Cuidar nuestra vida cristiana
Nosotros los verdaderos hijos de Dios, debemos cuidar nuestra vida cristiana, con constancia en ayuno, oración y en relación con el Señor Jesús.
La palabra de Dios dice, que debemos entre hermanos estimularnos a las buenas obras, y eso, es lo que pretendo a través de este artículo, fomentar entre nosotros las buenas conversaciones.
En 1 Corintios 15:33 «No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres’’.
De manera, que nos hace una alerta a cuidarnos de tener conversaciones con temas inadecuados.
Que bonito es que los hijos de Dios se reúnan a hablar de Jesús, y que los jóvenes en vez de hablar tonterías, pornografías que ven en internet, mejor hablen de la Gloria de Dios, y el cambio que puede hacer en la vida de las personas.
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Los ancianos, también deben cuidarse de hablar cosas que a Dios no le agrada, y más bien, usar sus años de experiencias, sus canas, para ser sabios y edificar con sus palabras las vidas de las personas que se acercan a ellos.
Entonces hablando de cuidar nuestra vida cristiana, debemos ser honestos, ya que en ocasiones nos preocupamos más por cuidar el cargo, que la vida espiritual.
Hay hermanos que dicen: ¡Ay, cuidado que no me vea el pastor! ¡nadie me está viendo, puedo hacer lo que quiera!
Pero se olvidan que Cristo lo ve todo y está en todo lugar.
De manera, que si cuidamos nuestra vida cristiana, encontraremos garantía, porque si cuida eso tan valioso, lo demás también estará en excelente estado.
Y el Señor le ayudará a encontrar las salidas en los problemas que le presente el enemigo, porque tiene a su Dios a favor.
Cuando Dios está de nuestro lado él nos guarda, libra y andamos con su bendición en todo momento.
Por otro lado, el Señor tiene una expectativa grande con su iglesia, ya que como dice su Palabra: «Somos plantío de Jehová’’, y por lo tanto, él espera una buena cosecha.
Así como Dios esperaba recoger buenos frutos de su pueblo Israel, espera de nosotros también, aunque con este pueblo Israel no cosechó lo que deseaba.
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Dice la Palabra del Señor: «Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil’’.
«La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres’’ Isaías 5:1-2.
Vemos que las expectativas se perdieron, entonces podemos decir que nuestro Señor, espera algo de nosotros, su iglesia.
Dios nos llamó y nos tiene aquí en la tierra, pero él espera de nosotros y que bueno sería que nosotros le correspondamos, que en la madrugada cuando nos arrodillemos, le digamos: «Señor aquí estoy’’.
El Señor sabe que le estamos buscando, pero que bueno que con gemidos indecibles nos acerquemos le digamos aquí estoy.
En otras palabras, diciendo al Señor que estamos a su orden, lo que él desee, a su disposición.
Entonces es bueno que tengamos en cuenta, que así como el Señor esperaba recoger buenas uvas, así el Señor espera de su iglesia un buen comportamiento.
Dios desea que seamos hombres y mujeres correctos, fieles, temerosos, apartados del mal y de todo ocio que no nos deja crecer en nuestra vida espiritual.
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Vamos a leer unos pasajes de la Biblia, con la intención de que reflexionemos oyendo la voz de Dios a través de los versos, como menciona en el libro:
Nehemías 8:8 «Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura’’.
La intención es que usted comprenda estos versículos y le permita Dios entrar en su mente, para que le enseñe algo especial.
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Cuidar nuestra vida cristiana.
El primer verso está en el libro de Proverbios 6:16,17,18,19: «Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:’’
«Los ojos altivos’’ hace referencia a las personas prepotentes y orgullosas.
«La lengua mentirosa’’ aquella persona que dice cosas que no pasaron, con el propósito de desunir y dañar.
«Las manos derramadoras de sangre inocente’’ son las personas asesinas.
«El corazón que maquina pensamientos inicuos’’ aquellos que planean hacer el mal a los demás.
«Los pies presurosos para correr al mal’’ personas que, sin pensar en las consecuencias de sus actos, hacen mucho daño.
«El testigo falso que habla mentiras’’ es aquella persona que se presta para mentir y hacerle mal a otra persona.
«Y el que siembra discordia entre hermanos’’ persona chismosa.
A veces sucede que nos encontramos en la iglesia con personas que parecen sabias, pero no lo son realmente.
Entonces por ser amigos en ocasiones, comentan cosas demás, olvidando el daño que le hacen a la otra persona, que, en su mayoría de veces, afectan el corazón y la vida cristiana.
El Señor dijo, que debíamos cuidarnos entre todos, es por eso, que si alguien viene hablar mal de tu hermano.
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Es mejor que no prestes atención a eso, para no generar contienda ni dañar tu corazón.
A demás, recuerda que Dios aborrece al que siembra discordia entre hermanos, y que fea cosa es que el Señor me aborrezca.
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Mejor es que apartemos eso que a él no le agrada, para así poder estar más cerca de Jesús.
Otra de las cosas que aborrece el Señor y que afectan nuestra vida cristiana, es la falta de sinceridad.
En ocasiones, hablamos de mentiras pequeñas o piadosas, no sé quién hizo esa clasificación, dándole un grado menor y mayor a la mentira.
La mentira es mentira, grande, pequeña, a nuestro favor o no, eso no se debe hacer, es la hija del diablo, y que feo que tengamos a esta hija cerca de nosotros.
La paga del pecado es la muerte, y una mentira, nos llevará a otra, hasta el punto de caer en la red que nosotros mismos hemos tejido.
Dios tiene la capacidad de guardar nuestras vidas, pero tu tienes un trabajo en este proceso de cuidado, y es tu voluntad, es tu decisión hacer el bien para estar cerca de Jesús.
Pastor: Clodomiro Lobo
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