no vino a buscar algo que se iba a perder, sino algo que ya estaba perdido, y esos eramos nosotros.

¿Por qué se despojó el Señor?

«Él no escatimó el ser Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo», entonces el resultado de ese gran despojo es de inmensas proporciones.

  • El látigo romano rasgando la espalda del Señor.
  • La corona de espina traspasando sus sienes.
  • Toda su sangre derramada en la cruz.

Todo ese sacrificio de Jesús, ese despojo, dejó loco al mundo. «Porque la palabra de la cruz es locura para los que se pierden».

Pero a nosotros nos ha sido revelado todo esto. Nosotros somos los resultados de un despojo.

El primer misionero fue Jesucristo el Señor, pero para ser misionero le tocó despojarse.

Con el despojo de Jesús ahora somos ricos, porque lo que Dios nos trajo a nosotros es lo más bajo, lo más pobre de él, pero por lo más pobre de él, nos hizo los mas ricos que de esta tierra.

Pero lo verdadero está allá adelante, cuando él nos diga: «Entra en el gozo de tu Señor», ese día veremos los resultados de un despojo.

A los apóstoles Jesús los llamó, eran gente ocupada, tenían sus trabajos; pero cuando Dios los llamó, ellos se despojaron y en el orden que Dios los llamó, ellos correspondieron.

No existe un país en la tierra donde la fama de los apóstoles no haya llegado, después de tantos años ahí están y ellos son inspiración para nuestros sermones y ejemplos para nuestra vida cristiana.

Para recibir la bendición Pedro es inspiración, Juan es inspiración, Pablo es inspiración, Felipe, todos ellos, porque se despojaron.

Ahora, Pedro un día le dice a Jesús: Nosotros hemos dejado todo, te hemos seguido ¿Qué vamos a tener?

Jesús les respondió: «Cuando yo me siente en mi trono de gloria, ustedes van a tener doce tronos alrededor del mío, para que juzguen las doce tribus de Israel».

Dios nos llama no solo a despojarnos de cosas sencillas y simples, como la ropa y cosas materiales; él nos llama a que le demos todo lo que somos.

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Muchos lo hemos aprendido, lo pusimos en práctica y nos ha funcionado.

Si no somos felices, si no gozamos de la vida, es porque no hemos descubierto lo que es despojarse de todo para Dios.

Si queremos mirar resultados, tenemos que agarrarnos del maestro.

Nosotros no hablamos con lo que decimos con la boca, sino con lo que hacemos y otros puedan ver.

El Señor Jesús lo dijo, que no nos conocerían por lo que dijéramos, sino por nuestros frutos.

El despojo del todopoderoso cuando se hizo hombre, tenía que repercutir en algo grande, y no para siempre los que moran en tinieblas iban a estar así.

Vale la pena el sufrimiento, vale la pena todo porque ahora podemos mirar el resultado de nuestro trabajo.

Pastor: Silvio Solarte

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