Adorar voluntariamente

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Adorar voluntariamente

Hay un pasaje de la Biblia que es muy famoso: «Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren’’ San juan: 4:23. Desarrollaremos el tema: «Adorar voluntariamente».

En este verso el Señor Jesucristo tiene un diálogo con la mujer de Samaria, y aquí, se resalta uno de los grandes temas de la palabra el cual es: Adoración.

La mujer de Samaria argumenta desde su óptica, cuando habla del lugar de adoración, menciona el monte y Jerusalén.

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Cuando se habla de adoración no tiene nada que ver con lugar o forma, ya que, adoración es algo que tiene que ver con una actitud y una expresión del ser.

Pero, si conceptualizamos, podríamos correr el riesgo de volver a las personas frente a este acto que es tan solemne, en mecánico.

Porque estaríamos programados, pero si miramos desde el ser, no vamos a tener algo cerrado.

Entonces, si es una expresión del ser, es una actitud en razón del reconocimiento, teniendo esto en mente.

Podemos decir, que adorar es una acción que se asume voluntariamente frente a algo o alguien que se considera grande.

Adoración es un reconocimiento consciente, es rendirse, por esto, cuando se habla de adoración no se centra únicamente en lo musical, este, es uno de los muchos medios para la adoración.

David, elaboró una cantidad de instrumentos para a través de ellos, exaltar a Dios, pero realmente cuando la Biblia habla de adoración.

Y dice, que el padre busca adoradores, hace referencia a hombres y mujeres que le amen de corazón.

Cuando hice mención de «una adoración cerrada» debemos pensar en que no podemos ser máquinas que griten ¡amén! ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! Y expresiones automáticas, sino que, sea una actitud real de alabanza a Dios.

En las escrituras en el antiguo y nuevo testamento encontramos ejemplos de adoración, que nos pueden orientar en lo relacionado a la adoración, reconocimiento que hay que rendirle a nuestro Dios.

Entre otras cosas, hay que resaltar que, Dios no nos obliga a adorarlo, sino que, nuestro ser, al reconocer lo que él es, ha hecho y seguirá haciendo lo adore.

La Biblia registra a un hombre que presenta una actitud frente al Señor muy especial y este hombre es Abraham.

Cuando Dios llama a este hombre, propicia una situación en lo relacionado a la adoración a él.

Aquí, el Señor le pide a este hombre que sacrifique a su hijo Isaac donde le da unas especificaciones: dónde tiene que ir, qué debe hacer y cómo debe hacerlo.

Abraham no se puso a discutir con Dios, sino que, en la mañana siguiente se levanta y prepara todo.

Se va al lugar que el Señor le había dicho, y cuando él está frente a los siervos que había llevado, este hombre usa un término que nos ilustra en relación a la adoración.

Este hombre les dice a sus siervos: «esperen aquí, con el asno, adoraremos y volveremos’’.

vemos que Abraham esta decidido a sacrificar a Isaac, y bajo ningún momento dudo, porque Dios se lo había pedido.

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El hecho de que tenía que matar a su hijo único menciona: «adoraremos y volveremos’’, eso parece ilógico, pero este hombre sabía con quién estaba hablando y a quién le estaba obedeciendo.

Analicemos un poco la escena, Dios le dice: «Isaac, tu único’’ es decir, no cuenta a Ismael, porque este chico fue concebido fuera del propósito de Dios.

Entonces el Señor Jesús estaba fijando la mirada en el hijo sobre el cual había hecho la promesa.

Pero vemos que a esto Dios le agrega algo más, y le dice a Abraham «entrégame a Isaac tu único, a quien amas’’.

Lo que hizo Abraham fue obedecer, entonces podemos decir que este acto de obediencia se convierte en un camino a la verdadera adoración.

Por otro lado, hemos encasillado la adoración cuando dentro de nuestros cultos decimos: ‘’vamos a cantar una canción de adoración’’.

Porque traducimos que el cantar lento, suave, es adoración, pero Dios no está buscando coros lentos, el busca es adoradores.

Pero quiero decirte algo, que ya tú y yo, que estamos bautizados en el nombre de Jesús, no estamos en el plano donde Dios busca, ya él nos encontró, así que, debemos adorarle con todo lo que somos.

Usted y yo no podemos decir: «Es que Dios me está buscando’’, quiero decirte que él Señor Jesús hace rato nos encontró, así que debemos exaltarlo y adorarlo en todo momento.

Vemos que Abraham cuando iba en camino a sacrificar a su hijo, no llevaba instrumentos, pero la actitud de este hombre era un acto de adoración.

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Adorar voluntariamente.

De igual manera, encontramos otro ejemplo en la Biblia, el siervo de Abraham.

Este hombre cuando iba en camino a buscar esposa para Isaac, Dios le ordenó el camino y por obedecerlo, el Señor le ayudó y guardó.

Entonces vemos que, cuando este siervo encuentra a la esposa del hijo de su amo, dice la Biblia que se postró y adoró a Jehová y dijo:

«Bendito sea Jehová Dios de mi amo Abraham que no apartó de mi amo su misericordia y verdad’’.

Si deseas dale clic aquí: Qué es adorar a Dios

Hay una actitud, este hombre no estaba programado, no se rigió y espero el momento de altar con su amo para adorar a Jehová, si no que dentro de sí nació esa adoración al Señor.

Cuando de adorar se trata hay que sacar de nuestro ser esa actitud adecuada, no debemos necesitar de alguien que nos lo imponga o estimule.

Sino que, estemos conscientes de que hemos conocido al Señor Dios todo poderoso, quien nos cambió la vida.

Estamos desarrollando el tema: «Adorar voluntariamente».

Yo creo que el corazón de un verdadero adorador, siempre está hinchado de razones y motivos.

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Adorar voluntariamente.

Por otro lado, quiero resaltarte que los que recibieron algún beneficio del Señor, daban grandes gritos tras él.

Otros al ser conscientes de que el Señor era el mesías, iban detrás gritando fuertemente porque era la esperanza de salvación.

Si hablamos de Bartimeo, el hombre ciego, nos damos cuenta que cuando se entra que Jesús estaba por allí empezó a gritar:

¡Jesús hijo de David, ten misericordia de mi’’ no le interesó obstáculos, ni el qué dirán, este hombre sabía quién era Jesús.

No conozco si por alguna situación difícil como la de Bartimeo, ha hecho que tu adoración mengüe.

Pero el verdadero adorador no adora por circunstancias, adora porque sabe quién es su Dios.

Por eso te invito a que adores voluntariamente, sin importar las circunstancias agradables o desagradables que sucedan en tu vida cristiana, no olvides que el enemigo nunca te podrá quitar la adoración.

Pastor: David Alomia

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