Encuentro de un necesitado con Jesús

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Encuentro de un necesitado con Jesús

Es propio de los seres humanos, vivir o experimentar estados de ánimo, o tener una actitud diferente, según sea la circunstancia. Hoy hablaremos sobre el: «Encuentro de un necesitado con Jesús».

Cuando nos encontramos en un estado donde consideramos que nada nos hace falta, nuestra vida tiene una posición muy diferente, frente a todas las circunstancias que nos rodean.

Pero una cosa diferente es cuando reconocemos que aunque hayan muchas circunstancias que son favorables.

Hay algo que no nos favorece en esta tierra y es el hecho de vivir ajenos a los mandamientos de Dios.

Cuando tenemos una necesidad, buscamos a la persona adecuada, buscamos a la persona que tenga la capacidad.

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Y tenemos la confianza que cuando nos acerquemos a ella, vamos a encontrar una respuesta positiva para suplir nuestra necesidad.

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Encuentro de un necesitado con Jesús.

Pero cuando se hace referencia a la salvación del hombre, hay que tener bien claro y ser libre de toda especulación religiosa y de toda equivocación posible.

Que quizás, hasta esta hora hemos venido tocando la puerta equivocada o estas en el lugar equivocado.

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Hay quienes consultan al culebrero, al hechicero y han estado tocando la puerta de la religión durante muchos años.

Quizás durante toda la vida, y siguen siendo la misma persona necesitada, su estado es agónico, su necesidad es palpable, brota hasta por los poros su angustia porque ha buscado donde no tiene que buscar.

Pero hoy te hablo de Cristo, que todo aquel que esté necesitado consulta con él y tendrá respuesta del cielo.

Porque su mano no se ha acortado para salvar, ni su oído para oír, porque él sigue siendo tan poderoso como lo fue en el principio, porque las edades no lo cambian a él.

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Cuando uno se encuentra con Jesús todo es diferente, todo cambia; él cambia nuestro lamento en baile.

Nuestra desdicha en dicha, sana nuestras dolencias, nos saca de las garras de la muerte y nos lleva al sendero de la vida.

No te quedes con la necesidad, con el problema, con el pecado, encuéntrate con Jesús, y tu vida tendrá un cambio de unas proporciones incalculables.

Porque él es capaz de arrebatar al ser humano de las mismas garras de la muerte, es capaz de hacer lo que para nosotros hasta hoy es imposible.

La condición del hombre

El hombre en ocasiones pierde la noción de lo que es, y esto pasó con el endemoniado gadareno, él había perdido la noción de lo que era.

Asimismo se ve hoy en día, en donde hay que construir paredes, barrotes para tratar de dominar a ese ser humano que se hizo indomable, que ahora lo catalogan como una amenaza para la sociedad.

Pero las barreras, los lingotes, las paredes y las celdas blindadas no cambian el corazón del hombre, el hombre sigue siendo el mismo perverso.

Pero el poder del evangelio, sí es capaz de cambiar el corazón del hombre y hacerlo nuevo.

Cuando uno ve al hombre en el contexto de la creación, cómo lo hizo Dios, él no iba a hacer una imperfección porque Dios es perfecto.

Dios hizo un hombre bien hecho, recto, santo, con dominio, capaz de razonar, así lo hizo Dios.

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En ese contexto de la creación, dice que Jehová hizo al hombre del polvo de la tierra, y sopló en un nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Le hizo un Edén precioso, lo rodeó de comodidades para que él dominara el huerto.

Y lo hizo a su imagen y semejanza y le dio dominio sobre todo, hizo a un ser humano inteligente, capaz de razonar honestamente, capaz de levantar las manos y agradecer a Dios.

Él no lo trajo a pasar trabajo aquí en la tierra, Dios no creó al hombre para que fuera un homicida, eso no lo pensó jamás.

Dios está buscando que el que esté angustiado se encuentre con él.

Dios espera que al que se le cierren todas las puertas, se encuentre con él para abrírselas, y si nos encontramos con Jesús, él hará cosas grandes en nuestras vidas.

Pastor: Clodualdo Pérez

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