¡Despierta! el tiempo se acaba
El tiempo es corto y es hora que despertemos del sueño, nuestra salvación está muy cerca. Hablaremos sobre: «Despierta, el tiempo se acaba».
“La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz” Romanos 13:12.
Sabemos que los años pasan, los minutos pasan las horas pasan y el tiempo no alcanza para casi nada.
Muchos de nosotros, hemos tenido proyectos por muchos años y hemos trabajado fuertemente para cumplirlos.
Pero parece que el tiempo no da abasto y es porque estamos ocupados haciendo cosas para nuestra propia carne.
Si tú le das al Señor hoy el resto de tus días y el resto de tus tiempos, sin pensar en que perdiste tiempo anteriormente, será la mejor decisión.
No importa tu pasado, pero no debes dormir, porque el tiempo es corto.
No debemos de tomar el pasado como una excusa para estar sentados, si hacemos esto.
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Nuestro pasado se convierte en el presente molesto y ese presente enfrascado en cosas antiguas, se convierte en nuestro futuro.
No debemos pasar la vida en ese círculo vicioso, dejemos de usar el pasado como una excusa.
Los errores del pasado quedaron en el pasado, los pecados del pasado quedaron en el pasado, las incapacidades del pasado quedaron en el pasado, todo lo que haya pasado no importa.
Cerremos la puerta del pasado, entreguémonos al presente y al proyecto de nuestro futuro en Dios.
Aunque el pasado sea austero, el futuro será un cien por ciento de todo lo bueno en Jesucristo, en él es posible.
Debemos pensar y declarar: hoy escojo dejar de pensar en mis debilidades, en mis defectos y dejar de estar perdiendo el tiempo recordando las cosas que el diablo ha hecho en mi vida.
Hoy decido que se acabó mi pasado y que comienza un nuevo día y un nuevo futuro en el poder del Espíritu Santo.
El milagro lo hará Jesucristo, pero la decisión la tomó yo.
Estamos envueltos en absoluta tiniebla, son pocos los segundos que hacen falta para recoger la última cosecha, antes que la trompeta suene en los cielos y el pueblo que haya sido revivido, sea levantado.
No hay tiempo para perder, Dios te puede dar un crecimiento espiritual acelerado en él, porque lo necesitas y Dios te necesita.
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Pidámosle a Dios que abra nuestros oídos y nuestros ojos espirituales, para que escuchemos y veamos que el tiempo está cerca; el tiempo es corto.
Mientras que tú pierdes el tiempo, ¿Cuántos de tu familia todavía no conocen a Jesucristo? ¿Dejarás que todos vayan marcha al infierno?
Tus compañeros de trabajo, de tu escuela o de tu universidad, ¿Conocen de Jesús o tú aún sigues sumergido en tus deseos, sin escuchar el sufrimiento y grito de ayuda de los que están a tu alrededor?
El llamado del cielo es a despertar, lo que Dios nos dice hoy es ¡despierten! Pongámonos la armadura de Dios, porque el tiempo es corto.
No podemos perder ni un segundo, no podemos caer en amargura, en enojos, en rencores; lo que tú no hagas no será, porque ya el tiempo se está acabando.
No hay más generaciones somos nosotros o no es nadie, lo que no hagamos nosotros se irá al infierno y no podemos permitirlo.
Las últimas palabras de nuestros seres queridos antes de partir, son importantes, porque es lo último que escuchamos de ellos y lo que recordaremos para siempre.
¿Qué dijo Jesús antes de irse al cielo?
Jesús estuvo con sus discípulos y les enseñó muchas cosas, le mostró el reino, les mostró milagros, les mostró su gloria, fueron muchas cosas que les enseñó y mostró.
Pero en el último momento antes de irse, estudio muy bien sus últimas palabras y esas fueron:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” Marcos 16:15-16.
Jesús dejó las palabras más importantes para el final. Él prometió estar con nosotros todos los días, pero nos dejó esta gran misión, fue impactante lo que dijo en sus últimas palabas.
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Él no dijo que consiguiéramos mucho dinero o una mejor educación para nuestros hijos, todas esas cosas son importantes, pero es pasajero.
Estamos desarrollando el tema: «Despierta, el tiempo se acaba»
La mejor herencia que podemos darle a nuestros hijos, a nuestros familiares y a los que conocemos a Dios, es el evangelio.
En el evangelio lo tenemos y encontramos todo, hay liberación, sanidad, salvación, inteligencia, prosperidad, gozo, paz y tantas cosas más que podemos disfrutar.
De que nos sirve conseguir muchas cosas terrenales, enseñar a nuestros hijos y mostrar a los demás un futuro de vida muy prometedor, si todo eso sin Dios nos llevará al infierno.
Sabemos que no es malo estudiar, al contrario, es bueno y necesario, pero debemos poner nuestra mirada primeramente en las cosas de arriba.
Lo terrenal se acabará, pero que bueno sería que todo lo que hagamos aquí sea de reconocimiento en los cielos. Lo nuestro es el reino de los cielos lo demás es añadidura.
“Pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos” 1 pedro 4:5.
No podemos estar ocupados pensando en cosas necias, la vanidad es una cosa necia, la voluntad propia es una cosa necia.
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Despierta, el tiempo se acaba.
Los pecados son una cosa necia; hay que estar ocupados en lo que el padre nos mandó a hacer.
Muchos se fijan en las profecías y se interesan demasiado en saber cuándo será la venida del anticristo.
Entendamos que nosotros debemos estar muy atentos es a la gran misión, porque cuando el anticristo de levante, la iglesia del Señor no estará aquí en la tierra.
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Debemos ganar almas, las señales son un recordatorio que se está acabando el tiempo; que las señales nos despierten mas no atemoricen. No esperemos cosas que no nos corresponden.
Estamos desarrollando el tema: «Despierta, el tiempo se acaba»
Las señales nos motivan a ver la ausencia del tiempo, ellas nos indican que el tiempo es corto.
Tenemos que ser expertos en el evangelio, debemos estar muy pendientes en cómo es el proceso de la salvación.
Nuestro trabajo es saber todo sobre el evangelio y predicar la palabra, llevar el mensaje de salvación a todos.
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Debe ser nuestra prioridad tener el conocimiento para hablar a todos y que nos entiendan.
No perdamos el tiempo delante de la televisión, aprendiendo las canciones del mundo, viendo series, películas y atrapados en una pantalla.
Dios puso a su iglesia en este mundo con un solo propósito y fue para que se conociera su palabra.
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Somos a quienes dejó una gran responsabilidad, así que no podemos aferrarnos a el pasado y atesorar cosas terrenales.
Utilicemos las capacidades que nos dejó e interesémonos en aprender más de él y del evangelio, así predicaremos de este glorioso evangelio y arrebataremos almas al enemigo.
“A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos” recordemos que el tiempo es corto.
¡Despierta! el tiempo se acaba
Por: Yvette Torres
