El mundo necesita el mensaje de salvación
El mundo necesita el mensaje de salvación, el mensaje más glorioso, el mensaje del Espíritu Santo.
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” Marcos 16:15-16.
El Señor Jesús ha prometido avivamiento a la iglesia, Dios nos ha dicho que el avivamiento es para nosotros.
Así como el ave nació para estar en los cielos, esta iglesia nació para estar en avivamiento.
No es la voluntad de Dios que estemos en un lugar y que no crezcamos en número, no es la intención de Dios que seamos siempre los mismos.
Su intención es que todos los días sean muchos los bautizados en el nombre de Jesucristo para salvación.
En la iglesia el Señor no nos ha llamado a mantener bonito el lugar donde nos congregamos, a vigilar si cantan bien, a ser solo asistentes a entre y salir de un servicio a otro, no.
El Señor nos ha bendecido para que podamos ser muchos, esta iglesia nació para crecer.
En la Biblia encontramos una pregunta importante; cuando el espíritu de Dios vino sobre Ezequiel.
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Le dijo: ¿vivirán estos huesos? Eran huesos blancos, sin esperanza de vida, están en un valle y el sol ya los había secado por completo.
En estos huesos no había posibilidad de vida, huesos de formalismo, huesos de ideas humanas.
Aunque se vea sequedad, en Dios tenemos ríos de agua viva, aunque todo parece perdido, en Cristo hay salvación.
Y esta iglesia tiene avivamiento todavía, tiene vida, tiene esperanza, estamos bajo la fuente inagotable.
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El Señor ya nos ha dado la respuesta, él dice que en los últimos días derramará de su Espíritu sobre toda carne.
Tenemos la promesa del avivamiento, esta iglesia está convencida que esa promesa es para ella.
La palabra del Señor dice, que Ezequiel parado con las manos levantadas empezó a sentir algo, empezó a sentir como un viento, que inició a caer sobre los huesos que estaban en ese valle.
Ese mismo viento lo tenemos, ese mismo viento lo hemos presenciado, es el viento del Espíritu Santo obrando.
Los huesos que Ezequiel no pudo juntar diciéndole al Señor, sólo tú sabes si estos huesos vivirán, empezaron a juntarse y la Biblia dice, que hubo un gran ejército porque el Señor hizo la obra.
Somos el ejército del Señor y no nos quedaremos sentados, ni de brazos cruzados, somos un ejército guerrero y no permitiremos que satanás haga lo que quiera en este mundo, somos voceros del glorioso evangelio del Señor Jesús.
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Nuestra pasión debe ser las almas, ganar almas, cumplir la misión encomendada desde el inicio de la iglesia.
Esta es una iglesia que ama ganar almas, esta es una iglesia que lucha por las almas y que lo seguirá haciendo.
Porque nuestra misión y queremos cumplirla, así como un día nosotros fuimos llamados por medio de alguien que Dios usó, hoy queremos ser instrumentos para ganar almas.
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Está bien crecer personalmente, está bien tener metas individuales, obtener títulos, ser un gran profesional.
Pero debe ser nuestra prioridad cumplir con lo que nuestro Señor nos ha mandado.
- ¿Cuántas almas has ganado en tu trabajo, en tu escuela, en tu barrio?
- ¿Qué haces día a día como cristiano y vocero de Dios?
Hay quienes tiene un anhelo muy grande con esta misión, tan grande, que le dicen al Señor, ¡dame almas o me muero!
Todo lo que satanás ha robado podemos obtenerlo porque tenemos restauración espiritual en esta iglesia, porque quienes se han ido pueden volver, pero debemos buscarlos, esa es la misión.
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La promesa de crecimiento y prosperidad espiritual que satanás ha intentado robar, no es de él, es nuestra y pelearemos por ella.
El propósito de la iglesia es para ver crecimiento, hoy estamos en avivamiento y seguiremos en avivamiento.
No demos a Dios lo que sobra, demos todo lo que somos y tenemos, solo a él.
Por: Bruce Howell