Beneficios de la intimidad con Dios

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Beneficios de la intimidad con Dios

En la Biblia, encontramos un pasaje que muestra la perseverancia de un pueblo y un líder que creyó a su Dios, exactamente en el capítulo 8 del libro de Josué. Hablaremos sobre: «Beneficios de la intimidad con Dios».

Dicho pasaje habla de cuando Josué fue a conquistar la tierra prometida, Josué es el sucesor de Moisés, el encargado de esta tarea.

El pueblo junto a su líder, cruzó el Jordán y entró a la tierra de Israel.

La primera ciudad que conquistaron era grande y fuerte, y esta ciudad fue Jericó, con el poder de Dios la tomaron.

Pero en esa batalla, un hombre de Israel, dice la Biblia, que tomando del anatema desagradó a Dios.

De manera, que para conquistar la siguiente ciudad, la ciudad de Hai, el pueblo de Israel decidió irse con pocos soldados, pues era una ciudad pequeña y la batalla sería fácil.

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Sin embargo, al llegar la hora del enfrentamiento, los hombres de Hai derrotaron al pueblo de Israel y este último tuvo que retroceder.

Josué oró delante de Dios y el Señor le mostró el por qué habían perdido la batalla.

Entonces castigaron al culpable y luego el Señor mismo les instruyó cómo iban a tomar la ciudad de Hai.

Jehová les dio una estrategia de guerra maravillosa e hicieron como Dios les había indicado.

Parte del ejército salió por detrás de la ciudad de Hai a manera de emboscada y otra parte salió de frente.

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El ejército que se fue de frente, huyó, fingiendo que habían perdido delante de los enemigos.

Y los de la ciudad de Hai salieron a perseguirlos, dejando su territorio abierto y desprotegido para que el ejército de Israel que venía detrás, aprovechara el descuido.

Dice la Biblia: “Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía” Josué 8:18.

El extender la lanza, es considerada una señal de victoria.

Por eso, varios versículos después, la Biblia relata, que aquel día murieron como 12.000 mil hombres y mujeres, todos los moradores de Hai.

Hablando de la perseverancia, este pasaje llama mucho la atención porque no es solo hacerse un propósito, sino cumplirlo, estar dispuesto a llegar hasta el fin para lograr aquello que se quiere o espera.

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La Biblia dice, el que persevere hasta el fin, este será salvo.

Es decir, así como Josué nunca bajó la lanza durante toda la batalla, la iglesia no debe bajar la guardia en ningún momento.

Relacionamos la perseverancia de Josué, con la perseverancia de la iglesia en la oración, no es lo mismo orar que llevar una vida de oración, ésta es una búsqueda constante y permanente del cristiano.

Los que buscamos el reino de Dios, hemos decido caminar por el sendero que el Señor ha trazado para nosotros.

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Beneficios de la intimidad con Dios.

No estamos llamados a retroceder, ni a desmayar, somos un pueblo decidido, que avanza y crece.

Así como Pablo invita a Timoteo a avivar el fuego que hay en él, la invitación hoy es a que la iglesia avive el fuego que hay en ella, que busque el rostro del Señor en todo tiempo, de manera ferviente.

La santidad, no se encuentra en lo público, es en la intimidad con Dios, en lo secreto, perseverando en la oración.

En su presencia donde se recibe sabiduría, dones, milagros, en privado es donde el Señor capacita a su pueblo para vencer y ganar almas.

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Qué bueno es ver una iglesia de rodillas en el Señor, una que aunque vengan las dificultades, no suelte la lanza, la lanza de la oración.

Una iglesia cimentada en los fundamentos de los apóstoles y profetas, hombres y mujeres que irradien la luz de Jesús.

La perseverancia es la clave para vencer, una oración intermitente no da frutos, una vida intermitente en la presencia del Señor, no garantiza la victoria.

La victoria está en Cristo, en quien perseveramos hasta el fin.

Pastor: Clodomiro Lobo

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