El poder de la palabra de Dios es suficiente

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El poder de la palabra de Dios es suficiente

“Un poco de levadura leuda toda la masa” Gálatas 5:9. Hablaremos el tema: «El poder de la palabra de Dios es suficiente».

Nosotros tenemos una carga profunda cultural, una influencia fortísima.

Algunos creyentes por la experiencia personal en otras regiones les parece que el vallenato  no es música con la cual se pueda cantar a Dios y edificar a la iglesia.

Pero ninguna experiencia personal está por encima de la doctrina y enseñanza bíblica, por buena que sea.

No podemos predicar nuestra creencia personal por buena que ella sea, como una doctrina fundamental cuando no la hemos fundamentado sobre la Biblia.

¿Por qué una experiencia personal la tenemos que convertir en una doctrina? Si no está en la Biblia, no lo es.

El problema empieza a producirse cuando convertimos en un punto de apoyo, una filosofía para nuestra vida espiritual inclusive, lo que hacemos.

En la carta de los Gálatas encontramos por ejemplo, que Pablo estaba fascinado, sorprendido de que los hermanos empezaron bien a creer en el evangelio, se encontraron con una doctrina, a ellos en particular con el judaísmo.

Ellos empezaron a practicar judaísmo, y a enseñar a algunos hermanos judíos creyentes al evangelio.

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Comenzaron nuevamente a judaizar a los hermanos y exigirles que ellos se circuncidaran cuando eso ya había quedado atrás.

Por bueno que sea, Pablo es tajante en eso ¿En quién están creyendo, en Jesucristo y su gracia o están creyendo en las obras?

Hay cantos muy bonitos, maravillosos y hemos sentido bendición pero el canto no es la bendición.

Al pueblo de Israel le pareció que las cosas que ellos habían experimentado era la presencia de Dios.

Cuando Elías sale de la cueva después de haber caminado por cuarenta días y haber pasado por muchas cosas.

Sale de la cueva y dice la Biblia que el tuvo tres experiencias y que el Señor no estaba en ese lugar.

Dice la palabra del Señor que de pronto vino un fuego terrible que quemaba todos los arboles y a Elías le pareció que Dios estaba ahí, pero no.

Elías viendo en el monte Carmelo que Dios envió fuego le pareció que eso era Dios, que era fuego, pero Dios no es fuego.

Luego vino el terremoto y Dios es terremoto, pero Dios no es terremoto ¿Dónde vio el pueblo de Israel eso? En el Sinaí, Dios no estaba ahí.

De pronto vino un viento, y el pensaba que Dios era viento, pero Dios tampoco es viento.

¿Dónde vio el pueblo de Israel el viento? En el mar rojo cuando se abrió, dijeron Dios es viento, pero no lo es.

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¿Quién dijo que la forma es lo que hace descender la presencia del Señor?.

El canto no tiene ningún mérito, el ritmo no tiene ningún merito.

No podemos pretender que el Señor manifieste su presencia con este género o con el otro, el Señor no es géneros musicales.

Si bien, nosotros tenemos una carga cultural que llevamos en nosotros y no podemos pretender que esa carga cultural signifique la presencia de Dios.

Los hermanos en el pacifico tienen su ritmo y ellos sienten la presencia de Dios. Ellos son ellos y nosotros somos nosotros.

No podemos hacer mover a Dios como se mueve en otro lugar, el Señor no es forma. El Señor Jesús es mucho mas que eso.

A veces, le damos prioridad a los sentimientos, al sensacionalismo a los sentidos y no a lo que enseña la palabra del Señor.

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:32.

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Lo que nos hace libre no es el sentimiento, lo que transforma nuestra vida es el conocimiento y mantenimiento de la palabra del Señor en nuestros corazones.

“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” Juan 8:31.

La sensación nos da una prueba de lo que nosotros queremos con base a lo que nosotros creamos Dios nos va a dar experiencias y vamos a poder sentir su presencia, no al contrario.

Dios quiere de nosotros que le conozcamos a él y que su palabra more en abundancia en  nuestros corazones y que cantemos con base en lo que nos enseña su palabra.

Dice el señor en su palabra: “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal” Eclesiastés 5:1.

Cuando a Dios hagas una promesa no te tardes en cumplirla. Cumple lo que prometes.

Si tu le has prometido a Dios que le vas a entregar tu vida y que el Señor la puede tomar y la puede quebrantar en cualquier momento para hacer una vasija de ella mejor, no nos quejemos. Dios esta haciendo algo que le ofrecimos.

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Lo que cantamos no solo debemos creerlo sino que debemos entender que el Señor algún momento nosotros le hacemos promesas al Señor y él nos va a tomar la palabra y va a hacer lo que nosotros estamos invitando.

Tengamos entendimiento no solamente a la hora de orar también a la hora de cantar. No cantemos cualquier cosa.

Dejemos que el Señor Jesús hable, escuchemos canciones donde hablen la palabra del Señor.

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Basémonos en la palabra del Señor para componer nuestros cantos, eso permitirá que el pueblo de Dios reciba algo de parte del Señor.

Nuestro testimonio depende de lo que Dice la palabra de Dios.

El poder de la palabra es suficiente para salvar a las personas, a Dios le plació salvar a los creyentes por la locura de la predicación del evangelio y eso es suficiente.

No podemos poner el genero musical por delante de la palabra del Señor, no tenerlo como filosofía ni por el motivo por el cual la presencia del Señor se derrama.

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La presencia de Dios igual se derramará si nos acercamos a él cantándole en cualquier genero musical.

En la medida en que vayamos creyendo las cosas o nos va a ir bien porque creemos en lo que la Biblia dice o nos va ir mal porque “un poco de levadura leuda toda la masa” .

En la medida en que nosotros busquemos al Señor y queramos obedecer a lo que dice su palabra.

Entonces nosotros vamos a poder acercarnos mas al Señor y a convertirnos en instrumentos útiles para su obra.

“Por sus frutos los conoceréis”.

La palabra de Dios es suficiente y no hay necesidad de añadirle nada, dejemos que Dios dirija todo y que nuestra influencia sea su palabra.

Por: Juan Carlos Pérez

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